Batalla de Lepanto
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Batalla de Lepanto | |
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Parte de: Invasión otomana en Europa | |
![]() La Batalla de Lepanto por Paolo Veronese |
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Fecha: 7 de octubre de 1571 | |
Lugar: Golfo de Corinto | |
Resultado: Victoria de la Liga Santa | |
Beligerantes | |
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Comandantes | |
Don Juan de Austria | Alí Bajá |
Fuerzas en combate | |
206 galeras, 6 galeazas | 220-230 galeras, 50-60 galeotas y fustas |
Bajas | |
7.600 bajas, 12 galeras | 30.000 bajas, 190 naves, 12.00 cautivos cristianos liberados |
Esta Batalla Naval de Lepanto tuvo lugar el 7 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto, situado en el Peloponeso (Grecia). A pesar de la participación aliada, la victoria se puede considerar española dado que el verdadero combate lo sostuvieron los tercios embarcados.
Se enfrentaron los turcos otomanos contra una coalición cristiana, llamada Liga Santa, y formada por España, Venecia y la Santa Sede.
Los cristianos resultaron vencedores, salvándose solo 30 galeras turcas. Se frenó así el expansionismo turco por el Mediterráneo occidental.
La armada aliada estuvo al mando de don Juan de Austria, secundado en la armada española por Álvaro de Bazán, Luis de Requesens y Gian Andrea Doria, mientras que la veneciana iba capitaneada por Sebastián Veniero y la pontificia por Marco Antonio Colonna. Entre todos reunían más de 200 galeras, 6 galeazas y otras naves auxiliares.
La escuadra turca, al mando de Alí Baja, señor de Argel y gran marino a las órdenes del sultán turco Selim II, contaba con 260 galeras.
En esta batalla participó Miguel de Cervantes, que resultó herido, sufriendo la pérdida de movilidad de su mano izquierda, sin que le fuera mutilada. Cervantes calificó por escrito a la batalla como "la mayor ocasión que vieron los tiempos".
Tabla de contenidos |
[editar] Antecedentes
[editar] Antecedentes de la Liga Santa
En 1570, después de unos años de tranquilidad, los turcos inician una expansión atacando varios puertos venecianos del Mediterráneo Oriental. Atacan Chipre con 300 naves y ponen sitio a Nicosia.
Venecia pide ayuda a las potencias cristianas, pero sólo el Papa Pío V les responde. El Papa consigue convencer al rey de España para que también ayude, y se forma una armada para enfrentarse a los turcos. Esta armada se reúne en el puerto de Suda, en la isla de Candia, (Creta).
- Por parte Veneciana hay 136 galeras, 11 galeazas y 14 naves, al mando de Jerónimo Zanne, Antonio de Canale y Jacobo Celsi.
- Las fuerzas pontificias son 12 galeras al mando de Marco Antonio Colonna.
- Felipe II aporta 50 galeras mandadas por Juan Andrea Doria, que debía ponerse a las órdenes de Colonna.
En total suman 187 galeras, 11 galeazas, un galeón 7 naves más, con un total de 1.300 cañones y 48.000 hombres, de los que solo 16.000 son gente de guerra.
Mientras los generales cristianos discuten la forma de hacer frente a la situación, el 9 de septiembre los turcos toman Nicosia. Juan Andrea Doria, al ver que no hay acuerdo posible entre las fuerzas cristianas, decide volverse a Sicilia el día 5 de Octubre.
En su regreso a sus bases, las fuerzas venecianas y pontificias sufren un temporal en el que se pierden 14 de las galeras venecianas.
El Papa y Venecia culpan al almirante español del fracaso de la operación.
Los motivos de Juan Andrea Doria para no emprender un ataque contra fuerzas turcas superiores se basaban en el mal estado de las dotaciones y del armamento de las galeras de Venecia.
[editar] La Liga Santa
Ante el fracaso de esta expedición, Pío V reúne a plenipotenciarios españoles y venecianos para tratar de tomar medidas efectivas contra la expansión turca por el Mediterráneo. Las discusiones se centran sobre las misiones de la liga y la duración de la concentración de fuerzas, con posturas encontradas entre venecianos y españoles. Los primeros quieren restringir su ámbito al Mediterráneo Oriental, mientras que los españoles quieren incluir las costas del norte de África.
