Pretérito perfecto (subjuntivo)
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es, en la gramática, la forma no personal del verbo que este toma para funcionar como adjetivo sin perder del todo su naturaleza verbal. El participio castellano procede del participo de pasado latino; se perdieron las formas correspondientes al participio de presente y de futuro, aunque hubo algún intento de introducir el de presente en la lengua culta del siglo XV. El participio es siempre pasivo en castellano y no posee formas compuestas; como es pasivo, puede llevar complementos agentes ("amado por alguien", por ejemplo). Denota siempre tiempo pasado y aspecto perfectivo y sirve para formar los tiempos compuestos o perfectos de la conjugación regular en castellano ("he cantado una canción", "había venido", "habré temido"), para conjugar la voz pasiva ("La canción ha sido cantada por mí), para formar oraciones subordinadas (p. e., "dicho esto, se murió") absolutas o no, y para calificar a sustantivos ("El libro prestado era bueno"). Por su construcción, existen dos tipos de participios en castellano: los regulares y los irregulares. Los regulares se construyen con el lexema del verbo + vocal temática + morfema de participio + morfema de género + morfema de número; los de la primera conjugación terminan en -ado/a y los de la segunda y tercera en -ido/a: de cantar, cantado; de temer, temido; de partir, partido. Los participios irregulares ven desfigurado el lexema y pierden el morfema de participio: De freír, frito; de imprimir, impreso, etc... Se denomina participio absoluto al que aparece en una cláusula absoluta y por tanto posee su propio sujeto y se enclava entre pausas: "Leído el discurso, el presidente bajó del estrado"; "Dicho lo cual, se dio por concluida la reunión" Se denomina participio activo al derivado verbal que en español acaba en -nte y denota capacidad de realizar la acción que expresa el verbo del que deriva. Muchos proceden de participios de presente latinos y hoy se integran, en su mayor parte, en la clase de los adjetivos (alarmante, permanente, balbuciente) o de los sustantivos (cantante, estudiante, presidente); algunos se han convertido en preposiciones (durante, mediante) o en adverbios (bastante, no obstante). El participio de presente equivale al participio activo. Se llama así porque en latín se forma sobre el tema de presente de los verbos, al que se añaden las desinencias correspondientes a los distintos casos. Los participios de presente latinos se enuncian con las terminaciones -ns, -ntis: amans, amantis. Infinitivo El infinitivo designa una forma no verbal en la que que no se distingue la persona, el número ni el tiempo. Es una forma llamada no conjugada, es decir que no varía. Como es una forma invariable a la que no puede afectar ningún cambio circunstancial, solo es apta para expresar la idea de una acción como noción general, sin especificar las cirscuntancias de su realización particular (cómo, cuándo, qué o quién). La persona responsable de la acción en el infinitivo es “todo el mundo”. El carácter abstracto del acto que evoca el infinitivo explica que lo encontremos como entrada en el diccionario para agrupar todas las formas conjugadas que el verbo engloba. Por esta razón también lo encontramos frecuentemente en las frases donde se dice algo en general sobre el acto en el infinitivo.