Francisco González Bocanegra
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Francisco González Bocanegra (8 de enero de 1824-11 de abril de 1861) fue un poeta nacido en San Luis Potosí, autor de versos del Himno Nacional Mexicano.
Poeta lírico, dramaturgo, crítico teatral, orador y articulista. Nació el 8 de enero de 1824, en la ciudad de San Luís Potosí, Hijo del español de nacimiento José María González Yánez y de Francisca Bocanegra y Villalpando, nativa de Pinos, Aguascalientes. En diciembre de 1827 se promulgó la ley de expulsión de los españoles radicados en México, y el señor González Yáñez se fue a España residiendo en el puerto de Cádiz con su familia. Por fin, el 28 de diciembre de 1836, la familia González Yáñez regresó a México, a la ciudad de San Luís Potosí, donde el joven Francisco se dedicó al comercio. Tiempo después pasó a la ciudad de México, se enamoró de su prima Guadalupe González del Pino y Villalpando quien sería su musa y a la postre su esposa. En la ciudad de México frecuentaba los más renombrados centros de reunión literaria, como la Academia de Letrán, en donde conoció a destacados poetas, literatos y periodistas, como don Francisco Manuel Sánchez de Tagle, don Vicente Segura Argüelles, don José María Roa Bárcena y otros.
Dejó el comercio ingresando a la administración pública donde desempeñó diferentes cargos, como el de censor de teatros y director del Diario Oficial.
En 1853 el gobierno del general Antonio López de Santa Anna lanzó una convocatoria, para que se presentaran composiciones poéticas entre las que habría de seleccionarse la letra del Himno Nacional Mexicano, y a la cual, posteriormente, se arreglaría música de algún destacado maestro. Aunque se ofrecía al ganador un premio, no se determinó cuál sería.
Como González Bocanegra no se animaba a escribir una composición para el concurso, su novia Guadalupe, se propuso hacerlo concursar. Un día que llegó a visitarla, lo invitó a pasar a una de las piezas interiores de la casa, y le mostró sobre un escritorio, papel para escribir, diciéndole que no lo dejaría salir de ese cuarto, hasta que hubiese compuesto la letra del Himno Nacional. Salió y cerró con llave la puerta. Y después de cuatro horas de trabajo, esas páginas pasaron por debajo de la puerta cerrada, de las manos del poeta a las de su musa, y de las de ella a la historia.
Entre las 26 composiciones que fueran recibidas el fallo del jurado favoreció a González Bocanegra, y aunque ningún premio se otorgó al autor, su himno quedó eternamente en el corazón de los mexicanos.
El estreno oficial del Himno se llevó a cabo el 16 de septiembre de 1854 con la música y bajo la batuta de Jaime Nunó cantado por la soprano Balbina Steffenone y el tenor Lorenzo Salvi. A ese estreno asistieron ya como esposos Francisco González Bocanegra y Guadalupe González del Pino. Se habían casado meses antes, el 8 de junio de ese mismo año.
En el agitado ambiente político de ese tiempo, Bocanegra junto con el Himno que había creado conoció los sinsabores de la oscuridad y de la persecución.
Escondido en el sótano de la casa de su tío, José María Bocanegra en lo que hoy es la esquina de Isabel la Católica y Tacuba, a sólo media calle de la casa en la que escribió los versos del himno nacional lo alcanzó la epidemia de tifo que azotó a la capital, muriendo en la ciudad de México, el 11 de abril de 1861 a los 37 años de edad. Los periódicos de la capital, en breves líneas, hablaron de la muerte del “joven poeta que tanto prometía”. Ninguno mencionaba el himno nacional, porque estaba prohibido.
A su muerte dejó poesías, composiciones heroicas y un drama llamado Vasco Núñez de Balboa. Los restos del poeta, sepultados en 1861 en el Panteón de San Fernando, fueron trasladados por iniciativa oficial al Panteón de Dolores en 1901; en septiembre de 1932, depositados por primera vez en la Rotonda de los Hombres Ilustres, y por fin, en 1942, colocados en su sitio definitivo, al lado de los del músico Jaime Nunó, con quien comparte la gloria de la creación del Himno Nacional Mexicano.