Beagle 2
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La Beagle 2 es una sonda espacial, que forma parte de la misión Mars Express de la Agencia Espacial Europea. Debía amartizar en el planeta Marte el 25 de diciembre de 2003. Fue trasportada por la sonda Mars Express, lanzada el 2 de junio de 2003, de la que se separó el 19 de diciembre de ese mismo año. Tras muchos infructuosos intento de establecer comunicación con la sonda, fue declarado oficialmente perdido el 6 de febrero de 2004.
Beagle 2 fue concebida y construida por universitarios británicos dirigidos por el profesor Colin Pillinger de la Open University. Los objetivos de Beagle 2 eran la búsqueda de signos de vida en Marte, determinar la composición química y geología del lugar de aterrizaje y el estudio del clima marciano. Su nombre hace referencia al barco HMS Beagle sobre el cual hizo su viaje Charles Darwin, que revolucionó el conocimiento humano de la vida en la Tierra. Pillinger declaró : "Esperamos que Beagle 2 hará otro tanto en Marte".
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[editar] Perfil de la misión
Estaba previsto que Beagle 2 entrara en la atmósfera marciana a las 02:47 UTC del 25 de diciembre a una velocidad de 20.000 Km/h, siendo frenado por aquella. Aproximadamente a 1 Km de la superficie marciana, unos paracaídas frenarían aún más la caída para finalmente inflarse unos airbags que amortiguarían el impacto con la superficie marciana. El aterrizaje estaba previsto que concluyera a las 02:54 UTC. Una vez en la superficie, los airbags se desinflarían y la sonda, con forma de reloj de bolsillo, se abriría, desplegando sus paneles solares y la antena UHF de comunicación. A las 5:30 UTC la sonda [[Mars Odysseys]] sobrevolaría la sonda, siendo ésta la primera oportunidad de contactar con Beagle 2. Habría varios intentos posteriores, desde el Observatorio Jodrell Bank en el Reino Unido, desde Mars Odysseys nuevamente y desde Mars Express a partir del 7 de enero de 2004.
[editar] Progreso de la misión
Beagle 2 se separó con éxito de Mars Express el 19 de diciembre de 2003 a las 8:31 UTC. Sin embargo no hubo nunca confirmación del aterrizaje sobre la superficie marciana. Los distintos intentos realizados para intentar contactar con la sonda Beagle 2 fracasaron. Primeramente se esperaba contacto con el satélite de la NASA Mars Odyssey. Luego se intentó el contacto desde la Tierra desde el observatorio Jodrell Bank, con el mismo resultado. Entre enero y febrero de 2004 hubo varios intentos de establecer comunicación con Mars Express, fallando igualmente estos.
[editar] Informe de investigación de ESA/Reino Unido
El 11 de febrero de 2004 el gobierno de Reino Unido y la Agencia Espacial Europea anunciaron el inicio de una investigación para tratar de determinar las causas del fracaso de la misión de Beagle 2 y extraer las lecciones oportunas de la experiencia. La comisión de investigación seguiría los procedimientos normales de la ESA e informaría al Director General de esta agencia y al Ministro de Ciencias de Reino Unido Lord Sainsbury.
Esta comisión de investigación, formada por personas no implicadas directamente en la misión Beagle 2, no encontró una causa única del fracaso de la misión, pero sí diversos factores que aumentaron el riesgo de ésta:
- Factores programáticos:
- Haber tratado Beagle 2 como un instrumento científico en lugar de una compleja e innovadora nave espacial.
- Escasez de fondos garantizados para el desarrollo en las fases iniciales.
- El abandono del proyecto por parte de la empresa Martin Baker Aircraft (MBA), diseñadores del sistema de entrada, descenso y aterrizaje.
- Falta de una organización de gestión adecuada con experiencia.
- Falta de márgenes adecuados para la gestión y mitigación de riesgos.
- Factores técnicos:
- Falta de robustez en el diseño de los airbags y programa de pruebas insuficiente.
- Riesgo de colisión entre la cubierta de la sonda y el paracaídas principal.
- Posible rebote del conjunto sonda-airbag dentro del paracaídas principal .
- Posible soltado prematuro de los airbags de la sonda.
La comisión de investigación presentó en su informe una lista de 19 recomendaciones, de las cuales se pueden destacar:
- Las misiones deben estar bajo la responsabilidad de una agencia con recursos y capacidades suficientes para gestionarla. El conjunto módulo de descenso/satélite orbital debería gestionarse de manera única.
- Las cargas científicas críticas para el éxito de la misión o con alto impacto público deberían ser valoradas formalmente y en profundidad por la ejecutiva de la ESA antes de ser aceptadas.
- Las misiones planetarias deberían ser diseñadas con márgenes suficientes, y no iniciarse sin los recursos financieros y temporales adecuados.
- Las misiones de entrada planetaria deberían incorporar un mínimo de telemetría para las fases críticas.
- Realizar las pruebas adecuadas para las tecnologías de descenso y aterrizaje, incluyendo misiones esepcíficas para ello.
- Mejorar la tecnología de airbags y paracaídas, aprovechando mejor la experiencia de la que ya disponen EE.UU. y Rusia.