Juan de Vergara
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Juan de Vergara (1492 - 1557), humanista español, hermano de otro también famoso humanista, Francisco de Vergara.
Juan de Vergara, canónigo de Toledo, pertenecía a una familia judeoconversa y fue uno de los eruditos que trabajaron en la Biblia Políglota auspiciada en Alcalá de Henares por el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros. Fue su secretario particular, así como de su sucesor, el arzobispo de Toledo Alfonso de Fonseca. Su cometido en esta empresa fue, en unión con Bartolomé de Castro, confrontar textos griegos, y tradujo además las partes griegas del Antiguo Testamento y los libros sapienciales de la Biblia, incluyendo el Eclesiástico. También le encargó Cisneros traducir al latín las obras de Aristóteles, pero esta traducción no llegó a publicarse por muerte del cardenal. En esta fecha había traducido ya la Física, el De anima y gran parte de la Metafísica. Fue uno de los pocos que se atrevieron a declarar la falsedad del Beroso de Annio de Viterbo en su Tratado de las ocho questiones del templo propuestas por el illmo. Señor Duque del Infantazgo, (1552) que no se reeditarían hasta 1781, y él fue quien en un principio había sido elegido por la Universidad para llevar a cabo la biografía de Cisneros, que al fin sería encomendada a su amigo el maestro Álvar Gómez de Castro, ya que Juan fue acusado de luterano y alumbrado y encarcelado en 1533 por la inquisición de Toledo, arruinando su carrera; sólo recobró su plena libertad en 1547. Hasta entonces había ejercido la cátedra de filosofía en la universidad de Alcalá y fue un gran admirador, seguidor y amigo de Erasmo de Rotterdam, a quien trató personalmente en Flandes y epistolarmente en España y que correspondió alabando el estilo de sus obras. Su hermano Francisco fue catedrático de griego en la misma universidad y su hermana Isabel fue, igualmente, mujer docta y traductora de las obras de Erasmo.
La persecución desatada contra los erasmistas le alcanzó tras la muerte de su protector Fonseca; sus enemigos frailunos buscaron la manera de destruirlo y, según Francisco de Encinas, "fue apresado por la Inquisición, no por otra razón que porque favoreció a Erasmo y aprobaba sus libros. Sólo después de algunos años de prisión fue puesto en libertad."
Como poeta se le deben versos macarrónicos al estilo de Teófilo Folengo, como La Callioperria.