Gracias al empeño personal del Papa, el 24 de mayo de 1571 se llega a una solución de compromiso:
- La duración será ilimitada.
- Servirá tanto para atacar a Turquia como para atacar las plazas turcas del norte de África.
- La armada estará formada por 200 galeras, 100 naves, 50.000 infantes y 4.500 jinetes.
- Esta armada deberá estar preparada para entrar en acción en abril de cada año.
- España sufragará tres sextos de los gastos, Venecia dos sextos y la Santa Sede el sexto restante.
- El generalísimo de la liga será D.Juan de Austria, y cada nación aportará un Capitán General. Estos tres capitanes generales, reunidos en consejo,acordarán el plan anual de operaciones.
- Ninguna de las partes podrá ajustar tregua ni paz con el enemigo sin participación y acuerdo de las otras dos.
- El generalísimo no llevará estandarte propio ni de su nación, sino el especial de la Liga.
Una vez aprobado el tratado, el Papa intenta que se unan al mismo Portugal, Francia y Austria, sin conseguirlo. Francia incluso pactó con los turcos.
Mientras tanto, los turcos continúan con su campaña de conquista de Chipre, y forman una escuadra de 250 velas y 80.000 hombres para devastar y saquear algunos de los puertos venecianos del Adriático.
El 4 de agosto, por falta de vituallas, cae Famagusta, con lo que se completa la conquista turca de Chipre.
[editar] Reunión de las escuadras
Una vez escogido el puerto de Mesina como punto de reunión de las escuadras, comienzan a llegar al mismo las diferentes escuadras.
Los primeros son los venecianos, que llegan el 23 de julio y traen, por ahora, 48 galeras y cinco galeazas.
Poco después llegan las 12 galeras del Papa bajo el mando de Colonna.
Juan de Austria y Sancho de Leiva salen de Barcelona el 20 de julio con las galeras de España. Recalan en La Spezia para recoger tropas alemanas e italianas, y llegan a Nápoles el 9 de agosto, donde el 14 recibe Juan de Austria el estandarte y las insignias de la Liga Santa, diseñados por el Papa y en el que aparecen los símbolos de las tres naciones. Llegan a Mesina el 23 de agosto.
Faltan por llegar las escuadras de Álvaro de Bazán, Juan Andrea Doria, Juan de Cardona y 60 galeras venecianas. A primeros de septiembre ya está toda la flota reunida, y su composición es:
- Venecia:
- 6 galeazas
- 106 galeras
- 2 naves
- 20 fragatas.
- España:
- 90 galeras
- 24 naves
- 50 fragatas y bergantines.
- Estados Pontificios:
- 12 galeras
- 6 fragatas.
Las galeazas eran los navíos más potentes gracias a su gran aportación artillera. Las galeras eran impulsadas por remeros profesionales o por la chusma, gente que había sido condenada, por cualquier delito, a este duro trabajo.
Las piezas artilleras de toda la escuadra eran 1.250.
Pese a la gran cantidad de navíos reunidos a Juan de Austria le preocupaba el mal estado de muchos de ellos, debido a que muchas de las galeras italianas se habían construido rápidamente y otras tenían los espolones desgastados o podridos a causa de sus largas esperas en los puertos de amarre. Pese a ello se decidió que podrían aguantar.
La Liga Santa logró reunir un total de 91.000 soldados, marineros y chusma. 34.000 soldados, 13.000 tripulaciones y 45 galeotes. Por parte española eran 20.000 los soldados, de los cuales solo 8.000 eran nativos de España. Además se unieron 1.900 caballeros y aventureros.
Debido a la escasez de gente en las galeras venecianas, Juan de Austria decide embarcar en ellas a 4.000 infantes españoles1, para reforzar su guarnición. También embarca a 500 arcabuceros españoles en cada galeaza.
1Al decir infantes o arcabuceros españoles se quiere decir al servicio de España, ya que parte de ellos eran italianos o alemanes.
[editar] Salida a la mar de la flota cristiana
El 15 de septiembre salen las naves de Cesar Ávalos, para esperar al resto de la flota en el Golfo de Tarento.
El 16, sale el resto de la flota cristiana. En vanguardia van 8 galeras exploradoras, al mando de Juan de Cardona, general de la escuadra de Sicilia. Sus órdenes son ir 8 millas por delante del grueso de la fuerza.
El resto de la fuerza va dividido en cuatro cuerpos. Su formación era la del águila, pero sin pico.
