Arjuna
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Árjuna es uno de los héroes del poema épico hindú Mahabhárata. Tercero de los cinco hermanos Pandava, Árjuna fue uno de los hijos nacidos de Kunti, primera esposa de Pandu.
En idioma sánscrito, su nombre (अर्जुन) arjuna significa ‘plateado’, ‘blanco’. Proviene de la misma raíz indoeuropea que generó el latín argentum (plata).
[editar] Acerca de Árjuna
Árjuna era un arquero magistral y desempeñó un papel central en la lucha entre los Pandavas y sus adversarios, los hijos de Dhritarashtra; conocidos como los Kauravas. Al principio, Árjuna estaba reacio a participar en la batalla, debido a la matanza que sabía que iba a causar en las filas enemigas, que incluían a muchos de sus propios familiares. Sin embargo, fue persuadido por su auriga y amigo cercano, el dios Krishna, para cambiar de opinión. El diálogo entre ambos acerca de los temas involucrados en la guerra —el valor, el deber del guerrero, la naturaleza de la vida humana y el alma y el papel de los dioses— conforman el argumento del Bhagavad Gita, uno de los episodios claves en la epopeya del Mahabhárata. Él desarrolla también el papel principal en el asesinato de Karna, su archienemigo; en realidad su desconocido hermano que peleaba en el bando de los Kauravas.
Algunas fuentes afirman que la leyenda de Arash, “el arquero parto” de la mitología persa, mantiene algún parecido con la de Árjuna; producto según éstas, de su compartida herencia indo-irania. Sin embargo, siendo Árjuna parte fundamental del Mahabhárata y uno de los personajes principales, el resto de los personajes relevantes no son mencionados en la historia de Arash. Por último, investigadores indios han descubierto ruinas bajo el mar, ante la costa occidental de la India, en la ubicación que habría tenido Dwaraka (la ciudad de Krishna). Eso sería indicativo de que el Mahabhárata bien pudo tener relación con eventos reales en la historia de India, y no ser sólo una historia mítica.
[editar] Nacimiento
Pandu mató involuntariamente —al confundirlos con una pareja de venados— a una pareja de sabios que estaban teniendo una relación sexual. Al morir el sabio lo maldijo para que muriera la próxima vez que penetrara a una mujer. Por lo tanto Pandu era incapaz de engendrar un hijo. Su primera esposa, Kunti, había recibido en su juventud una bendición del santo varón Durvasa, que le permitiría invocar a la deidad de su preferencia y concebir un hijo con ésta. Pandu y Kunti decidieron hacer uso de tal dádiva; Kunti invocó por turnos a Yamarash (el dios de las prohibiciones, Dharmaraja), Vayu (el dios del viento) e Indra (el rey de los dioses) dando a luz a tres hijos. El tercero fue Árjuna, nacido de Indra, rey de los semidioses Devas.
[editar] Personalidad
Árjuna es representado como una personalidad íntegra y equilibrada, una mente sana en un cuerpo sano, una persona de quien cualquier madre, esposa y amigo pudieran estar orgullosos. Hijo del dios Indra, de Árjuna se decía que tenía buena constitución y era extremadamente guapo; exitoso con las mujeres, se casó en cuatro ocasiones, que se detallan posteriormente. Árjuna fue fiel y leal a sus amigos (su mejor amigo era el gran guerrero Satyaki); disfrutó a largo de su vida de una gran compenetración con su primo (hijo de Vasudeva, hermano de Kuntī) y cuñado (hermano de su esposa Subhadrā) Sri Krishna. También era sensible y considerado, como lo demuestran sus reservas acerca de la guerra de Kurukshetra, lo que motiva a Krishna a instruirlo mediante la impartición del Gita. Su sentido del deber era acendrado; en una ocasión prefirió ir al exilio que rehusarse a auxiliar a un brahmín, historia que se detalla posteriormente.
[editar] Estudiante diligente
Árjuna es mejor conocido por su condición de combatiente. Los cimientos de su carrera como guerrero fueron configurados cuando él era muy joven; Árjuna fue un estudiante dedicado y sobresaliente; aprendiendo a conciencia todo lo que su gurú Drona Acharya pudo enseñarle, obteniendo tempranamente el grado de ati rathi, o guerrero excepcional.
