Historieta en España
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A la historieta en España se la ha llamado tradicionalmente tebeo. Dicho vocablo se suele asociar a las historietas cómicas, habitualmente breves y de dibujo caricaturesco y argumento sencillo en contraposición a cómic, o historieta generalmente más compleja y con temas y planteamientos más variados (psicológicos, de aventuras, artísticos, experimentales, etc.)
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[editar] Historia
[editar] Orígenes: hasta la guerra civil
A diferencia de lo que ocurrió en Estados Unidos —donde el cómic alcanzó desde sus comienzos una enorme difusión a través de la prensa—, los orígenes del cómic en España están estrechamente ligados a las revistas satíricas y a las publicaciones infantiles.
En 1917 se edita en España la revista infantil "TBO", de donde procede el término, que disfrutará de gran éxito y divulgará la historieta por todo el país.
- Series: La familia Ulises, Los grandes inventos del TBO
- Autores: Benejam, Coll.
En 1921 se publica la revista Pulgarcito
[editar] De la historieta cómica a los cuadernos de aventuras (1940-1970)
La victoria del ejército rebelde en 1939 y el subsiguiente desarrollo del régimen franquista impuso duras condiciones a la industria del tebeo español. Por una parte, las dificultades económicas de la posguerra determinaron que sólo aquellas editoriales autorizadas por el Estado pudiesen acceder a las cuotas de papel necesarias para poner regularmente sus productos en el mercado, situación que sólo se normalizó a finales de los años 40. Por otro lado, se esperaba que la historieta —medio de comunicación de masas— actuara como difusora de la ideología oficial, misión que cumplió con creces en estos años; además, la censura imponía -sobre todo en lo relativo a la moral sexual- unos márgenes muy estrechos a los creadores de esta época.
En esta época, el tebeo se concibe fundamentalmente como industria, sin pretensión artística alguna. Los autores son meros empleados de las empresas editoriales y sus personajes no les pertenecen a ellos sino a las empresas, que a menudo les imponen contratos leoninos y muy duras condiciones de trabajo.
El desarrollo del cómic en esta época tiene dos vertientes bien diferenciadas:
[editar] El tebeo humorístico
Tras la guerra civil, van volviendo a la vida algunos semanarios humorísticos, como TBO y Pulgarcito. A mediados de los años 40 se produce una cierta normalización.
La editorial Bruguera, que publicaba numerosos semanarios cómicos, desarrolla un amplio repertorio de personajes, algunos de los cuales tendrán un importante desarrollo posterior. Es el auge de la "escuela Bruguera": personajes como Zipi y Zape, de Escobar y en 1958 aparecen Mortadelo y Filemón, de Ibáñez. La "escuela Bruguera", con personajes como Don Pío, Gordito Relleno, El repórter Tribulete, Doña Urraca, Anacleto, agente secreto, Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Carpanta, Sir Tim O'Theo. Autores: Jorge, José Peñarroya, Carlos Conti, Manuel Vázquez, Guillermo Cifré, Nadal, Escobar, Francisco Ibáñez, Jan Eugenio Giner, Raf
Bruguera no es la única editorial que compite en esta época en el terreno del tebeo infantil y juvenil. Le siguieron los pasos Editorial Valenciana, con sus publicaciones Jaimito y Pumby, y el sempiterno TBO. En las publicaciones de Valencianase desarrolló la llamada "escuela valenciana" de tebeo humorístico, cuyo máximo representante fue José Sanchís, creador del gato Pumby. TBO, aunque tradicionalmente había optado por evitar los personajes fijos, popularizó en esta época las aventuras de La familia Ulises, así como su sección 'Los inventos del TBO'. Benejam o Sabatés fueron algunos de los más importantes autores de esta publicación.
[editar] Los tebeos de aventuras
La revista Chicos. Jesús Blasco. Cuto. Se perfecciona el formato apaisado (es decir, un cuadernillo rectangular y horizontal, de un número de páginas variables, aunque predominaron los de 16), de origen italiano. La pionera en utilizar este formato fue Editorial Valenciana.
Personajes: Roberto Alcázar y Pedrín, El Guerrero del Antifaz (1944, de Gago), El Cachorro, de Juan García Iranzo o El Capitán Trueno (1956, Mora y Ambrós). El Jabato. Diego Valor. Bruguera y Editorial Valenciana.
