Monachus tropicalis
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La foca monje del Caribe (Monachus tropicalis) era un mamífero extinguido en el siglo XX. Habitaba en el mar Caribe, desde las aguas tropicales de Florida a las zonas costeras de Texas, Grandes y Pequeñas Antillas y la península de Yucatán. Los relatos de avistamientos ocurren esporádicamente, pero varios intentos de encontrar al animal no dieron resultado.
[editar] Características
La foca monje del Caribe medía entre 2,20 y 2,40 metros de longitud y pesaba unos 130 kilos. Su pelaje era castaño en todo el cuerpo menos en la barriga que era blanco amarillento.
Las crías nacían totalmente negras. Las hembras tenían cuatro glándulas mamarias, en vez de dos como el resto de focas. Los hábitos de reproducción de esta especie son desconocidos, lo único que se sabe es que daban a luz a una cría en torno al mes de diciembre.
Estos animales se alimentaban de peces, cefalópodos y crustáceos y eran muy activos, sobre todo desde el amanecer al crepúsculo. Sus únicos depredadores eran los tiburones caribeños y, más tarde, el hombre.
[editar] Relación con el hombre
El primer contacto de los europeos con la foca monje del Caribe fue a través de Cristóbal Colón en 1493, que describió a los animales como lobos de mar y notó el interés económico de la especie.
Con la llegada de colonos, la foca monje comenzó a ser cazada por su piel, su grasa y también como alimento. Más tarde se generalizó la idea de que esta foca era una amenaza para la conservación de los bancos de peces y se inició una campaña semiorganizada para exterminarla. El último avistamiento de un animal de esta especie fue en 1932 en las costas de Texas.