[editar] La leyenda del ojo del pájaro
Todo colegial indio ha escuchado muchas veces la historia de la proverbial concentración de Árjuna en el estudio. En una ocasión, Dronacharya decidió probar a sus alumnos; colgando de la rama de un árbol un pájaro de madera, convocó a sus estudiantes. Uno por uno les pidió apuntar con su arco al ojo del ave, y mantenerse prestos a disparar, así; cuando estuvieron listos, les pedía que describieran todo lo que veían. Los estudiantes describieron el jardín, el árbol, las flores, la rama del árbol de la que pendía el ave; así como el pájaro mismo. El gurú les pedía entonces bajar su arma y hacerse a un lado. Cuando llegó el turno de Árjuna, él respondió a su mentor que todo lo que veía era el ojo de su presa. Tal es un ejemplo clásico de su capacidad de concentración.
[editar] Draupadi
Su habilidad en el manejo del arco estaba destinada a reportarle una utilidad insospechada; le hizo ganar la mano de Draupadī, su primera esposa, hija de Drupada, rey de Panchala. Drupada convocó a un concurso para encontrar una pareja adecuada para su hija. Un pescado de madera fue suspendido en lo alto, sobre un estanque; haciéndolo girar en círculo. A los concursantes se les pedía templar un pesado arco y atinar una flecha en el ojo del pez giratorio. Sólo se les permitía usar, para apuntar; el reflejo del pez en la superficie del estanque. Muchos príncipes y nobles competirían por la mano de la princesa de Panchala. Algunos, (incluyendo a Karna, otro héroe del Mahabhárata) fueron descalificados sobre la base de su pobre linaje. Sin embargo, aunque en ese momento los Pandavas y su madre tenían que mantenerse escondidos; Árjuna se presentó prudentemente disfrazado como un brahmán de noble cuna, y le fue permitido competir. Tanto mejor así, ya que fue Árjuna; el incomparable arquero, el único capaz de llevar a cabo la tarea impuesta, y así obtuvo la mano de Draupadi.
Los cinco hermanos Pandava habían asistido al torneo sin haberle informado a Kunti, su madre. Retornando a casa de manera triunfal, trayendo con ellos a la princesa Draupadi, desde fuera de la casa gritaron: “Madre, nunca creerías lo que traemos aquí, ¡adivina!”. Ocupada como estaba con sus labores, Kunti rehusó ser distraída. “Cualquier cosa que sea, compártanla equitativamente entre ustedes, y no discutan más acerca de ello” contestó. Los hermanos tomaban tan en serio aún los comentarios más casuales de su madre, que decidieron convertir a Draupadi en su esposa común. Esto habla acerca de la magnanimidad de Árjuna, pues a pesar de haber ganado a su prometida en singular combate, estaba dispuesto a “compartirla” con sus hermanos voluntariamente. Una posible razón era evitar cualquier motivo de desavenencia o rivalidad entre los hermanos.
[editar] Sentido del deber
Los hermanos acordaron un protocolo que regulaba sus relaciones con Draupadi, su esposa en común. Un punto importante de este acuerdo era que ningún hermano podría importunar a la pareja cuando otro hermano se hallase a solas con Draupadi; bajo pena de sufrir un año de exilio. Una vez, cuando los Pandavas aún reinaban sobre la próspera ciudad de Indraprastha, un brahmín llegó presa de gran agitación ante Árjuna buscando su ayuda; una banda de abigeos habían diezmado su rebaño, no tenía a quién recurrir salvo a Árjuna para remediar su situación. Árjuna se encontró ante un dilema: sus armas se encontraban en la habitación donde Draupadi y Yudhishthira pasaban, a solas, la noche. Interrumpirlos le haría acreedor a la sanción acordada. Árjuna dudó un momento; en su mente, salir en ayuda de uno de sus vasallos en apuros, especialmente un brahmín, era la raison d’etre de un príncipe. La perspectiva del exilio no le impediría cumplir con su deber ayudando a un súbdito. Interrumpiendo a la amante pareja, tomó su armamento y cabalgó hasta someter a los ladrones. Tras finalizar su cometido; insistió, por encima de las protestas de toda su familia, incluyendo a la pareja ofendida, en cumplir con lo acordado y partió hacia el exilio.
