Lactancia artificial
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La lactancia artificial es la alimentación del lactante con leche artificial (preparados lácteos provenientes principalmente de la leche de vaca). La denominada "lactancia artificial" se inventó a finales del siglo XIX, aplicada a la alimentación de terneros y otros animales de granja, para dar salida a los excedentes de producción de leche de vaca, que era conservada en polvo y rehidratada posteriormente para su uso. Unos años después, por iniciativa de la empresa de Henri Nestlé, se inició su uso en humanos. Alcanzó su máxima popularidad en los años 1960. Posteriormente se ha disminuido su uso al demostrarse las desventajas de este tipo de alimentación respecto a la lactancia materna:
- Es mucho más difícil de digerir que la leche materna
- El riñón del lactante no está preparado para asimilar la excesiva cantidad de proteínas que la leche artificial aporta, por lo que es necesario seguir cuidadosamente las instrucciones de dilución de los polvos
- No es un un producto estéril, que corre el riesgo de ser contaminado en mitad del proceso de fabricación
- No aporta las defensas naturales (inmunoglobulinas) de la madre
- La leche artificial es un alimento altamente alergénico
- El equilibrio de los nutrientes que componen la leche artificial no es como el materno, por lo que las curvas de crecimiento estaturoponderal son diferentes, lo que da lugar a errores de interpretación de las gráficas de crecimiento (percentiles)
- Se reduce el contacto afectivo entre madre e hijo
- No se trata de un producto natural, sino de un invento de los laboratorios con el que hacer negocio
- La leche artificial es un producto caro, que no tiene comparación con la leche materna (que además de ser el mejor alimento del lactante, es gratis)