Mercenarios suizos
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Los mercenarios suizos eran soldados que destacaban por su servicio en ejércitos extranjeros, especialmente en los de los reyes de Francia, a través de la Edad Moderna europea, desde la baja Edad Media hasta la época de la Ilustración. Sus servicios como mercenarios tuvieron su apogeo durante el Renacimiento, cuando sus probadas capacidades de combate les hicieron las tropas mercenarias más solicitadas del mundo.
[editar] Superioridad de los mercenarios suizos
Durante los últimos años de la Edad Media, las fuerzas mercenarias cobraron importancia en Europa, como veteranos de la Guerra de los Cien Años y otros conflictos veían el servicio militar como una profesión mas que como una actividad temporal, y los comandantes buscaron profesionales con experiencia más que levas feudales temporales para luchar en sus guerras. Los mercenarios suizos (Reisläufer) eran valorados en la Baja Edad Media por sus decididos ataques en profundas columnas con la pica y la alabarda. Alquilar sus servicios era cada vez más atractivo porque contingentes completos de mercenarios suizos listos para la acción podían ser obtenidos simplemente contratándolos con sus gobiernos locales, los diferentes cantones suizos -- los cantones disponian de un tipo de sistema de milicia en el que los soldados eran requeridos para el servicio, y entrenados y equipados para hacerlo. Sin embargo debe hacerse notar que los suizos también se alquilaban a si mismos individualmente o en pequeños grupos.
Los guerreros de los cantones suizos habían desarrollado gradualmente una reputación por toda Europa como soldados capaces gracias a su exitosa defensa de sus libertades contra los sus señores Habsburgo austriacos ya desde el siglo XIII, incluyendo destacadas victorias sobre caballeros fuertemente armados en Morgarten y Laupen. Esta fue aumentada por posteriores campañas de expansión regional (principalmente hacia Italia). Para el siglo XV eran enormemente apreciados como mercenarios, particularmente a raíz de la serie de notables victorias en la Guerra de Borgoña en la última parte del siglo. Como resultado, bandas de hombres, a veces actuando independientemente, a veces bajo los estandartes de sus cantones, marcharon a tierras extranjeras para luchar en las causas de otros, por un precio. El término nativo Reisläufer literalmente significa "el que va a la guerra" y deriva del Alto Aleman Reise que significa "campaña militar."
Los suizos, con su ataque en enormes columnas con largas picas, su negativa a hacer prisioneros y su consistente récord de victorias, eran enormemente temidos y admirados -- por ejemplo, Maquiavelo señala su sistema de combate a los largo de El Príncipe. Los reyes de la dinastía Valois de Francia, de hecho, consideraban virtualmente imposible tomar el campo de batalla sin piqueros suizos como la base de la infantería de sus ejércitos. (Aunque a menudo son llamados "piqueros", las unidades mercenarias suizas también incluyeron alabarderos durante varias décadas hasta el siglo XVI, así como también un pequeño numero de tiradores armados con ballestas o primitivas armas de fuego que precedían el rápido avance de la columna de ataque.)
Los jóvenes que iban a luchar, y a veces a morir, en el servicio en el extranjero poseían varios incentivos, como económicos debido a las limitadas opciones económicas en los aun altamente ruralizados cantones; aventuras; orgullo en la reputación de los suizos como soldados; y finalmente lo que el historiador militar Sir Charles Oman describe como puro amor al combate y la lucha por si mismo, forjado tras dos siglos de conflictos.
[editar] Los suizos y los Lansquenetes en las Guerras Italianas
Hasta aproximadamente 1490, los suizos tenían virtualmente el monopolio se los servicios mercenarios armados con picas. Sin embargo, tras esta fecha, los mercenarios suizos eran cada vez mas sustituidos por imitadores, principalmente los lansquenetes. Estos eran alemanes (al principio mayoritariamente de Suabia) y legaron a ser expertos en las tácticas suizas capaces de producir unas fuerzas que nutrieron los ejércitos de Europa con regimientos mercenarios durante décadas. Aunque los lansquenetes nunca fueron tan capaces como los suizos estaban mucho mas disponibles para el alquiler, sobre todo después de 1515 cuando los suizos se comprometieron a ser neutrales, con excepción de los soldados suizos que servían en las filas del ejército real francés. Los lansquenetes, sin embargo, podían servir a cualquiera que pagara sus servicios, incluso algunas veces a enemigos del emperador (y los lansquenetes en esa época lucharon entre si en el campo de batalla, algo que los suizos rehusaban hacer como mercenarios). Los lansquenetes asumieron el equipamiento brillante y chillón de los suizos, y de hecho pronto superaron a los suizos en extravagancia en su atuendo militar.