[editar] Enlaces matrimoniales
Adicionalmente a Draupadi, Árjuna contrajo matrimonio con otras tres damas, que llevaron por nombre Chitrangada, Ulupi y Subhadra. Estos eventos ocurrieron durante el periodo de exilio que tuvo que sufrir por haber interrumpido a Draupadi y Yudhishthira en sus habitaciones privadas.
Chitrangada: Árjuna viajó a todo lo largo y ancho de India durante su exilio. Sus vagabundeos lo llevaron a la antigua Manipur en los Himalayas orientales, un reino casi místico reconocido por su belleza natural. Ahí conoce a la gentil Chitrangada, hija del rey de Manipur, y se vio motivado a solicitar su mano en matrimonio. Su padre el rey objetaba la proposición dado que, de acuerdo a las costumbres matrilineales de su pueblo, el hijo nacido de Chitrangada sería el heredero al trono de Manipur; y él no podía permitir que su heredero saliera de Manipur llevado por su padre. Árjuna aceptó la condición de no poder llevarse a Chitrangada ni a un hijo nacido de ella fuera de Manipur, y se casó con la princesa sobre esta premisa. Un hijo, al que llamaron Babruvahana, nació de la feliz pareja; más tarde sucedería en el trono a su abuelo como rey de Manipur.
Ulupi: Cuando Árjuna se encontraba en Manipur; Ulupi, una princesa Naga - mitad humana, mitad serpiente- de carácter dulce y noble, se enamoró perdidamente de él. Consiguió secuestrarlo tras drogarlo con un potente brebaje y lo hizo transportar a sus dominios en el inframundo. Ahí indujo a un reacio Árjuna a tomarla como esposa. Más tarde la generosa Ulupi restituyó a Árjuna a la doliente Chitrangada. Ulupi posteriormente hizo mucho por el bienestar y la felicidad no sólo de Árjuna, si no también de Chitrangada y el joven Babruvahana. Desempeñó un papel muy importante en la formación de Babruvahana, desarrollando una gran influencia sobre él, y finalmente fue ella quien resucitó a Árjuna tras ser muerto en la batalla por su hijo Babruvahana.
Subhadra: Árjuna decidió pasar la última parte de su exilio en Dwaraka, lugar de residencia de sus primos Balarama, Krishna y Subhadra, que eran hijos de Vasudeva, hermano de su madre. Aquí, él y su prima se enamoraron uno del otro. Esta situación se vio favorecida con el apoyo de Krishna, quien siempre fue muy cercano a Árjuna y deseaba sólo lo mejor para su hermana Subhadra. Sabiendo que la familia entera no vería con buenos ojos la perspectiva de ver convertida a Subhadra en la cuarta esposa de su primo Árjuna, Krishna facilitó la huída de la pareja y su fuga hacia Indraprastha. En un vericueto de la historia, por consejo de Krishna, es Subhadra quien conduce el carro desde Dwaraka hasta Indraprastha. Krishna utiliza este hecho para convencer a la familia que Subhadra no ha sido sometida, si no por el contrario, ha sido ella quien ha secuestrado a Árjuna.
Un solo hijo, Abhimanyu, fue procreado por Árjuna y Subhadra. Parikshit (hijo de Abhimanyu y Uttara, nacido tras la muerte de Abhimanyu en el campo de batalla) estaba destinado a ser el único heredero sobreviviente de todo el clan Kuru, y sucesor de Yudistira como emperador del reino Pandava.
