Feria de Albacete
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Fiesta de la ciudad manchega de Albacete en honor a la Virgen de Los Llanos , del 7 al 17 de septiembre.Declarada de interés turístico nacional, se celebrá dentro de el recinto ferial situado en el centro urbano de Albacete.
[editar] Historia
La Feria era considerada como una de las mejores ferias de ganado que se celebraban en el levante español, hasta conseguir ser declarada de Interés Turístico Nacional ante un programa de festejos muy amplio incluyendose diversas ferias como la taurina(una de las más prestigiosas de España),la deportiva o la músical, celebrándose conciertos en la Caseta de los Jardinillos y en la Carpa Municipal
El 6 de marzo de 1710 es la fecha cuando Felipe V concede un privilegio de confirmación de la Feria albaceteña.
La construcción, en 1783, del actual recinto ferial (conocida popularmente como La Sartén), significa el afianzamiento definitivo de una de las ferias más importantes de España.
[editar] Cabalgata de Feria
La cabalgata es el acto más importante en la apertura de la Feria junto con los fuegos artifiales y la apertura de la puerta principal del Recinto ferial. El día 7 de septiembre por todas las calles se huele la feria y se disfruta de un ambiente festivo, cualquier establecimiento, plaza o calle celebra la Feria.
La cabalgata cuenta con numerosas peñas que desfilan por las calles. El desfile comienza en la Avenida de España y finaliza en la puerta principal del Recinto ferial, momento en que el Alcalde de la ciudad procede a abrirla, bajo fuegos artificiales dando comienzo oficialmente la Feria, tras lo que traslada en sus brazos la imagen de la Virgen de Los Llanos a su capilla, desde donde presidirá durante 10 días la Feria en su honor.
Durante el desfile se puede ver pasos de moros (la tradicional peña Harka Manchega) con el redoble de la marcha mora coordinando sus pasos, manchegas vestidas del atuendo regional, peñistas con los colores de sus peñas acompañados por bandas músicales, carrozas con emblemas significativos o con adornos festivos... sin faltar las típicas botas de vino y cuerda y los inumerables platos de comida que degustan los espectadores durante la marcha de las peñas.