A os suizos no les gustó la imitación, y los dos cuerpos mercenarios inmediatamente llegaron a ser enconados rivales en las contrataciones y el campo de batalla, donde a menudo se enfrentaban durante los grandes conflictos europeos de principios del siglo XVI, las Guerras Italianas. Aunque los suizos generalmente tenían la superioridad en un simple "choque de picas", el combate resultante era salvaje, y conocido entre los observadores italianos como "mala guerra." Los artistas del periodo como Hans Holbein atestiguan el hecho de que dos grandes columnas de piqueros chocando una contra la otra resulta en una fiera batalla, con grandes bajas en ambos bandos.
Sin tener en cuenta la pugna con los lansquenetes, y la imitación por parte de otros ejércitos (principalmente los españoles, que adoptaron la pica de mano como un elemento de sus famosas formaciones de infantería (Tercios), la reputación de luchadores de los suizos alcanzó su cenit entre 1480 y 1525, y de hehco en la batalla de Novara, luchada por mercenarios suizos, es visto por algunos como la batalla perfecta suiza. Incluso la cercana derrota en la terrible batalla de Marignano en 1515, la "Batalla de los Gigantes", fue vista como una especia de victoria para las armas suizas debido a la ferocidad de la lucha y lo ordenado de su retirada.
Aun así, la derrota en Marignano presagiaba el declive de la forma suiza de hacer la guerra -- a la larga, los dos siglos de victorias de los suizos finalizaron en 1522 en un completo desastre en la batalla de Bicocca cuando fuerzas combinadas de lansquenetes y españoles los derrotaron de forma decisiva usando fortificaciones y nuevas tecnologías. Puede decirse que fue su arrogancia -- exceso de confianza en su supuesta invencibilidad -- la que derrotó a los suizos tanto como las fuerzas armadas de sus enemigos, para Bicocca, los mercenarios suizos, al servicio del rey francés, intentaron repetidamente un ataque frontal contra una posición defensiva impenetrable, sólo para ser abatidos por el fuego de la artillería y las armas pequeñas. Los suizos nunca habían sufrido tantas bajas siendo incapaces de infligir demasiado daño a su oponente. La arrogancia y el exceso de confianza fueron claves aquí, pero otras consideraciones como las económicas -- muchos de los mercenarios suizos eran aun granjeros, y necesitaban volver rápidamente a casa de la campaña para poder trabajar en sus campos. Esto quiere decir que acometieron a lo loco a menudo, en batallas sin esperanzas de que pudiesen derrotar al enemigo de sus patrones, colectar botín, ser pagados y volver a casa a trabajar en sus campos.
Tan terrible fue el desastre en Bicocca que afectó severamente a la eficacia en combate suiza en los años siguientes. Su actuación tres años después, al servicio francés en la gran batala de su época, la batalla de Pavía fue comentada por muchos de sus contemporáneos como bastante mediocre, y la batalla es a menudo retratada como la prueba del declive en la reputación de los suizos.
[editar] Organización y tácticas de los primeros contingentes mercenarios suizos
[editar] Fin de la superioridad militar de los piqueros mercenarios suizos
[editar] Los mercenarios suizos tras la batalla de Pavía
A pesar del fin de su supremacía alrededor de 1525, los mercenarios suizos armados con picas no tardaren en ser solicitados de nuevo, e incluso continuaron estando entre las infanterías de choque mas capacitadas de Europa durante todo el siglo XVI, como demostraron en sus acciones en el campo de batalla al servicio del rey de Francia en la Guerras de religión de Francia, particularmente en la batalla de Dreux, donde el bloque de piqueros reales suizos resistió sin ayuda a virtualmente todo el ejército hugonote, permitiendo contraatacar a la caballería católica
[editar] Servicio en el ejército francés
[editar] Servicio en el ejército español
[editar] Los mercenarios suizos en la edad contemporánea
Desde 1859, la constitución suiza sólo ha permitido una unidad mercenaria, la más famosa de todas: la Guardia Suiza del Vaticano, que ha estado protegiendo al Papa los últimos cinco siglos, vestidos con coloridos uniformes reminiscencias de su pasado como mercenarios suizos. A pesar de estar prohibido, ciudadanos suizos a título personal han continuado la tradición de servicio militar en el extranjero en el siglo XX, incluyendo la participación en la Guerra Civil Española, normalmente en el bando Republicano.
[editar] Referencias
[editar] Libros
[editar] Películas
[editar] Enlaces externos
- 500 Jahre Schlacht bei Hard, 1999?, on the SFwV SSGA website. En Alemán.
- Antiguas tácticas a prueba: Piqueros suizos y falange antigua. En Inglés.
- 1499–1999, 1999, Quinto centenario de la guerra Suaba. En Alemán.