[editar] Gandiva
Enseguida de su regreso a Indraprastha, Árjuna visita el bosque de Khandava en compañía de Krishna. Se encuentran con Agni, el dios ígneo, quien pide su ayuda para lograr consumir el bosque en su totalidad. Takshaka –el rey –serpiente-, amigo de Indra, vive en él y por ello Indra ocasiona que llueva cada vez que Agni intenta quemarlo. Les es revelado que el dios-fuego debe hacer esto si desea verse aliviado de una enfermedad que lo aqueja, de ahí la importancia de destruir el bosque. Árjuna le dice que puesto que ha sido entrenado en el manejo de armas divinas, debe tener un arco excepcionalmente poderoso, capaz de resistir el poder de los astras –armas- de Indra; un arco indestructible. Agni entonces invoca a Varuna, quien entrega a Árjuna el Gandiva, un arco increíblemente poderoso, que asegura a su poseedor la victoria absoluta en combate. Este arco desempeñará un gran papel en las batallas en el porvenir de Árjuna. Adicionalmente, le concede a Árjuna un carro de origen divino, con poderosos e infatigables caballos, que no pueden ser heridos por las armas normales.
Árjuna dice a Agni que proceda con el fuego, y en el proceso tiene lugar un duelo con su padre, batalla que dura varios días con sus noches. Una voz del cielo proclama vencedores a Árjuna y Krishna, y ordena a Indra retirarse.
[editar] Maya Sabha
Durante el incendio del bosque, Árjuna decide indultar a un asura (demonio) llamado Maya, quien era un talentoso arquitecto. En muestra de su gratitud, Maya le construye a Yudhisthira, un majestuoso palacio real, sin parangón en el mundo. Es este castillo quien provoca el apogeo de la envidia de Duroyodhana, originando el desarrollo de la partida de dados.
[editar] En el exilio
Después de su regreso a Indraprastha, varios sucesos cruciales en el Mahabhárata tienen lugar; culminando con el exilio de los cinco hermanos Pandava y Draupadi, su esposa en común. El entrenamiento de Árjuna en este periodo será particularmente importante en la guerra que se avecina.
[editar] Paśupata
Durante el quinto año de su exilio, Árjuna deja a los demás y se marcha a hacer penitencia ante el dios Shiva, para obtener así la Paśupata, arma personal de Shiva, una tan poderosa que no tenía contra-arma. Árjuna realiza penitencia durante largo tiempo. Shiva, complacido con su esfuerzo, aparece ante él disfrazado como un grosero cazador que reta a pelear a Árjuna. Los dos se enzarzan en un intenso duelo. Árjuna, dándose cuenta de la identidad del cazador al progresar la pelea, cae postrado a los pies de Shiva. Es entonces que Shiva le concede el conocimiento de la Paśupata.
Después de obtener su astra, prosigue su viaje a Indraloka (el Cielo) pasando algún tiempo con su padre, y adquiriendo un mayor entrenamiento de parte de los devas. Adicionalmente, destruyó a los Nivata Kavachas y a los Kalakeyas, dos poderosos clanes asuras residentes de los cielos, que amenazaban a los dioses. Estos clanes habían obtenido del dios Brahmā la promesa de ser imbatibles ante los dioses. Siendo Árjuna un mortal, pudo así destruirlos merced a su entrenamiento.
[editar] La maldición de Urvashi
Mientras Árjuna se encontraba en Indraloka, la apsara (ninfa) Urvashi le propuso sostener relaciones. Urvashi estuvo casada una vez con un rey llamado Pururavas, dando a luz a un hijo llamado Ayus, fruto de esa unión. Siendo Ayus un antepasado distante de Árjuna, ésta consideraba a Urvashi como una madre. Árjuna le recordaba a ella de éste parentesco mientras rechazaba sus intentos. Otra creencia indica que, al ser Indra el padre de Árjuna y Urvashi una de las cortesanas de su corte, Árjuna la veía como una de las mujeres de su padre. Urvashi, molesta por su rechazo, le dijo que una apsara no es hermana ni madre de nadie. Urvashi increpaba a Árjuna diciendo que una ninfa no tiene por qué preocuparse de relaciones terrenales de ningún tipo. A pesar de todo, Árjuna no podía sobreponerse a sus escrúpulos; “Soy un niño a tu lado”, le dijo. Vejada por su respuesta, Urvashi maldijo a Árjuna para que se volviera eunuco. Al pedirle Indra que redujera su maldición, la modificó para hacerla durar solo un año, y Árjuna podía elegir cuál año de su vida pasar como un eunuco. Finalmente esta maldición resultó benéfica: Árjuna la utilizó como un disfraz muy efectivo para el periodo de un año en el que él, sus hermanos y Draupadi tuvieron que vivir de incógnito en el exilio.
