Estafa de los Quesitos
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Estafa de los Quesitos, es el nombre con que se denominó a una estafa masiva realizada en Chile y Perú (en este último se conoce como Estafa de los Honguitos), comandada por una mujer de nacionalidad francesa, de nombre Gilbertte Van Herpe (conocida como Madame Gil).
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[editar] Metodología
La forma en que se desarrolló esta estafa es del tipo piramidal, es decir, el negocio en una primera instancia rendía frutos para los inversionistas. Éstos, ya convencidos por la factibilidad del negocio incitaban a otras personas a invertir también (de hecho, era requisito fundamental venir recomendado por algún "Participante Activo"). Finalmente, y cuando la "empresa" tenía asegurada una ganancia grande por la gran cantidad de personas que invirtieron sus recursos en el negocio, congelaban las cuentas bancarias y se llevaban todo el dinero acumulado.
El negocio ofrecido en esta oportunidad consistía en la venta de la materia prima (los llamados packs) para la producción casera de fermentos lácteos, que luego eran comprados por la misma empresa con el fin supuesto de exportarlos a Francia, donde se utilizaban en la industria de los cosméticos.
[editar] Estafa en Perú
[editar] Estafa en Chile
La sociedad anónima que dirigía la estafa en Chile se llamaba FERMEX CHILE S.A y fue constituida el 15 de noviembre de 2004. Los cabecillas del "negocio" en Santiago eran Víctor Mella y Fernando Jara, y tenían una serie de representantes en diversas ciudades del país.
La venta de los packs para la producción de los fermentos (llamados por la gente "quesitos") se comienza a realizar en febrero de 2005.
Fue así como el negocio creció lentamente, y llegó hasta el pueblo de Coltauco, en la VI Región del Libertador Bernardo O'Higgins, donde residen la mayoría de los afectados, quienes incluso dejaron de trabajar, invirtieron todos sus ahorros y adquirieron grandes préstamos con el fin de invertir en los quesitos. Incluso, la misma Madame Gil fue hasta esa localidad con el fin de estimular a los inversionistas, con una cena masiva en la que cautivó por su gran personalidad y su capacidad de convencimiento.
En julio de 2006 quedó en evidencia la estafa en que alrdedor de 6000 personas habían caído. La prensa se volcó a investigar el caso, pero fue el programa Contacto de Canal 13 el que dió el gran golpe: encontraron a Madame Gil en un elegante barrio de París. El programa, que venía investigando el fraude hace meses, avisó a la Fiscalía para que intercediera legalmente, pero no se pudo por falta de pruebas.