Maiores visigodos
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Los maiores son los principales cargos del reino de los Visigodos, sin que debamos confundirlos con los Senadores o Potentes, que aunque igual de ricos que aquellos no ostentaban cargos. Era el cargo y no la riqueza (o los títulos) lo que confería la nobleza.
En el grupo de los maiores estaban, en su parte más alta los primates Palatii, todos los cuales eran condes palatinos. Parece que ningún primate era dux o comite, por lo cual hay que suponer que el cargo condal palatino era más importante. Los primates solo serían una veintena.
Después seguían los seniores o Viri Illustres, algunos de los cuales podían ostentar el cargo de conde palatino, pero en general ejercerían como duces o condes locales. Como había seis duces, y unos ochenta comites, su número no debía exceder del centenar, por lo cual debía haber muchos nobles a la espera de ocupar estos cargos importantes, que, mientras, ocupaban funciones inferiores o no desarrollaban ningún cargo. Los Viri Illustres llamados también seniores, realizaban las principales funciones palaciegas, aunque estaban menos cercanos al rey que los Gardingos de los que hablaremos seguidamente. Surgieron seguramente de los nobles godos que se convirtieron con Recaredo al catolicismo, en cuyo momento se le califica de Viri Illustres o seniores gothorum y más tarde ya se le califica en función de su cargo condal palatino (comes palati) o simplemente como duces o condes.
Los Gardingos estaban incluidos en el grupo social, pero probablemente pertenecían a las diversas categorías, es decir había gardingos que eran primates y otros que solo eran seniores. La institución de los Gardingos procedía sin duda de los fideles del rey los cuales eran los hombres de confianza del monarca, aquellos que estaban obligados a él por alguna causa o a los que debía algún favor. Aparecen como fideles con Chintila, pero más tarde, en tiempos de Wamba, ya se les llama Gardingos. Acompañaban al rey en sus campañas, y cuando era conocida la próxima comisión de un delito debía comunicarse a uno de ellos para que pudiera informar al rey, pues se supone que debían tener un contacto permanente y protegían su persona (una especie de guardia pretoriana noble). El rey debía enviarlos como delegados a determinados actos, especialmente campañas militares y seguramente les hacía donaciones de propiedades confiscadas.
La inmensa mayoría de maiores eran godos, pero también había algún romano.
Parece que en la corte había también un grupos de funcionarios incluidos en la categoría social de los mediocres, pero contrastados con la existencia de un grupo llamado los primi lo que tal vez indicaría que a los primates se les consideraba por encima y el resto eran mediocres.
Los maiores godos eran muy ricos pero la riqueza no determinada por sí sola la posición social, pues para ser maior persona había de ostentarse además un cargo palatino, o ser gardingo, dux o conde.
Muy pocos inferiores (humiliores) tenían acceso al Palacio, aunque si había cargos reservados a personas de condición servil o realizados habitualmente por ellas, hasta que Ervigio prohibió que esclavos y libertos y sus descendientes ingresar en el Officium palatii, con excepción de los esclavos del Tesoro (así tenemos a los encargados de las caballerizas o stabularii, a los mayordomos o gillonarii, a los plateros o argentarii, a los cocineros, etc...)
Los maiores participaban junto al rey en campañas militares, podían ser consultados acerca de la legislación y debían aprobar (junto a los obispos) los perdones que el rey quisiera otorgar a los traidores. Algunos de ellos, designados por el rey, participaban desde el 653 en los Concilios generales.
En oposición a los maiores estaban los inferiores.