[editar] El año de incógnito
Después de pasar doce años en los bosques, los Pandavas debían pasar el decimotercer año en el exilio de incógnito, como parte de lo estipulado en el acuerdo con los Kauravas. Este año transcurre para ellos disfrazados en la corte del rey Virata. Árjuna hace uso entonces de la maldición de la apsara Urvashi y escoge este último año para pasarlo como eunuco y asume el nombre de Brihannala. Al finalizar el año, Árjuna vence, él sólo, a las huestes de Kauravas que habían invadido el reino de Virata. Como reconocimiento a su valor y habiendo sido advertido de la verdadera identidad de los Pandavas, el rey Virata le ofrece la mano de su hija Uttara a Árjuna en matrimonio. Este rehúsa aduciendo la diferencia de edades así como el hecho de considerar a Uttara como una hija en virtud de haber sido, como eunuco, su tutor en canto y danza. Propone entonces que Uttara se case con su hijo más joven; Abhimanyu. Esta boda tuvo lugar a su debido tiempo, el hijo póstumo de esa unión estaba destinado a ser el único heredero sobreviviente de todo el clan Kuru.
[editar] Árjuna y Hánuman
Además de la guía y atención personal de Krishna, durante la gran batalla de Kurukshetra Árjuna tuvo el apoyo del antiquísimo antropoide Hánuman, sirviente del dios Rāma (quien había vivido en la India 800 000 años antes).
Árjuna entró al campo de batalla portando el estandarte de Hánuman en su carro. El incidente que desembocó en esto fue un encuentro anterior entre Hánuman y Árjuna; Hánuman se le apareció a Árjuna bajo la figura de un pequeño mono parlanchín en Rameshwaram, donde Sri Rama había construido un gran puente para cruzar a Lanka para rescatar a Sita. Al escuchar el extrañamiento de Árjuna acerca del porqué Sri Rama prefirió la ayuda de los monos en vez de construir un puente de flechas, Hánuman (siempre bajo la forma del mico) le retó a construir uno capaz de sostenerle a él solo. Sin sospechar la verdadera identidad del mono, Árjuna aceptó el reto. Hánuman procedió entonces a destruir repetidamente los puentes construidos por Árjuna, quien se deprimió tanto que llegó al grado de decidir tomar su propia vida. Entonces apareció Vishnu ante ambos, amonestando a Árjuna por su vanidad, y a Hánuman por hacer aparecer incompetente a un guerrero consumado. Como un acto de penitencia, Hánuman accedió a ayudar a Árjuna, estabilizando y reforzando su carro durante la gran batalla que se avecinaba.
[editar] El estallido de la guerra
Al finalizar el periodo de su exilio, los Pandavas buscan que los Kauravas les regresen su reino, como lo habían prometido. Estos se rehúsan a cumplir lo pactado; estalla la guerra.
[editar] El Bhagavad Gita
Balarama, soberano de Dwaraka y medio hermano de Krishna, decide no tomar partido en la guerra, por estar los Yadavas emparentados tanto con los Kauravas como con los Pandavas. Sin embargo, Krishna en su forma humana, decide estar cerca de Árjuna para protegerlo. Krishna se convierte así en el auriga personal de Árjuna durante la batalla de 18 días y protege a éste en numerosas ocasiones de todo daño y aún la muerte. Debe ser mencionado que el término Auriga o cochero, aplicado a Krishna, se interpreta como “aquel que guía”, o bien “el que muestra el camino”; además de proteger a Árjuna de todo infortunio, Krishna le muestra a Árjuna el camino correcto al revelarle el Bhagavad Gita en las horas previas al comienzo de la batalla.
