Ley de los tres estadios
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Auguste Comte (1798-1857) fue el iniciador del positivismo francés, padre oficial de la sociología y, desde ciertos puntos de vista, el representante más cualificado del pensamiento positivista. La Ley de los tres estadios fue concebida por él en su obra Curso de filosofía positiva (1830-1842). Escribe en su Curso de filosofía positiva (1830-1842) refiriéndose a su itinerario intelectual y moral: "Después de cumplir los catorce años, experimenté la necesidad fundamental de una regeneración universal, política y filosófica al mismo tiempo, bajo el impulso activo de la saludable crisis revolucionaria cuya fase principal había precedido a mi nacimiento". Más adelante menciona: “Estudiando el desarrollo de la inteligencia humana [...] creo haber descubierto una gran ley básica, a la que se halla sometida la inteligencia con una necesidad imposible de variar [...]: cada una de nuestras principales concepciones, cada rama de nuestros conocimientos pasa necesariamente por tres estadios teóricos diferentes: el estadio teológico, o ficticio; el estadio metafísico, o abstracto; el estadio científico, o positivo... De aquí proceden tres tipos de filosofías, o de sistemas conceptuales generales, acerca del conjunto de los fenómenos; que se excluyen recíprocamente. El primero es un punto de partida necesario para la inteligencia humana; el tercero es su estado fijo y definitivo; el segundo está destinado únicamente a servir como etapa de transición”.
Se trata -según Comte- de una ley básica a la que se halla sometida la inteligencia y que podemos comprobar racionalmente tanto a través del conocimiento de uno mismo como por la verificación histórica del pasado.
En la etapa teológica los fenómenos son vistos como la acción de algún agente sobrenatural. En el estadio metafísico las ideas y las fuerzas abstractas toman el lugar de lo sobrenatural. Solamente en el estadio positivo o científico, estadio último y definitivo del espíritu humano, se alcanzaría el cénit de la inteligencia. En este último estadio el hombre puede realizar afirmaciones basadas en lo empírico. Afirmaciones que generan un conocimiento que pasa a acumularse dando lugar al progreso.
Es por eso que comte es considerado el iniciador del positivismo.