Procesión del Corpus Christi de Toledo
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La procesión del Corpus Christi en Toledo (España) es una fiesta católica, eucarística de tradición muy antigua que se celebra cada año en esta ciudad. Es una festividad de mucha importancia para los toledanos y de gran notoriedad entre los católicos españoles. Desde 1595 se viene celebrando en la conmemoración del Corpus Christi que es el siguiente jueves al octavo domingo después del Domingo de Pascua (es decir, 60 días después del Domingo de Pascua; formalmente es el jueves que sigue al noveno domingo siguiente a la primera luna llena de primavera del hemisferio norte).
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[editar] Antecedentes
Se tiene noticia de la celebración de esta festividad desde el siglo VI y se dan detalles más extensos en los códices del siglo XI. Se impuso como fiesta de guardar hacia el año 1301 en la diócesis de Tarragona, unos años antes de que el papa Juan XXII le diera un carácter litúrgico y promulgara una recopilación de leyes extendiendo la fiesta a toda la Iglesia.
[editar] Expansión y evolución
La celebración del Corpus, procesionando la custodia con el Santísimo Sacramento, se extendió por cada rincón de España adaptándose a las costumbres y tradiciones de cada lugar. En algunas poblaciones llegó a constituir un acto de grandes proporciones, acompañado de fiestas religiosas y profanas. La procesión de ciudades como Toledo, Camuñas, Barcelona, Medina de Rioseco, Sevilla, Arucas o Valencia, alcanzó fama en todo el territorio español. La fiesta del Corpus y su procesión se trasladó también a América, en alguna de cuyas ciudades adquirió pronto fama universal. Una de las más famosa es la de Cusco en Perú. Otra de las importantes es la que tiene lugar en Santana de Parnaíba (Brasil). En Ecuador, Guatemala, México y Bolivia celebran esta festividad con procesiones de gran sentimiento religioso.
Los municipios fueron parte activa casi desde los comienzos, interviniendo con su presencia, donaciones y ordenanzas.[1]Las procesiones se fueron animando no sólo con la presencia de elementos religiosos sino también profanos, como los cabezudos, danzantes y otras parafernalias tradicionales de las fiestas.
[editar] La procesión en Toledo
Se empezó a celebrar a raíz de haber otorgado a la catedral el título de Catedral Primada, por lo que la persona más representativa de este acto fue siempre el correspondiente cardenal primado, como máxima autoridad religiosa. Otros personajes importantes son algunos mandatarios de la Iglesia, autoridades de las hermandades y cofradías y autoridades civiles y municipales.
[editar] Vísperas
Unos días antes de la fiesta empiezan las preparaciones tanto en las calles del recorrido como en la propia catedral. Las calles se cubren con los antiguos toldos que proceden de los gremios de tejedores y sederos. Las calzadas se salpican de plantas olorosas (cantueso, romero, tomillo). Los propietarios de las casas de todas estas calles adornan sus balcones con reposteros, banderas y otros ornamentos apropiados. La catedral también se ve engalanada con los veinte tapices flamencos del siglo XVII que se colocan en sus muros durante estos días especiales. Incluso son adornadas algunas calles contiguas a las del paso de la procesión, así como los patios de las casas particulares.
El día anterior al Corpus tienen lugar las distintas reuniones de los gremios y hermandades que celebran sus propios actos, como entrega de medallas o admisión de nuevos miembros. Sobre las once de la noche se hace una especie de ensayo con una comitiva oficial donde va el pertiguero vestido de negro, cuya medida de la vara corresponde a la altura que alcanza la custodia; este día va midiendo los espacios correspondientes para que nada impida el lucimiento del cortejo al día siguiente. Por la tarde había salido también otro pequeño desfile con la Tarasca[2], los Gigantones y una serie de comparsas de música, para animar a los toledanos y prepararles para el día siguiente.
