José María del Campo
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José María del Campo nació en Monteros, Tucumán, en 1826 y falleció en San Miguel de Tucumán el 11 de abril de 1884.
[editar] Biografía
Estudió en Catamarca con el padre Ramón de la Quintana, y se ordenó sacerdote en 1849. Fue cura de Río Chico, pero luego abandonó el estado eclesiástico. Su nombre adquirió notoriedad militar y político después de la batalla de Caseros. Fue la gran figura del Partido Liberal, y el más encarnizado enemigo de los federales. Actuó en el movimiento que derrocó a Celedonio Gutiérrez, en 1852. Vuelto este al poder, Del Campo aprovechó que su adversario estaba en campaña en Santiago, para apoderarse de la ciudad y ser designado gobernador interino. Aunque Gutiérrez recuperó la capital, Del Campo ocupó el departamento de Monteros. Finalmente, sus tropas, unidas con las de Antonio Taboada, derrotaron a Gutiérrez en Los Laureles, en 1853. Campo siguió interino hasta el 4 de marzo de 1854, fecha en que fue nombrado gobernador de Tucumán. Durante su período se sancionó la Consitución Provincial de 1856, y debió salir varias veces en campaña contra las montoneras. En 1856 entregó el mando al general Anselmo Rojo. Pero luego se complicó en una revolución contra Rojo (llamada "revolución de los Posse"), y lo que le valió prisión y destierro. Volvió a la escena en 1861, al participar en el movimiento que derrocó al gobernador Salustiano Zavalía. Fue ministro de su sucesor, Benjamín Villafañe. En ese carácter y al frente de la milicia provincial, fue batido por las fuerzas confederadas de Octaviano Navarro, en El Manantial. Pero, al año siguiente, derrotó de modo definitivo a los federales -ya mandados por Celedonio Gutiérrez y Angel Vicente Peñaloza- en la acción de Río Colorado. De inmediato fue elegido gobernador. En 1863, delegó el mando en el doctor Arsenio Granillo, y salió en campaña a Catamarca, con motivo de la invasión de Varela. Al concluir su período, en 1864, fue elegido senador nacional por Tucumán. En 1864, fue ministro del gobernador José Posse, y continuó en su cargo durante la siguiente gobernación, de Wenceslao Posse. Se retiró a la vida privada luego del derrocamiento de este último en 1867. Dedicado a la tareas rurales, durante un viaje al cerro San Javier, su caballo se despeñó y lo dejó gravemente herido. Falleció a poco de llegar a la ciudad el 11 de abril de 1884.