[editar] El boom del cómic adulto (1970-1990)
En los años 1970 se crean las condiciones necesarias para el desarrollo de una industria del cómic para adultos, que crecerá durante toda la década y tendrá su momento de esplendor en la primera mitad de los años 80; en la segunda mitad comenzará una crisis de la revista.
Persistencia de la escuela humorística Bruguera. Crisis a mediados de los 80 del modelo de tebeo infantil.
Decadencia del héroe clásico de historieta. El Corsario de Hierro (1970), último ejemplo del héroe tradicional. Antihéroes:
Eclosión del cómic underground: El Víbora.
Revistas de género y de aventuras.
Autores: Montesol, Mariscal, Carlos Giménez, Josep María Beá Jordi Bernet, Max, Daniel Torres, Nazario, Vicente Segrelles, Antonio Segura, José Ortiz, Enrique Sánchez Abulí, Jorge Zentner, Rubén Pellejero, Miguel Ángel Gallardo
Revistas: Totem, Zona 84, Creepy, Comix Internacional, Rambla El Víbora, Cimoc, Cairo, Madriz, TBO, El Jueves.
Obras representativas: Torpedo 1936, Las aventuras de Dieter Lumpen, Makoki, Peter Pank, Taxista, etc.
[editar] Los 90
Desaparición de las revistas. Revista Viñetas. Revista Top Comics. Revista Co&Co. Pervivencia de El Víbora. Un caso aparte: El Jueves. Los cómics desaparecen de los quioscos y se distribuyen principalmente en librerías especializadas.
Las influencias se internacionalizan. Los nuevos autores no buscan tanto en la tradición nacional sino en propuestas foráneas que resultan más novedosas, vengan desde Estados Unidos, Japón o el resto de Europa.
Información sobre historieta: Krazy Comics, Dolmen, Nemo, etc. Urich /U, el hijo de Urich.
Consolidación del Salón del Cómic de Barcelona. Otorga premios desde 1988.
Fanzines: Paté de Marrano, TMEO, La Comictiva, Cretino, Idiota y Diminuto, etc. Pequeñas editoriales. Camaleón Ediciones, Astiberri, Ediciones de Ponent.
Auge superhéroes. Influencia de la línea Vértigo de DC Comics, publicada primero por Ediciones Zinco y luego por diversas editoriales.
Formato comic-book durante los años noventa: Camaleón Ediciones, Línea Laberinto de Planeta...
La editorial Camaleón Ediciones plantea una propuesta de edición independiente que, sin apenas generar beneficio económico, da salida a un buen elenco de nuevos historietistas. Pese a que la editorial acaba cerrando, otras editoriales, pequeñas y no tanto, siguen su ejemplo y realizan un esfuerzo arriesgando por nuevos talentos.
Algunas obras: Mondo Lirondo del colectivo La Penya), B3 de David Ramírez, Manticore de Ramón F. Bachs y Josep Busquet
Algunos autores: Albert Monteys, Manel Fontdevila, Miguel Ángel Martín, Mauro Entrialgo, María Colino, Javier Olivares, Santiago Sequeiros, David Ramírez, Ramón F. Bachs, Sergio Bleda, David López...
[editar] Los últimos tiempos: 2000-2005
Se ponen de moda las historietas de corte intimista y personal. Algunos autores: Fermín Solís, Luis Durán, Santiago Valenzuela...
Los autores más jóvenes, criados en el eclecticismo de los 90, comienzan a hacer tebeos de muy variadas influencias. Algunos autores: Ken Niimura, David Lafuente, Alberto Vázquez, David Rubín, Esteban Hernández...
Se revalorizan autores nacionales clásicos: Carlos Giménez, Josep María Beà...
Se multiplican las pequeñas editoriales, que editan material nacional e internacional. Aleta, Recerca...
Al amparo de Internet, aparece una nueva crítica historietística. Un referente fundamental es el crítico Álvaro Pons y su web La cárcel de papel[1]. Vía Internet aparece también una nueva crítica ligada al humor: Adlo!, Jotacé...
[editar] Bibliografía recomendada
- Cuadrado, Jesús. De la historieta y su uso: 1873-2000. Ediciones Sinsentido y Fundación Germán Sánchez Ruipérez. Madrid, 2000, 2 tomos. (Atlas español de la cultura popular, vol.I).
- Martín, Antonio. Historia del Cómic español. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 1978.
- Vázquez de Parga, Salvador: Los comics del franquismo. Editorial Planeta. Barcelona, 1980.