Esto sucede así: Al ver colocarse a ambos ejércitos en sus formaciones de batalla, el corazón de Árjuna se ensombrece. Ve ante sí a su propio pueblo; los mayores de su clan, en cuyas rodillas alguna vez fue mecido cuando niño, a su propio gurú Dronacharya, quien le enseñó por vez primera a templar el arco, hace tantos años. Valdrá la pena, se pregunta, aniquilar a su propia gente por el bien del reino? Árjuna siente flaquear a su espíritu en esta crucial coyuntura, justo antes de comenzar la pelea y se vuelve a Krishna solicitando su guía.
Es en este momento que el dios Krishna le revela el Bhagavad Gita a Árjuna. Va más allá del propósito de esta página el comentar la sabiduría contenida en uno de los más reverenciados libros sagrados hindúes, baste hacer notar que el dios insta a Árjuna a luchar por imponer lo correcto, sin consideración sufrimiento personal, el costo o la posible recompensa. El cumplimiento del deber moral, le dice, tiene preferencia sobre cualquier otro propósito, ya sea espiritual o material, en esta vida.
El Bhagavad Gita es la trascripción ideal de la conversación entre el dios Krishna y Árjuna. La relación existente entre Árjuna y Krishna representa uno de los ideales de la humanidad: el hombre guiado directamente por Dios. El Bhagavad Gita muestra al dios confortando y guiando a un mortal que se enfrenta a una terrible crisis moral, y es uno de los más importantes libros del hinduismo.
[editar] La guerra de Kurukshetra
Así, fortalecido en su convicción de la rectitud del curso de acción escogido, Árjuna empuña las armas para desarrollar el papel determinante en la victoria de los Pandavas.
[editar] La muerte de Karna
Durante la batalla, Árjuna da muerte a su medio hermano Karna, otro formidable guerrero que peleaba en el bando de los Kauravas y en contra los Pandavas. Este acto fratricida es cometido en la ignorancia de Árjuna de la existencia del parentesco. Karna y Árjuna desarrollan una terrible rivalidad cuando Karna busca venganza sobre el maestro de Árjuna y la familia real por haberlo humillado. Árjuna es provocado todavía mas cuando Karna insulta a la esposa común de los Pandavas; Draupadi, y participa indirectamente en el asesinato de Abhimanyu, hijo de Árjuna; durante la batalla. Esta terrible rivalidad personal llega a su clímax en una batalla de proporciones atemorizantes. Durante un largo, largo tiempo, poderosas armas son lanzadas por ambos guerreros a un ritmo increíble; sin descanso. El valor y destreza de ambos provoca que el resto de los millones de combatientes se maravillen. Karna, a sabiendas de que su apoyo al mal será su propia condena; monta, a pesar de todo, su mejor ataque y utiliza todo su poder, fuerza y conocimiento en lanzar dos golpes; el primero destinado a deslumbrar a su enemigo y el segundo con la intención de aniquilarlo. Pero el dios Krishna salva a su devoto amigo Árjuna en ese momento crucial, y aunque pudiera decirse que en es momento Karna sobrepasó en habilidad a Árjuna, sus pecados también cobran tributo. Krishna conmina a Árjuna a dar muerte a Karna mientras éste trata de levantar su carro; recordándole la aparente falta de piedad y respeto a las reglas de la guerra mostrados por él al dar muerte a Abhimanyu, hijo de Árjuna, de forma tan brutal como terrible. Así, Árjuna mata a Karna. Finalmente, no es la habilidad de Árjuna, si no los pecados de Karna; lo que le condena, señalando así dentro del Mahabhárata cómo las acciones de un individuo sirven para marcar su destino, así como la necesidad de vivir una vida virtuosa.
[editar] El asesinato de Jayadratha
En otra batalla memorable, Árjuna aniquila por completo un akshauhini, o 109 350) de soldados Kauravas en un día; para vengar el terrible asesinato de su hijo Abhimanyu, quien fuera muerto por la totalidad de los más fuertes guerreros del ejército Kaurava, atacándole simultáneamente cuando Abhimanyu se encontraba exhausto y privado de armamento, atrapado en una formación de la que era imposible escapar para cualquiera, excepto Drona, el general de los Kuru, Árjuna, Krishna y el hijo de éste; Pradyumna.
