Finca Güell
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La finca o Parque Güell es un edificio del arquitecto catalán Antoni Gaudí. Se encuentra en la ciudad de Barcelona.
En la realización de las caballerizas de su finca de veraneo en donde Gaudí demuestra su gran habilidad sobre todo en la hechura de la puerta del dragón.
Nos ocuparemos aquí sobre todo del trabajo artesanal de la herrería, ya que en la Barcelona de esos años se estaban desarrollando industrias que surgían de los talleres artesanales que serian las encargadas de desarrollar esta clase de proyectos y solucionar todas las dificultades técnicas que se presentasen en los mismos, intentando comprender y definir las técnicas utilizadas en los talleres de Vallet y Piqué de la calle de Lauria o en el de Juan Oños. En uno de estos talleres se forjó la famosa puerta del dragón de la Finca Güell y vemos como la participación y colaboración mutua entre el arquitecto y los operarios era fundamental e inseparable: un gran oficio y una gran infraestructura acompañados por un gran afán constructivo y creativo.
Por esos años Barcelona se cubría de hollín por el humo de las chimeneas de los hornos y forjas de los talleres industriales metalúrgicos que estaban apareciendo, tales como El Nuevo Vulcano o La Maquinista Terrestre y Marítima, fundada en 1855, entre otros.
La puerta que representa al dragón Ladón y que es la gran puerta para carruajes que daba acceso a la finca encontramos que la estructura de su cuerpo está formada por un gran espiral que forma todo el esqueleto del dragón. Este espiral o resorte nos recuerda a los serpentines de cobre de los alambiques que Gaudí vio y ayudó a construir durante toda su infancia y que seguramente originaron la forma fundamental del diseño del dragón.
En esta monumental pieza se utilizaron hierros industriales que existían en el mercado entre 1883-85 a los cuales se los trató artesanalmente para conseguir romper su monotonía de formas, frialdad y rigidez, o sea que los hierros industriales tomaron carácter artesanal transformando la materia con otra dimensión.
En la reja se utilizaron una combinación de casi todas las técnicas de trabajo en hierro conocidas hasta ese momento. La fundición de hierro a la tierra, la forja industrial, el ensamblaje, la estampación en frío con matrices y también en caliente, el recorte de la plancha y el plegado, la tela metálica o metal desplegado recortada y doblada, los recalcados o forjados utilizando la fuerza de la electricidad que provocando cortocircuitos controlados ponían al rojo vivo el metal para permitir forjarlo, la utilización de cadenas y anillas industriales, utilizando remaches, el roblonado y la mejor combinación de soluciones imaginativas en cada junta y unión.
Para la realización de esta pieza en 1884 se utilizó la soldadura eléctrica sin electrodos, una soldadura de fusión del material aprovechando las altas temperaturas que producía la electricidad recientemente inventada.
Esta pieza tiene un diseño muy complicado estructuralmente ya que Gaudí recrea una estructura ósea y la reviste con planchas decorativas que a su vez brindan volumen a la puerta que cumple su función matemáticamente.
Aquí también el arquitecto recicla unas láminas de metal con relieve representando unas rosas que seguramente estaban estampadas para otros usos y que Gaudí supo combinar para la decoración de la puerta así como muchos otros elementos que forman la piel del animal.
Observando las medidas de los materiales utilizados y sus pesos podremos entender mucho mejor este trabajo hercúleo ya que se utilizaron materiales de calibres muy exagerados en cada uno de los detalles. Nos bastará solo con poner el ejemplo de la lengua bífida del dragón, cuya longitud es de 1,20 m y su espesor de 40mm.
El método de construcción que más dificultad ha tenido en la historia de la humanidad ha sido la metalurgia, sobre todo en lo que se refiere a la utilización de planos de metal (planchas, pasamanos, elementos transfilados. etc) y es justamente en esta técnica en donde Gaudí comienza su aprendizaje de las formas y su utilización.
Esto le permitió una gran soltura al diseñar y utilizar cualquier material por disponer de un aprendizaje previo de las técnicas a emplear con cada uno de ellos, creando muchas veces nuevas soluciones al combinar dichas técnicas ante una nueva situación.
El oficio aprendido en los talleres familiares de Reus, donde para la realización de calderas y alambiques debían desarrollarse unas complicadas labores y sobre todo una gran capacidad de resolver problemas, sumado a sus estudios posteriores en la facultad de arquitectura y sobre todo a los desarrollados por él mismo en cada proyecto dan como resultado una personalidad que no teme a ningún problema a la hora de tomar decisiones y de probar nuevas soluciones. Todo esto es complementado con el aprendizaje de la forja en el taller de fragua de Antoni Sardá Bernis en la calle de San Jaime de Reus, que le concede tanto oficio y soltura que le permitió ayudar a todos los herreros con los que luego trabajaría en sus obras haciéndose cómplice material del encargo.
Tal como nos dice Alexandre Cirici "La principal entre las particularidades de Gaudí en relación con otros arquitectos de su tiempo es la derivada de una diferencia de origen en aquello que atañe a la concepción del volumen, tanto de la masa como del espacio. Los caldereros de Riudoms, gente experta precisamente en la destrucción sistemática de las superficies planas de las planchas para convertirlas en estructuras curvas o de doble curvatura, a las cuales el dibujo hubiese llegado con dificultad, pero fácilmente asequible por el trabajo mecánico con herramientas sencillas"
Es en este asunto cuando Gaudí, estando ya en la universidad, comprende las limitaciones de la geometría euclidiana utilizada por todos los arquitectos como la única manera de entender y abarcar las formas y por consiguiente poder dibujarlas en planos; Gaudí comienza a trabajar todos sus proyectos con maquetas tridimensionales y con distintos sistemas de representación de los empleados tradicionalmente.
[editar] Portillo Peatonal de la Finca Güell de Pedralbes
Es en este portillo peatonal en donde se aprecia el diseño elaborado hasta las últimas consecuencias, es muy interesante observar el elemento estructural de esta puerta que servirá de eje fundamental para la decoración que en este caso no será un añadido, la decoración es parte de la misma estructura funcional. La musicalidad en la imagen tanto en la lira como en el movimiento de las curvas marcan un golpe de látigo (coup de Fouet) mucho antes de que los distintos autores europeos del modernismo (art nouveaux) hayan empezado a trazar sus líneas en 1883.
[editar] Puerta de las Coronas (actualmente en el Parque Güell)
La reja de las coronas de la Finca Güell es una puerta que no tendría excesiva relevancia por su ubicación y su uso por ser una puerta lateral, la importancia la adquiere al analizar sus detalles de construcción y diseño, he aquí que cada una de las 22 coronas que posee están realizadas totalmente a mano, lo cual no nos sorprende tratándose de Gaudí, sus artesanos y su época.
Antes de cortar las planchas de hierro era necesario dibujar una plantilla previa que hoy nos parecería enormemente complicada por sus 16 puntas y por su forma de cono truncado. Supongo que fue resuelta de la siguiente manera: se cortó en un papel un cono truncado y doblándolo simplemente como si fuesen muñequitos unidos por sus manos se recortó la forma de una de las puntas de la corona. Al estirarse el papel se obtuvo la plantilla de la corona lista para cortar las planchas que luego de forjarse darían ese gran efecto de monumentalidad y simbolismo al conjunto de toda la puerta.
Las coronas representan que en esa casa habita alguien que está íntimamente relacionado a la monarquía pero lo extraño es que Eusebio Güell por esas fechas todavía no tenía el título honorífico de Conde de Güell.
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