Dead Poets Society
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Título | El club de los poetas muertos La sociedad de los poetas muertos |
Ficha técnica | |
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Dirección | Peter Weir |
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Producción | Steven Haft Duncan Henderson Paul Junger Witt Tony Thomas |
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Guión | Tom Schulman |
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Música | Maurice Jarre |
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Fotografía | John Seale |
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Reparto | Robin Williams Ethan Hawke Robert Sean Leonard Josh Charles Gale Hansen Dylan Kussman |
Datos y cifras | |
País(es) | Estados Unidos |
Año | 1989 |
Género | Drama |
Duración | 128 minutos |
Esta película es un canto al romanticismo, a la poesía y a la alegría de vivir. Ganó un Oscar al mejor guión original.
[editar] Argumento
En 1959, en una de las academias más prestigiosas de los EEUU, la Academia de Welton, se inicia el año estudiantil, en donde cuatro postulados marcarán la vida de los jóvenes. Tales valores son los siguientes: “Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia”.
Para dar una bienvenida formal a los estudiantes, Welton ofrece una ceremonia en donde se hace entrega de unas velas. Estas velas simbolizan el traspaso de los cuatro pilares de la academia, además de connotar una entrega de luz de esperanza e ilustración. Es luego de esto que las autoridades presentan al nuevo profesor de literatura John Keating, que cambiará la vida de un pequeño grupo de jóvenes. Posteriormente a la ceremonia, los jóvenes se reúnen en sus habitaciones y se presentan; los primeros son Neil Perry y Todd Anderson, quienes presentan personalidades muy adyacentes, ya que Neil Perry posee un gran carisma, al contrario del retraído Todd Anderson. Luego llega Knox Overstreet y Charles Dalton, protagonizado por Gale Hansen.
Es en esta etapa donde se presenta por primera vez el padre de Neil, con actitud fría, seria y autoritaria, en donde Neil da un giro de 180 grados en su personalidad y se convierte en una persona temerosa y sumisa en presencia de su progenitor. La actitud de respeto no quiere decir que Neil esté de acuerdo con su padre por la reprimenda y orden de dejar la redacción de la revista colegial, sino, Neil no siente la suficiente libertad y valentía para expresar su descontento.
Una vez en las aulas, deberían comenzar las clases de Keating, pero éste con un movimiento vanguardista pasa silbando, cruzando el salón, saliendo y diciendo que lo sigan.
Afuera, cerca de una vitrina con fotos Keating se presenta, repentinamente les empieza a recitar un poema, cuya frase inmortalizada es “Oh Capitán, mi capitán” (de Walt Whitman dedicado al fallecido presidente Lincoln).
Innovadoramente, Keating les dice que si son osados podrán llamarlo así. Les muestra un cuadro en donde aparece la primera generación egresada de Welton; en donde todos los estudiantes deben concentrarse y escuchar. De pronto una voz de carácter lúgubre y del más allá se escucha diciendo “Carpe Diem”. Es Keating nuevamente, que les explica el sentido de la vida haciendo una analogía con los alumnos antiguos. Les explica que ellos no supieron aprovechar el tiempo, y ahora, desde el otro mundo ellos claman por los estudiantes nuevos, para que no pierdan lo que no podrán a volver a recuperar: “El Tiempo”. Es aquí donde el tópico más famoso de la historia entra en acción, donde cada adolescente comienza a aprender el sentido de aprovechar el día, así logrando romper los esquemas del pensamiento formal y preso de un sistema educacional autoritario, represivo y conservador.
Posteriormente, en una clase de literatura Keating les hace leer la introducción del libro de literatura que explica que es la poesía y como se debe fabricar: “Basura”, dice Keating, y les hace arrancar toda la introducción del libro (he aquí otro acto rebelde para la época, e incluso para esta); pues la concepción de poesía para Keating es mucho más simplista, la poesía no tiene estructura, la poesía no tiene normas, sólo crea y piensa en algo, dale el énfasis que necesitas y rompe esquemas.
Más tarde los jóvenes se interesan por conocer quién fue Keating, por eso consiguen su anuario y se enteran de La Sociedad de los Poetas Muertos; le preguntan qué es eso y Keating les responde que eran reuniones realizadas en la Cueva India en pro de fabricar poesía, en pro de pensar libremente y expresar sus emociones, una verborrea que fluía como la sabia de un árbol lastimado. Los jóvenes se interesaron y quisieron participar en ella, reanimarla para poder salir de lo común. Tras largos intentos por reunirse, los jóvenes encabezados por Neil, un a noche escapan a la cueva y comienzan un ritual, el que se ve reflejado en que la cueva está libre de los prejuicios de la sociedad y no hay nadie que pueda oprimirlos. Tal es el gusto a la libertad que declaran la guerra a los cuatro pilares de Welton, emplazándolos por los siguientes: “Travesura, Horror, Decadencia, Excremento”.