Habiendo pedido morir si fallaba en matar al rey Sindhu, Jayadratha, a quien señalaba como principal reponsable antes de finalizar el día, Árjuna en el proceso da muerte a un akshauhini entero. Al alcanzar el clímax, con el sol a punto de ponerse y con miles de guerreros todavía separando a Árjuna de Jayadratha, el dios Krishna, su cochero, atendiendo a la plegaria de su amigo, eleva su chakra Sudarshana para cubrir al sol, simulando el ocaso. Los guerreros Kaurava se regocijan ante la derrota e inminente muerte de Árjuna, y durante un instante Jayadratha se ve expuesto, Krishna apresura a Árjuna y éste dispara una poderosa flecha que decapita a Jayadratha. La mención de este acto de protección de Krishna a su virtuoso amigo y discípulo, estaría incompleta sin mencionar que el padre de Jayadratha, el viejo y ruin rey Vridhakshtra había vaticinado a su hijo que cualquiera que causara que su cabeza tocara el suelo, moriría al estallar su propia cabeza. La cabeza de Jayadratha es llevada por la flecha hasta las propias manos de su padre, que se encontraba meditando cerca del campo de batalla. Este, sobresaltado, deja caer la cabeza y muere víctima de su propia maldición.
[editar] Después de la guerra
Al finalizar la guerra, los Pandavas se hacen cargo de Hastinapura, el reino indiviso de sus ancestros. Su gran victoria, el apoyo ganado para su causa y la derrota de los muchos reyes que apoyaban a las Karauvas; todo esto reunido, les hace sentir que es el momento de correr un último riesgo: la realización del aśvamedha yajña (‘sacrificio de caballo’), con posterioridad al cual el título de chakravarti (emperador) puede reclamarse.
El sacrificio requiere que, tras algunos rituales preliminares, un caballo sea liberado a vagabundear a voluntad. Los reyes sobre cuyos reinos transite el caballo, tienen dos opciones: pueden aceptar al dueño del caballo (en este caso, Yudishthira, el mayor de los Pandavas) como su propio amo y señor y ofrecerle sumisión; o bien resistirse y entrar en guerra. Árjuna lidera el ejército que sigue al caballo en sus vagabundeos, teniendo ocasión de recibir el sometimiento de muchos reyes, con o sin confrontación armada. Se convierte así en instrumento de la expansión de los dominios Pandavas.
A su debido tiempo los hermanos Pandava deciden, ya en edad avanzada, renunciar al mundo. Ellos encomiendan su reino a Parīkshit, hijo de Abhimanyu y nieto de Árjuna. Los Pandavas, incluyendo a Árjuna, se retiran a los Himalayas donde finalmente abandonan el mundo.
[editar] Otros nombres de Árjuna
- Partha (hijo de Prithā, otro nombre de la reina Kuntī)
- Jishnu (el Incontenible)
- Kiriti (diadema brillante, nombre otorgado por Indra)
- Śweta Vahana (el de las monturas brillantes)
- Bhībhatsu (el justiciero)
- Vijaya (el victorioso)
- Phalguna (el nacido bajo la constelación “Uttara Phalguna”)
- Savya Sachi ( el [arquero] ambidiestro)
- Dhanañjaya (ganador de dinero)
- Gandīvi (el dueño del arco Gandīva)
- Krishna (el oscuro), nombre dado por Pandu por su admiración a su sobrino dios)
- Kapi Dhwaja (con el estandarte del mono, divisa de Hánuman)
- Gudakesha (conquistador del sueño, dado en su niñez al practicar el tiro con arco en la oscuridad de la noche)
[editar] Kannappa: la reencarnación de Árjuna
De acuerdo al libro del Swami Sivananda, Los sesenta y tres santos del Nayanar (pág. 44), algunas tradiciones saivitas creen que Kannappa fue la reencarnación de Árjuna. De acuerdo a la leyenda puránica, cuando Árjuna quería obtener el astra Paśupata del Señor Śiva, se puso a meditar en el Señor, pero cuando Śiva se le apareció bajo el aspecto de un cazador, Árjuna no pudo reconocerlo. Así, de acuerdo a esta tradición, Árjuna debía volver a nacer como un cazador y venerar al dios antes de obtener la liberación final.