Pan de muerto
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El pan de muerto es un tipo especial de pan que se prepara en México. No es un pan de consumo cotidiano, puesto que está asociado íntimamente a la celebración de la festividad conocida como Día de Muertos --festividad que puede durar desde un día hasta una semana, dependiendo de la región mexicana en cuestión. La difusión del pan de muerto está especialmente concentrada en el centro y sur de la República Mexicana, donde el Día de Muertos es celebrado con mayor intensidad.
Existen muchas variedades de pan de muerto, las cuales adquieren características distintivas del lugar donde provengan. El tipo más conocido es el que se produce en el centro de México. Este tipo se prepara con una masa de harina, levadura, mantequilla, azúcar, huevo y leche; misma que se adereza con esencias naturales como la vainilla o naranja. En algunas ocasiones, la masa de pan puede llevar pasas o nueces. Para decorar el pan, se hacen unas tiritas de la misma masa que forma la bola del pan, las cuales son moldeadas con los dedos para adquirir una forma lobulada. Estas tiritas se colocan sobre la bola del pan, cruzando varias en el centro de la misma. En el punto donde se unen, se coloca una pequeña esfera de masa. Se supone que el adorno del pan representa a un muerto. Cuando el pan está cocido, se barniza con mantequilla derretida y se espolvorea con azúcar blanca.
Otros panes toman la misma forma que el descrito antes, aunque las recetas pueden variar. En Tlaxcala, por ejemplo, el pan de muertos se prepara con la misma masa que el llamado pan de Tlaxcala (con alto contenido de huevo y aromatizado con hierbas frescas). En Puebla, el pan de muerto no lleva ningún aromatizante, y va espolvoreado con ajonjolí.
En algunas regiones, el pan de muerto es el mismo que se consume diariamente. Tal es el caso del pan de muerto de Oaxaca, que en realidad es un gran pan de yema al que se le ha incrustado una figura de alfeñique que representa al ánima a quien se dedicó el pan. En la Mixteca Poblana, el pan de muerto se prepara con la misma masa que el bolillo, pero se le da forma humana y es espolvoreado con azúcar blanca si es pan para el altar de los niños, o con azúcar roja, si se destinará al altar de los adultos.