[editar] El cortejo
La procesión está dividida en dos partes cuyo centro es la custodia. En la primera parte desfilan las hermandades, capítulos y gremios de creación más reciente. El protocolo sobre el orden de autoridades y de símbolos suele ser el mismo cada año y siguiendo unas normas y tradiciones muy antiguas. La procesión (que transcurre formando dos filas paralelas) se abre con una cruz procesional del siglo XVI. [3] A continuación van los Infanzones de Illescas encabezados por el alférez portaestandarte, que va acompañado a su vez por los flanqueadores, que se unen al pendón por un cabo largo. Este grupo viene desfilando desde 1925. Visten de rojo con birrete del mismo color. Los siguientes en desfilar son los Caballeros Mozárabes, de creación reciente (1966), cuyo grupo está compuesto por personas que han demostrado su ascendencia cristiana y que han realizado estudios e investigaciones sobre los mozárabes en Toledo. Visten de azul y en el brazo izquierdo llevan la cruz de Alfonso VI. A continuación, los Caballeros del Santo Sepulcro que datan de 1928 y que constituyen la Guardia de Honor del Primado de España. Visten de blanco, guantes y birrete episcopal de raso también blanco con borlón rojo. Después van los Caballeros del Corpus Christi, grupo integrado por personalidades hispanoamericanas acreditadas en España y altos cargos del Instituto de Cultura Hispánica, más el acompañamiento del deán de la catedral. Van vestidos de verde.[4]
La segunda parte de la procesión y tras la custodia está integrada por las máximas representaciones religiosas; en cabeza va el Arzobispo Primado con su séquito y tras ellos las autoridades de la provincia y locales, más las militares.
[editar] La custodia
La custodia [5]es la protagonista del cortejo, es el objeto litúrgico en virtud del cual (o mejor, de lo que representa) se organiza esta procesión. Es también el objeto más importante que se guarda en la capilla del Tesoro de la catedral de Toledo. Su autor es Enrique de Arfe, el gran orfebre del siglo XVI. Fue un encargo del cardenal Cisneros. Es de traza gótica arcaizante y de una gran belleza arquitectónica. En un principio se labró en plata pero a finales del siglo XVI el arzobispo Gaspar de Quiroga mandó que se dorase, para hacer juego con la custodia del altar mayor que es de madera dorada. La custodia tardó siete años en elaborarse y su coste supero los quince millones de maravedíes, de los que Arce recibió, además de los 2.700 reales estipulados, un aguinaldo de 2.500 maravedíes que el cabildo catedralicio le entregó en la Navidad de 1523 impresionado por su trabajo.
La custodia sale en la procesión sobre una carroza[6] fabricada para este fin con una nivelación muy ajustada que se acciona mecánicamente. Va escoltada por las autoridades eclesiásticas y políticas (por delante de ella) y por los cadetes de la Academia de Infantería (por detrás). A su paso es costumbre mantener un gran silencio en señal de respeto.
[editar] La procesión en el siglo XXI
El día del Corpus amanece con el toque de dianas y el lanzamiento de cohetes. Después la Tarasca se pasea de nuevo acompañada de la charanga, los gigantones y cabezudos. A las 11, una salva de morteros anuncia la salida de la procesión; sale de la catedral, por la puerta Llana. La procesión sigue adoptando la tradición en cuanto al orden y distribución de la comitiva, añadiendo desde hace bastantes años el grupo de niños de primera comunión que se incorpora detrás de los gremios.
La procesión del Corpus se celebró desde sus orígenes en jueves, pero en 1991 se adaptó la fiesta al calendario civil y se trasladó al domingo siguiente. Este cambio se hizo en toda España a excepción de Granada donde consiguieron mantener la tradición del jueves. Surgió en Toledo la Junta Pro Corpus en Jueves, luchando año a año por que se volviera a la tradición. En el 2004 y con motivo de la celebración del referéndum sobre la Constitución Europea, el Ayuntamiento determinó que fuera fiesta local el jueves y propuso al Arzobispo volver a celebrar ese día la festividad del Corpus. Pero no eliminó la fiesta del domingo, de manera que se vienen haciendo dos procesiones, jueves y domingo.
[editar] Notas
- ↑ Casi todos estuvieron de acuerdo en hacer que la gente suprimiera el luto particular durante esos días, en adornar las calles que serían carrera de la procesión y en hacer que participasen las cofradías de artesanos
- ↑ La Tarasca es un animal mitológico hecho de cartón piedra y otros materiales, gigantesco, que hasta hace años se guardaba en el claustro de la catedral de Toledo y que después fue guardada en dependencias del Ayuntamiento. Es un “personaje” famoso en la ciudad de Toledo y desfila siempre acompañada de los Gigantones.
- ↑ Fue regalo de Alfonso V el Africano.
- ↑ Esta representación es alusiva a Toledo como capital que fue del Imperio
- ↑ Ver en el artículo Catedral de Toledo la sección dedicada a la Custodia
- ↑ El autor de la carroza fue el artista Bernardo Miquélez, en 1781.
[editar] Bibliografía consultada
- ENRÍQUEZ DE SALAMANCA, Cayetano. Curiosidades de Toledo. Editorial El País-Aguilar, Madrid 1992. ISBN 84-03-59167-5
- AGANZO, Carlos. Toledo.Ciudades con encanto. Santillana Ediciones Generales, 2006. ISBN 84-03-59872-6
Véase también: