Palacios en Santiago de Chile
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El auge económico producido por la explotación del Mineral de Caracoles y de los yacimientos de salitre por parte de capitales chilenos, hizo que las antiguas minas de Chile se despoblaran de buena parte de sus trabajadores y aún más de sus empresarios. Todo el mundo quería dirigirse a Caracoles, como veintiún años antes lo hicieran a California durante la fiebre del oro. Se produjo una expansión económica en todo orden, para 1872 se habían creado 29 sociedades mineras. Los magnates de la minería compraban grandes haciendas, adquirían maquinarias modernas e implementaban nuevos cultivos Los hacendados adquirieron gran cantidad de cabezas de ganado en Argentina, la vitivinicultura experimentó un notable progreso con la incorporación de nuevas cepas, tecnología y técnicos enólogos europeos.
Los gastos suntuarios subieron en forma desmedida, casi todos los artículos de esta naturaleza eran de procedencia francesa, alcanzando la cuarta parte del total de las importaciones. La edificación tomó un vuelo extraordinario, entre mayo de 1872 y abril de 1873 se concedieron 448 permisos de edificación en Santiago, muchos de ellos correspondieron a Palacios que se construyeron en la Alameda de las Delicias y calle Dieciocho.
Dentro de éstos se destacan:
- Palacio Álamos
- Palacio Astoreca
- Palacio Ariztía
- Palacio Bruna
- Palacio Cousiño
- Palacio La Alhambra
- Palacio Díaz-Gana / Concha-Cazotte
- Casa Edwards (Club de septiembre)
- Palacio Elguín
- Palacio Errázuriz
- Palacio Íñiguez
- Palacio Irarrázabal
- Palacio Larraín
- Palacio Matte
- Palacio Meiggs
- Edificio Ochagavía
- Palacio Pereira
- Palacio Riesco
- Casa Rivas
- Palacio Undurraga
- Palacio Walker
- Palacio Urmeneta