Cerámica ibérica
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Se hallan en la Península Ibérica variados ejemplares de vasijas:
- Griegas. Deben ser en su mayor parte de importación y fabricación italiota.
- Fenicias (o púnicas). Se fabricaron en Ibiza y en otras colonias púnicas donde se han hallado abundantes junto con otras labores coroplásticas.
- Romanas. Equivalen a los barros aretinos y de Aco.
No faltan vasijas vidriadas, de arte púnico y arábigo ni las de barro negro semejantes a las etruscas. Pero a la vez y contemporáneamente con dichas clases de cerámica, se halla otra propiamente ibérica, de fabricación indígena que tiende a la imitación griega y fenicia y aun tal vez a la prehelénica. Sus comienzos pueden fecharse hacia el siglo VI a.C. y su duración parece continuada por toda la época del dominio de Roma sobre la Península.
El carácter distintivo de dicha cerámica ibérica está en el barro de color rojizo o amarillento (cubierto, a menudo con un barniz mate y ligeramente rojo) ornamentado, por lo común, con grecas, róleos, semicírculos y círculos concéntricos y algunas veces con figuras de animales o vegetales, siendo el color de estas decoraciones el rojo oscuro, pardo o negro. La cerámica numantina ofrece notables modelos de policromía, combinándose los colores rojo, blanco, negro y anaranjado de suerte que las figuras presentan color blanco o anaranjado, sobre un fondo rojizo y se perfilan de negro. Se hallan también ejemplares ibéricos de barro negro o amarillentos en diferentes localidades, no pintados, sino incisos y estampados con dibujos de carácter geométrico.
En la decoración de las vasijas ibéricas se halla notable diferencia según las regiones donde ellas aparecen y así se distinguen:
- Las del Este del a Península, por su riqueza decorativa y sus figuras animales y aun de hombres, pero estilizadas.
- La región andaluza, por sus sencillos filetes alrededor del vaso
- Las del Bajo Aragón, por sus especiales róleos y figuras estilizadas
- Las del grupo castellano en la cuenca del Jalón, por su decoración geométrica y sus figuras muy estilizadas (éstas sólo en Arcóbrica) y en la cuenca superior del Duero, por sus grecas y espirales
- Las especiales de Numancia como queda dicho y con figuras
La factura de las vasijas ibéricas no destaca en general por su elegancia pero las hay muy regulares y están hecha todas a torno. Entre sus formas abundan
- la del oinocoe griego
- la del olpe sin asas
- la de jarros pazudos
- grandes vasos cilíndricos
- en Numancia, la de copa de elevado pie cilíndrico, a imitación de las de Beocia, aparte de las antropomorfas (aunque raras) y de otras diversas formas.
En las necrópolis iberas o celtíberas se hallan muy a menudo urnas cinerarias de barro cocido cubiertas con tapadera de lo mismo con una losa las cuales suelen tener forma de gran copa o de pequeña olla panzuda con asas o sin ellas. Carecen ordinariamente de pintura o sólo la tienen rectilínea y de círculos concéntricos. Dentro de ellas se contienen huesos y cenizas y una o dos fusayolas de barro, de forma globosa la una y de cono truncada la otra.
La industria de la cerámica entre los iberos se aplicó también a la fabricación de utensilios, bolas, pesas, trompetas y figurillas de personas y animales.