Tras la primera vez de reunirse, los jóvenes tomaron el gusto a la poesía por lo que siguieron con las juntas. Los jóvenes, van desarrollando su libertad interna y sólo tratan de expresarla, por lo que Neil consigue el rol de protagonista en una obra de William Shakespeare. Todd logra despojar su timidez por un momento en una tarea de poesía, donde esta fluyó espontánea, sin antes crearla. Knox se atrevió a declararle su amor a una joven sin importarle lo que pudiera suceder, y Charles invitó a dos chicas a la cueva, liberándose y planteando un tema…el de dejar entrar mujeres a Welton. Posteriormente se colocó un seudónimo: Nuwanda.
En una publicación de la revista escolar hay un artículo en donde sin prejuicios se hace hincapié a dejar ingresar chicas a Welton, con la firma de la sociedad de los poetas muertos, por lo que el rígido Dr. Nolan decide llamar a conferencia con los estudiantes para investigar quien fue el que quebrantó los pilares de Welton. De pronto suena un ring, contesta Charles Dalton y dice: “Señor Nolan, es para usted, es Dios, dice que debería haber chicas en Welton”.
Keating va con los jóvenes reunidos y les dice que el “carpe diem” no es sólo una oración común, para hacer uso de ella hay que usar la razón y tener la capacidad de anticiparse a las consecuencias. Neil se siente triste porque su padre le dice que abandone el papel principal de la obra y le hace caso. Para encontrarle una solución a esta problemática decide ir muy triste a hablar con Keating. Él le recomienda hablar, atreverse, mirar a los ojos a su padre y decirle lo que a él realmente le gusta en la vida, carpe diem, nade se pierde con intentarlo. Neil le hace caso y decide hablar con su padre, el que le brinda la oportunidad de actuar por única vez. Se está presentando la obra que es El sueño de una noche de verano, que simboliza la única oportunidad que Neil tendrá para poder cumplir su sueño, la actuación. Mas repentinamente aparece su padre, quien al concluir la obra se lleva a casa sin felicitar a su hijo por el excelente cometido.
Todos alababan a Neil pero su padre no supo reconocer esto. En la noche en un acto ritual, luego de una discusión vocacional, Neil saca la corona que había utilizado en la obra y la coloca con mucha impotencia y tristeza en la ventana; representando así que sus sueños se le iban por la borda, todo quedaba en el aire, y la única solución es matarse porque piensa quizá que no es capaz de enfrentarse a su padre y que no tiene las agallas para contrariarlo. Piensa que su padre así entenderá que lo que importa es lo que su hijo quería ser y no la arbitrariedad de su decisión de imponerle un futuro no deseado, para poder así ayudar a toda una comunidad que padece los mismos problemas en Welton. Tras el suicidio de Neil, los jóvenes acongojados de la SPM sienten que el padre del fallecido fue el culpable y le endosan toda esta responsabilidad a él. Al contrario, el Señor Perry dice a las autoridades de Welton que Keating está rebelando a sus hijos y los está tratando de hacer libre pensadores a los 17 años.
Por lo que el profesor de literatura es, a los ojos de Nolan y sus séquitos de la dirección el culpable de dicho acto tan terrible. Para poder culpar a Keating, antes realizan un sumario e investigación en donde se obliga a firmar a cada uno de los poetas muertos y a reconocer que Keating fue el artífice de esto. Pues Cameron estuvo de acuerdo con la dirección y también le echó la culpa a Keating. Sin más remedio que irse, Keating recogía sus pertenencias durante una clase, para luego cruzar el salón por última vez, esta vez con el pupitre de Neil Perry vacío. Es aquí cuando Todd Anderson se levanta repentinamente y dice: “Nos obligaron a firmar señor Keating”. Los jóvenes, uno a uno comienzan a pararse sobre sus bancos diciendo: “Oh Capitán, mi Capitán” al que Keating responde con una breve y simple frase, pero que deja caer toda la gratitud, ya que no desecharon lo que él les enseñó e hicieron del Carpe Diem una de las armas más letales contra la sociedad opresora: “Gracias muchachos, gracias”.
[editar] Cita
El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante. Lo que no significa alocadamente, sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro, examinándote de la asignatura fundamental: el Amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida.