Navidad en el Perú
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En el ámbito de las costumbres existentes en el Perú, la Navidad es el momento de reflexión y de unión de las familias en torno a la conmemoración del nacimiento del Niño Jesús. Los niños son el centro de la fiesta. Las innumerables familias que tienen parientes en el exterior recuerdan a los suyos así como a sus familiares que ya no están en este mundo.
Existen tradiciones heredadas de antaño que se repiten todos los años y provienen de las propias raíces de la diversidad de la población peruana. Cada rincón del país tiene sus propias costumbres, mucha de ellas comunes y otras que se han ido desarrollando independientemente en el transcurso de los años.
Entre las tradiciones comunes, está la asistencia a la Misa de Gallo en la noche del 24 de diciembre. Aquellos que no acuden a misa el 24, lo hacen el 25 conservando la tradición católica predominante en este país.
En Lima, capital que congrega no solamente a los limeños de origen sino a los peruanos que, desde la segunda mitad del siglo XX, se han desplazado desde todo el país para vivir en esta ciudad que representa al tercio de la población peruana, confluyen las más diversas tradiciones navideñas del Perú.
En las vísperas de esta fiesta y el mismo 24 de diciembre existen celebraciones en los parques y verbenas donde niños y adultos entonan los típicos villancicos conmemorando el nacimiento del Niño Jesús.
En el aspecto humanitario, los alumnos de colegios y personas de diferentes organizaciones, con espíritu festivo recorren asilos de ancianos, albergues infantiles y hospitales a fin de alegrar la vida a sus moradores temporales o permanentes ya sea con música u obsequios.
Las canastas navideñas conteniendo vinos espumantes, panetones, nueces, pasas, chocolates y otros productos, son los típicos regalos de empresas a su personal. Estos ingredientes, añadido al pavo o pollo y al puré de manzana, suelen ser los principales de la cena del 24. A falta de vino espumante se bebe la gaseosa de origen peruano llamada Inca Kola, la gaseosa más consumida en este país. Todo depende de los bolsillos de cada familia.
Los nacimientos o belenes pueblan las iglesias y en muchas viviendas se procuran tenerlos a pequeña o mínima escala. Las familias con menos restricciones económicas también cuentan con árboles de Navidad en torno a los cuales colocan los regalos que se abrirán a medianoche del 24. Estos adornos se conservan hasta el 6 de enero.
A media noche muchas familias cantan villancicos o leen pasajes navideños de la Biblia. En las calles suenan los cuetesillos que jóvenes y mayores revientan en el barrio. El 25 por la mañana, mientras los padres descansan, los niños juegan luego de esperar con ilusión estas fiestas.
En algunos pueblos peruanos, antes de Navidad desfilan Las Pastoras, colegialas disfrazadas con las vestimentas típicas de la zona cantando y bailando al son de los villancicos, organizando competencias entre templos religiosos para determinar quien las organiza mejor.
Lo importante en estas fiestas es dar y recibir amor.