Piramidoterapia

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La piramidoterapia es la utilización de un supuesto poder piramidal que encausa las energías electromagnéticas de la Tierra con fines terapéuticos.

Tabla de contenidos

1 Historia
2 Propiedades
3 Referencias
4 Enlaces exteriores

[editar] Historia

El investigador francés Antoine Bovis, llamado por algunos Padre de la Geobiología, fue el creador del método de medición de energías que lleva su nombre y que utiliza unas llamadas “unidades de Bovis” (véase [1]). Bovis era un cultor de la radiestesia, y su método de "medición" consiste en que un sujeto que camina alrededor de cierto lugar con un objeto en la mano (un péndulo, horquilla o un simple palo, denominado en inglés "biometer") declara un número de Bovis según su personal sensibilidad de acuerdo a lo que dicho objeto le transmite. Por ese conducto en el transcurso de sus experimentos en 1927 Bovis creyó detectar que las pirámides hechas según ciertas normas métricas y orientadas con una cara al Norte magnético pueden deshidratar la materia, así como impedir la putrefacción de alimentos colocados en su interior. Bovis creó escuela y desde entonces muchos han seguido sus investigaciones con las pirámides.

En 1959 el ingeniero Karel Drbal registró la primera patente oficial de una pirámide con finalidades prácticas, consistente en una pequeña pirámide de 15cm de altura bajo la cual se podrían depositar hojas de afeitar, las cuales mantendrían el filo por un lapso entre 30 y 50 veces mayor que si fueran colocadas en otro sitio. La explicación que ofrecía Drbal era que la pirámide eliminaría el agua de los intersticios de la estructura cristalina del acero, algo nunca convalidado por los físicos a lo largo de la media centuria transcurrida desde entonces. Procede consignar en este contexto que, para la obtención de una patente, no hace falta que las virtudes del producto patentado esté científicamente probada.

En el año 2005 el Centro Nacional de Medicina Natural y Tradicional (CENAMENT) de la República de Cuba, organismo dependiente del Ministerio de Salud, dictaminó la existencia de ciertos “efectos piramidales” capaces de producir beneficios terapéuticos. A tal conclusión llegó dicho Centro después de una serie de estudios en los que participó la Universidad de Pinar del Río, según los cuales este poder sería un fenómeno físico comprensible y fácilmente verificable ^[1] . El dictamen del CENAMENT está, sin embargo, cuestionado por diversos científicos cubanos, en particular por de los físicos cubanos que niegan la existencia de esas propiedades ^[2] y conceptúan a esas teorías como pseudocientíficas.

[editar] Propiedades

El organismo cubano certificaba que las pirámides pueden traer beneficios en una amplia gama de dolencias ortopédicas y considera válidas las evidencias clínicas presentadas sobre al valor terapéutico del Eefecto Piramidal en varios sentidos. Aun cuando se recomienda continuar el desarrollo de investigaciones que arrojen nuevas evidencias en Ortopedia y en otras especialidades médicas, se señala su capacidad terapéutica como:

a- Antinflamatorio
b- Analgésico
c- Bacteriostático
d- Miorrelajante
e- Sedante
^[3].

Además de estos efectos, los defensores del poder de las pirámides sostienen que por su conducto se revitalizarían los organismos vivos, se conservarían indefinidamente las propiedades de las semillas, y se disecarían y conservarían indefinidamente los alimentos. Ninguna de estas propiedades, sin embargo, ha sido probada científicamente, ni se tiene conocimiento de ningún ensayo clínico controlado publicado en alguna revista indexada del mundo que dé respaldo a tales aplicaciones potenciales. Quienes apoyan estas ideas sostienen que una pirámide de cartulina rígida y una brújula es suficiente para hacer los primeros experimentos. Sin embargo, el único ensayo clínico riguroso y detallado, publicado en una revista científica, no refrenda dicha afirmación (véase [2]). El ortopédico cubano Dr. Ulises Sosa Salinas ha difundido y colocado en Internet su libro "Energía piramidal: ¿mito o realidad?", donde se da cuenta de las bases teóricas que apoyarían a la piramidoterapia. Sin embargo, la obra de este autor ha sido al mismo tiempo objeto de duras críticas por su presunta falta de rigor científico (véase una exposición acuciosa en [3]).