Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas (Argentina)
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La Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas fue el segundo de los órganos administrativos por vía de los cuales las Provincias Unidas del Río de la Plata —antecesor jurídico directo de la República Argentina— ejercieron su soberanía en el archipiélago de las Islas Malvinas.
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[editar] Historia
[editar] Creación
El 10 de junio de 1829, el gobernador delegado de Buenos Aires Martín Rodríguez y su ministro Salvador María del Carril, por intermedio de un decreto ley crearon la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico, con sede en la Isla Soledad y con juridicción sobre las islas adyacentes al Cabo de Hornos, en el Atlántico Sur. Nombró al empresario germanoargentino Luis Vernet con el título de Comandante Político y Militar, delegándosele "toda la autoridad y jurisdicción necesaria". En los considerandos del decreto se afirmaba:
Cuando por la gloriosa revolución de 25 de mayo de 1810 se separaron estas provincias de la dominación de la Métropoli, la España tenía una posesión material de las Islas Malvinas y de todas las demás que rodean el cabo de Hornos, incluso las que se conoce bajo la denominación de Tierra del Fuego, hallándose justificada aquella posesión por el derecho de primer ocupante, por el consentimiento de las principales potencias marítimas de Europa, y por la adyacencia de estas islas al continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían.
Por esta razón habiendo entrado el Gobierno de la República en la sucesión de todos los derechos que tenía sobre estas provincias la antigua Métropoli y de que gozaban sus virreyes ha seguido ejerciendo actos de dominio en dichas islas, sus puertos y costas; a pesar de que las circunstancias no han permitido hasta ahora dar a aquella parte del territorio de la República la atención y cuidados que su importancia exige.
Pero siendo necesario no demorar por más tiempo las medidas que puedan poner a cubierto los derechos de la República haciéndole al mismo tiempo gozar de las ventajas que pueden dar los productos de aquellas islas y asegurando la protección debida a su población, el Gobierno ha acordado y decreta:
(...)
Artículo 1°: Las islas Malvinas y las adyacentes al cabo de Hornos en el mar Atlántico serán regidas por un comandante político y militar nombrado inmediatamente por el Gobierno de la República.
Artículo 2°: La residencia del comandante político y militar será en la isla de la Soledad y en ella se establecerá una batería bajo el pabellón de la República.
Artículo 3°: El comandante político y militar hará observar por la población de dichas islas, las leyes de la República y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios.[1]
En aquella época había intención del gobierno bonaerense de crear otra comandancia en el Estrecho de Magallanes y cuyo radio de acción comprendería las islas del Pacífico, lo que formalmente no se concretó.[2]
Vernet procedió a reconstruir el asentamiento de Puerto Soledad, al que agregó diez viviendas para el cirujano, el almacén y el despensero, entre otros; y otras más modestas para los peones, en su mayoría gauchos y charrúas rioplatenses. Implementó políticas para desarrollar la economía: promovió la exportación de cueros y carne salada; auspició la inmigración, nombrando agentes en el extranjero para que reclutasen colonos; cartografió el archipiélago; dividió las islas en once secciones, cada una a cargo o bajo la inspección de un funcionario de contralor independiente; parceló y distribuyó las tierras entre los colonos, etc. Vernet sellaba la documentación con un timbre que decía "Armas de la Patria. Comandancia de Malvinas y adyacentes".
El gobierno británico utilizó el nombramiento de Vernet como excusa para actuar, y el 19 de noviembre de 1831 envió una protesta al ministro de relaciones exteriores Tomás Guido. En dicho escrito el Reino Unido argumentaba que la evacuación de 1774 no había invalidado sus derechos al archipiélago, y acusaba al gobierno de Buenos Aires de haber avanzado sobre su soberanía.[3][4]
La conservación de los recursos pesqueros y balleneros fue un eje central en la actividad de las nuevas autoridades malvinenses. Debido a la alarmante depredación de que eran objeto, una de las primeras leyes de Vernet fue prohibir la caza de focas.[5][6] Se trataba del cumplimiento del mandato explícito que Buenos Aires le había encomendado mediante letra del decreto de fundación precitado. También era parte de un plan general para organizar la defensa del litoral bajo su jurisdicción. Como cnsecuencia, poco tiempo después las autoridades malvinenses actuaron sobre tres goletas pesqueras estadounidenses: la Harriet, la Breakwater y la Superior y las acusaron de contravenir la nueva normativa emanada del Estado argentino.[7]
Los dos últimos barcos fueron liberados, pero Vernet envió al Harriet a Buenos Aires junto con los documentos probatorios necesarios para el debido juicio. El mismo Vernet y su familia acompañaron el envío, que arribó a Buenos Aires el 19 de noviembre de 1831.
[editar] Ataque estadounidense
El 10 de septiembre de 1832, el gobernador de Buenos Aires y encargado de las relacciones exteriores de la Confederación Argentina, Juan Manuel de Rosas nombró como comandante civil y militar interino de las Islas Malvinas y sus adyacentes al sargento mayor de artillería Esteban José Francisco Mestivier, quien viajó a las islas en la corbeta Sarandí, desembarcando el 10 de octubre. El 30 de noviembre se produjo una sublevación, en la que el comandante Mestivier encontró la muerte. Fue sucedido por el comandante de la Sarandí, el mayor coronel de marina José María Pinedo, quien las gobernó hasta el 3 de enero de 1833, fecha en que se presentó en Puerto Soledad la corbeta británica "Clio" al mando de John James Onslow, exigiendo la rendición de la guarnición argentina. Pinedo reembarcó la tropa y nombró a Juan Simón como comandante político y militar de las Islas, regresando al día siguiente a Buenos Aires, donde fue condenado a muerte por no defender las islas, condena que no se cumplió.
[editar] Invasión británica
Onslow abandonó pocos días después las islas dejando una guarnición junto con los argentinos al mando de Juan Simón; el 3 de marzo se hizo cargo de las islas el escocés Mathew Brisbane, que se hallaba a bordo de la Harriet y había sido el segundo de Vernet.
[editar] Resistencia del gaucho Rivero
El 26 de agosto de 1833 se produjo la sublevación del gaucho argentino Antonio Rivero con otros siete compañeros (cinco de ellos indios charrúas), quienes asesinaron a Brisbane, a Simón y a tres personas más, escapando luego la población a los islotes cercanos. Las islas quedaron así sin gobierno hasta la llegada de los barcos británicos HMS Challenger y HMS Hopeful el 7 de enero de 1834, nombrándose el 10 de enero a Henry Smith como comandante británico de las islas. Tres meses después fueron capturados Rivero y sus compañeros y trasladados a Inglaterra para ser juzgados, de donde regresaron absueltos al Río de la Plata. [8]