- El primero, que será el cuerno derecho en combate, lo manda Juan Andrea Doria, con 54 galeras. Llevan grímpolas verdes.
- El segundo, que será el centro en combate, lo manda Juan de Austria, y lleva 64 galeras con grímpolas azules.
- El tercero, cuerno izquierdo en combate, lo manda Agustino Barbarigo y son 53 galeras con grímpolas amarillas.
- Y el cuarto, que es la escuadra de socorro o de reserva en combate, lo manda Álvaro de Bazán. Está formado por 30 galeras con grímpolas blancas.
Cada uno de estos cuerpos lleva dos galeazas, que en caso de combate se pondrán por delante de la formación principal. Los cuerpos están formados sin tener en cuenta la procedencia de las buques, intercalando buques venecianos, españoles y pontificios.
Encuentran tiempo borrascoso y vientos contrarios, lo que les impide pasar Otranto hasta el 24 de septiembre, dejando atrás a las naves de vela.
Gil de Andrade, que lleva con sus galeras la exploración lejana, informa que la flota turca se encuentra en el golfo de Lepanto, al resguardo de sus castillos.
Juan de Austria decide dirigirse a Corfú, convocando consejo de guerra, ya que, al haber dejado atrás a las naves de vela, no disponen de medios de sitio para atacar los fuertes de Lepanto. Deciden embarcar seis piezas gruesas de artillería de la defensa de Corfú, y salen a la mar el 30 de septiembre.
Se plantea un problema de competencias entre Don Juan y los venecianos. El problema se origina en una galera veneciana, donde por defender cada uno a su gente, se enfrentan con las armas el capitán de la galera y el capitán de los soldados embarcados, resultando herido el veneciano. El almirante veneciano, Veniero, hace ahorcar al capitán de los soldados puestos por Don Juan, por lo que este convoca consejo de guerra, del cual excluye a Veniero, llamando a Barbarigo en su lugar. Juan Andrea Doria se manifiesta partidario de volverse a España y dejar solos a los venecianos, a los que considera poco de fiar, dada su experiencia anterior. Los generales al servicio de España que hablan después de él, defienden esta postura, pero Álvaro de Bazán opina lo contrario. Dice que el hecho de que Veniero haya hecho un disparate no es motivo para tirar por la borda todo el esfuerzo hecho hasta el momento. Los que hablan después de D. Álvaro apoyan su postura. Cierra el consejo D. Juan, diciendo Adelante, sigamos el parecer del marqués y Señores, ya no es hora de deliberar, sino de combatir, y deciden salir a la mar muy de mañana, formar línea de combate a 15 millas de las bocas de Lepanto y esperar 2 horas, y, si no saliese el enemigo, disparar sus cañones y volverse.
[editar] La Batalla
[editar] Preparativos de los cristianos
El 3 de octubre se hacen a la mar y se dirigen hacia Lepanto. El 7 de Octubre empiezan a avistar a la flota turca. A la vista de la cantidad de velas, algunos proponen reunión del consejo de guerra, a lo que D. Juan responde Señores, ya no es hora de deliberaciones, sino de combatir.
[editar] Preparativos de los turcos
Alí había llamado a todos sus almirantes para concentrar sus fuerzas en Lepanto. El último en llegar fue Mahomet, rey de Negroponte, con 60 galeras y 3.000 soldados.
En total reunieron 210 galeras, 63 galeotas y 92.000 combatientes, de los cuales 34.000 eran soldados, 13.000 tripulaciones y 45.000 galeotes. La chusma estaba compuesta de prisioneros cristianos capturados en distintas batallas o asedios. Además las piezas artilleras ascendían a 750, menores que las cristianas, aunque los arqueros llevaban flechas envenenadas y fueron muy útiles en los abordajes.
Al igual que la flota cristiana, están divididos en cuatro cuerpos. Su formación era de media luna.
- El primero, cuerno derecho, al mando de Mahomet Siroco, gobernador de Alejandría, formado por 54 galeras y 2 galeotas.
- El segundo, centro, mandado por Alí, general en jefe, con 87 galeras y 32 galeotas.
- El tercero, cuerno izquierdo, lo manda el corsario Cara Hodja (Kodja) con 61 galeras y 32 galeotas.
- El cuarto, o escuadra de reserva o socorro lo manda Murat Dragut, y tiene 8 galeras y 21 galeotas y fustas.
