Guillermo Ochoa
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Francisco Guillermo Ochoa Magaña | |||
---|---|---|---|
Nombre completo: | Francisco Guillermo Ochoa Magaña | ||
Apodo: | ' | ||
Fecha de nacimiento: | 13 de Julio de 1985 | ||
Lugar de nacimiento: | Guadalajara, México | ||
Fecha de fallecimiento: | |||
Lugar de fallecimiento: | , | ||
Nacionalidad: | |||
Club actual: | América | ||
Posición: | Arquero | ||
Altura: | 1.83 metros | ||
Partidos internacionales: | |||
Goles: | {{{goles}}} | ||
Año del debut: | 2004 | ||
Club del debut: | América | ||
Año del retiro: | |||
Club del retiro: | {{{clubretiro}}} |
Francisco Guillermo Ochoa Magaña (n. 13 de julio de 1985, Guadalajara) es un futbolista mexicano, Ochoa es muy maduro para su edad y sus rápidos reflejos lo convierten en una gran promesa. Actualmente, es el guardameta titular del CF América y con este equipo ganó el Campeonato de Clausura en 2005. Ochoa debutó con la selección absoluta en diciembre de 2005 y acudió con México al Torneo Olímpico de fútbol de 2004 y a la Copa Oro 2005, aunque no llegó a jugar en ninguna de las dos competiciones, considerado junto con Andrés Guardado como una de las promesas del futbol de éste país, ambos convocados a su selección para la copa del mundo en Alemania.
Memo Ochoa surge de las fuerzas básicas del Club América , equipo en el cual debuta el día 15 de febrero del 2004 a la edad de 18 años en un partido disputado en el estadio Azteca frente al equipo Monterrey supliendo al entonces arquero titular Adolfo Ríos.
Cuando Francisco Guillermo Ochoa jugó su primer partido con el popular América de México, nadie había escuchado su nombre. A principios de 2004, el holandés Leo Beenhakker, entonces entrenador de las Águilas, fue a observar un partido entre los equipos menores de la institución. Lo que vio lo dejó totalmente impresionado: un portero de 18 años que parecía haber estado en la cancha más tiempo que cualquier veterano. Con su tradicional estilo, Beenhakker se acercó al muchacho y le dijo: “Usted se viene para el primer equipo”.
Unas semanas después, Ochoa debutó en el mítico Estadio Azteca por una lesión del titular Adolfo Ríos. Normalmente, no es fácil para un novato mantener la tranquilidad cuando da el paso hacia la categoría absoluta. Pero el joven era un témpano de hielo. Al final de la temporada, nadie dudaba que Guillermo Ochoa merecía ser el portero titular del América. Había ganado el premio al Novato del año y el entonces técnico de la selección mexicana sub 20, Humberto Grondona, lo nombró único indiscutible y capitán.
Pero la siguiente temporada no empezó bien. México no fue capaz de calificar al Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA Holanda 2005 y el nuevo técnico del América, el argentino Óscar Ruggeri había contratado al ex internacional Albiceleste Sebastián Saja para ocupar el arco de su equipo. Pero apenas habían pasado dos meses, y Saja debió rendirse ante la evidencia. El muchacho de hielo había recuperado su puesto debajo de los tres postes americanistas, y esta vez no había nadie que lo discutiera.
Presente brillante y futuro deslumbrante En 2005, América dominó el fútbol mexicano, y Ochoa fue pieza fundamental. Las Águilas consiguieron el título del Clausura 2005 y mantuvieron una impresionante racha de 30 partidos sin derrota. Con poquísimos errores, algo totalmente anormal para un adolescente expuesto a todos los reflectores, el guardameta se consolidó entre los mejores del país y, con sus actuaciones, pedía a gritos un llamado en la selección absoluta.
El técnico del Tricolor, Ricardo Antonio Lavolpe accedió al clamor popular. Lo convocó para la Copa de Oro 2005 y lo mantuvo en varias concentraciones del equipo. Nunca jugó, pero desde la banca comenzó a empaparse del ambiente que rodea a la selección nacional.
Por fin, el 14 de diciembre, al minuto 46 del partido frente a Hungría. Ochoa cumplió su sueño. Y lo hizo de la manera acostumbrada, con tranquilidad y confianza. No tuvo mucha acción, pero tapó un peligroso mano a mano. Al final del encuentro feliz, pero sin desbordarse, declaró. “Qué bueno que por fin logré jugar, aunque sea por unos minutos. Agradezco la confianza del técnico y estoy seguro que este será el primer paso para estar en Alemania 2006”.
Portero excepcional e ídolo juvenil Como ya se habrá podido intuir, el principal talento de Guillermo Ochoa es la tranquilidad hasta en los momentos más angustiantes. Pero, por supuesto, no es su única característica destacada. El portero del América tiene sensacionales reflejos. Para muestra, este botón. En la jornada 11 hizo quizás la mejor atajada del torneo Clausura 2005. Sacó un tiro libre lanzado desde el borde del área a más 200 kilómetros por hora que iba directamente hacia el ángulo. Además, en el mano a mano, en los centros y en los despejes, el muchacho de hielo está siempre ahí, espectacular y efectivo a la vez.
Además de sus características dentro de la cancha, su particular estilo desenfadado lo ha hecho ídolo de los aficionados del América. Luce una melena rizada, utiliza suéteres una talla más grande y calzoncillos bombachos.
Ochoa es el futuro de la portería mexicana.