Punto de rocío
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El punto de rocío o temperatura de rocío es la temperatura a la que empieza a condensar el vapor de agua contenido en el aire, produciendo rocío, neblina o, en caso de que la temperatura sea lo suficientemente baja, escarcha.
Para una masa dada de aire, que contiene una cantidad dada de vapor de agua (humedad absoluta), se dice que la humedad relativa es la proporción de vapor contenida en relación a la necesaria para llegar al punto de saturación, expresada en porcentaje. Cuando el aire se satura (humedad relativa igual al 100%) se llega al punto de rocío.
Para el cálculo se puede utilizar esta fórmula:
- Pr = Punto de rocío.
- T = Temperatura en grados° Celsius
- H = Humedad relativa.
Se puede construir un aparato muy sencillo para conocer el punto de rocío que hay en ese momento: se necesita una lata de bebida que refleje bien el entorno, como si fuera un espejo (mejor si la lata es de las de pared más fina), un termómetro preciso, un trozo de hoja de diario, agua y cubitos de hielo.
Cortar la tapa superior de la lata. Echar agua y añadir un cubito y el termómetro. Poner la hoja de diario de manera que vea las letras reflejadas en la lata. Remover de a poco el contenido de la lata de manera que la temperatura del agua baje lentamente. En el momento en que se empiezan a formar gotas microscópicas sobre la lata (el reflejo de las letras del diario ya no se ve claro) el termómetro indica el punto de rocío. Si el punto de rocío es muy bajo, es posible que se necesite añadir más de un cubito. (Y si está muy próximo a cero grados, o incluso por debajo de cero, ¡mala suerte!, deberá consultarse el punto de rocío en un servicio de meteorología.)