Las órdenes eran terminantes. El Gran Señor Selím ordenó a Alí salir a la mar en busca de los cristianos y combatirlos donde los encontrara.
Cuando avistan a la flota cristiana, Pentev y Uluch Alí recomiendan retroceder y ponerse bajo la protección de los castillos, pero Alí, cumpliendo órdenes, manda atacar.
[editar] El combate
![Fresco de la batalla en el Museo del Vaticano](../../../upload/shared/thumb/8/86/Fernando_Bertelli%2C_Die_Seeschlacht_von_Lepanto%2C_Venedig_1572%2C_Museo_Storico_Navale_%28550x500%29.jpg/180px-Fernando_Bertelli%2C_Die_Seeschlacht_von_Lepanto%2C_Venedig_1572%2C_Museo_Storico_Navale_%28550x500%29.jpg)
A las siete de la mañana las dos escuadras se divisan. En el lado cristiano, Barbarigo, al mando del cuerno izquierdo, recibe órdenes de pegarse a la costa todo lo que le sea posible, para evitar que las galeras turcas lo sobrepasen y hagan una maniobra envolvente. El centro se coloca a su lado, pero el cuerno derecho, al mando de Juan Andrea Doria, tarda en incorporarse a la formación, dejando un espacio libre entre el centro y el ala derecha.
Las galeazas, fuertemente armadas y artilladas, están situadas una milla por delante de la formación cristiana.
Los turcos tienen el viento en popa, pero, cuando están aproximándose, cambia el viento, lo que les obliga a emplear los remos.
Al llegar las primeras galeras turcas a la altura de las galeazas, estas abrieron un nutrido fuego de artillería y fusilería, lo que hizo que algunas naves turcas empezasen a hacer ciaboga. Alí aceleró su ritmo de boga, para así estar menos tiempo sometido al castigo, y los demás le imitaron.
Pero al acelerar la boga, el cuerno derecho turco se adelantó sobre el resto de la formación, por lo que entabla el combate contra el cuerno izquierdo cristiano. Algunas galeras turcas consiguen pasar entre las fuerzas de Barbarigo y la costa, y la galera de Barbarigo, la capitana del cuerno izquierdo cristiano, es atacada por varias galeras turcas. Barbarigo muere en el combate de un flechazo en un ojo, y, cuando su nave está a punto de ser apresada, todas las demás galeras de su grupo acuden en su auxilio, dando la vuelta a la situación y haciendo que los turcos se retiren. Varias galeras turcas varan en la costa, y sus tripulaciones huyen por tierra.
En el centro, la capitana de Alí (la Sultana) embiste, proa con proa, a la de Don Juan (la Real), dejando unidas a las dos embarcaciones en una plataforma de 110 metros. Al embicar con el golpe, recibe en su cubierta todo el fuego de artillería y fusilería de que es capaz la galera de Don Juan, lo que le produce muchas bajas, repuestas inmediatamente desde otras galeras. Las galeras de Colonna, Veniero, el Duque de Parma y Urbino se ponen al costado de la de Don Juan, con lo que se forma una piña de galeras cristianas y turcas en las que se lucha cuerpo a cuerpo. Álvaro de Bazán, con sus naves de socorro, interviene impidiendo que otras galeras turcas puedan unirse a esa piña, y envía 200 hombres de apoyo a la galera de Don Juan. Cae rendida la galera capitana turca y los cristianos se apoderan de su estandarte. La lucha duró una hora y media. Con esto, el centro de la flota turca queda deshecho, al igual que antes su flanco derecho. Alí Baja fue abatido por siete disparos de arcabuz y un soldado de los Tercios, Andrés Becerra, descolgó el estandarte otomano y un galeote cortó la cabeza de Alí ofreciéndosela a Juan de Austria. Éste la despreció con gesto de asco y ordenó que la arrojase al mar.
El ala izquierda turca, Uluch Alí ve que hay un hueco entre el centro y el ala izquierda cristianos, por lo que hace ademán de apartarse del centro turco, para que Juan Andrea Doria le siga y así aumentar la brecha. Cuando ve que ésta es suficiente, se lanza contra el costado derecho del centro cristiano, con sus 93 buques y la gente fresca, produciendo grandes daños a la capitana de Malta, a 10 galeras venecianas, a dos del Papa y a otra de Saboya. Juan de Cardona acude con 8 galeras y el de Bazán con la escuadra de reserva, consiguiendo detener el ímpetu del ataque turco, que estuvo a punto de cambiar la suerte del combate.
Uluch Alí, viendo que todo el centro cristiano se dirige a atacarle, y que las galeras de Doria están a punto de llegar, corta los remolques de las galeras que había apresado y consigue huir con 16 galeras.
Juan de Austria sufrió una herida en un pie.
Hasta la puesta del sol continúa el combate a base de escaramuzas entre galeras aisladas, y, al anunciarse mal tiempo, ordena Don Juan reunirse y marchar con las presas al puerto de Petala.
Al día siguiente volvieron los cristianos al campo de batalla para recoger y auxiliar a los buques desmantelados y a los náufragos.
[editar] Resultados de la batalla
En Petala se efectúa el recuento de bajas. Se contabiliza la pérdida de 12 galeras cristianas (aunque luego ascendieron a 40 por los graves daños sufridos) y de 7.600 hombres, de los que 2.000 eran españoles, 880 de la escuadra del Papa y el resto venecianos. 4.000 fueron heridos.
Se cuentan 190 galeras turcas apresadas, de las que solo 130 estaba útiles, quemando las otras 60. Se hicieron 5.000 prisioneros y se liberaron 12.000 cautivos cristianos. Se estimaron entre 20.000 y 30.000 los muertos del enemigo.
[editar] Algunas observaciones
- Aunque los turcos tenían más hombres y más naves que los cristianos, las galeotas no podían oponerse a las galeras.
- En las galeras turcas, salvo en las 40 ó 50 galeras reales, había menos hombres de guerra que en las cristianas, gracias a la previsión de Don Juan de embarcar tropas españolas en las galeras venecianas.
- Los cristianos usaban arcabuces, mientras que los turcos preferían las flechas. Consideraban que en el tiempo de cargar un arcabuz un arquero podía disparar treinta flechas. Pero ni los daños, ni el alcance, ni la puntería eran comparables.
- En Mesina, Don Juan había ordenado rebajar los espolones de las galeras y serrar las esculturas de adorno de proa, con lo que los cañones tenían más campo de tiro.
- Pese a la esperanza puesta en ellas, la potencia artillera de la galeazas no tuvo casi influencia en el combate, pero sirvieron para desbaratar la formación de combate turca, al adelantarse su cuerno derecho.
[editar] Personajes notables
- Álvaro de Bazán
- Luis de Requesens
- Juan de Cardona
- Agostino Barbarigo
- Marco Antonio Colonna
- Juan Andrea Doria
- Alejandro Farnesio
- Don Juan de Austria
[editar] Descripción de la batalla por Luis Cabrera de Córdoba
Jamás se vio batalla más confusa; trabadas de galeras una por una y dos o tres, coo les tocaba...El aspecto era terrible por los gritos de los turcos, por los tiros, fuego, humo; por los lamentos de los que morían. El mar envuelto en sangre, sepulcro de muchísimos cuerpos que movían las ondas, alteradas y espumeantes de los encuentros de las galeras y horribles golpes de artillería, de las picas, armas enastadas, espadas, fuegos, espesa nube de saeta...Espantosa era la confusión, el temor, la esperanza, el furor, la porfía, tesón, coraje, rabia, furia; el lastimoso morir de los amigos, animar, herir, prender, quemar, echar la agua las cabezas, brazos, piernas, cuerpos, hombres miserables, parte sin ánima, parte que exhalaban el espíritu, parte gravemente heridos, rematándolos con tiros los critianos. A otros que nadando se arrimaban a las galeras para salvar la vida a costa de su libertad, y aferrando los remos, timones, cabos, con lastimosas voces pedían misericordia, de la furia de la victoria arrebatados les cortaban las manos sin piedad, sino pocos en quien tuvo fuerza la codicia, que salvó algunos turcos.
[editar] Bibliografía
- ARMADA ESPAÑOLA, desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. Cesáreo Fernandez Duro Editado por el Museo Naval de Madrid en 1972.
- Pasajes de la historia II. Tiempo de héroes. Juan Antonio Cebrián. Ediciones Corona Borealis, 2003, ISBN 84-95645-17-3
- Grandes batallas de la historia de España. Juan Eslava Galán. Editorial Planeta, 1994. ISBN 84-08-01173-1