San Cristóbal de Cuéllar
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San Cristóbal de Cuéllar, municipio de la provincia de Segovia, se encuentra a siete kilómetros al oeste de Cuéllar, al sureste de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, en la meseta norte de España. Está situado a 50 kilómetros de Valladolid, a 60 de Segovia y a unos 150 de Madrid.
Según el padrón de 2005 tiene 201 habitantes.
Está situado entre varias colinas, otorgándole su peculiar aspecto. En las laderas que rodean al pueblo a la entrada, donde están las bodegas, se encuentran fácilmente formaciones de piedras similares a la "Rosa del Desierto" tan común en el norte de África, y que tienen pequeños cristales de cuarzo en su interior.
En cuanto al clima es muy severo, con un verano muy caluroso y seco, siendo el invierno caracterizado por sus muchos días de heladas.
Cruza el pueblo el arroyo del Horcajo, el cual suele secarse en el estío. Antiguamente había cangrejos y pececillos, siendo el lugar donde antiguamente, nuestros padres y abuelos se refrescaban en el verano.
En los alrededores del pueblo existen varias fuentes, echando agua aún hoy la de Valdecrespo, situada a un par de kilómetros del pueblo, en un bonito paseo a pie o en bicicleta. Aunque en la fuente pone "Agua no potable", esto es porque no está tratada con cloro como ordena la normativa, no obstante han sido muchas las generaciones que hemos bebido (y seguimos haciéndolo cuando hay agua) de ella y sin novedad. También destaquemos la fuente de San Caballero a unos 500 metros del pueblo, en el camino de San Miguel. Ésta era utilizada mayormente como abrevadero de ganado y allí poníamos la "liga" enrollada a los juncos para cazar pájaros.
La arquitectura del pueblo es la característica de un pueblo castellano. Hasta hace muy poco, predominaban casas de adobe, existiendo en la actualidad casa de arquitectura más actual. Cabe destacar su iglesia parroquial, la cual fue construida en el siglo XVIII y está dedicada, como no podía ser de otra forma, a San Cristóbal.
La Iglesia posee una interesante colección de obras de plata entra las que cabe reseñar la custodia de finales del siglo XVII; la concha bautismal realizada en 1774 por el platero cuellarano Juan Antonio Sanz Delgado. La naveta la hizo el artífice segoviano Antonio Benito Gómez.
Dentro del núcleo urbano nos encontramos con la fuente de piedra caliza de la Plaza Mayor. En su origen era dos veces mayor, teniendo una parte final destinada para abrevadero del ganado. Cuando se asfaltó la Plaza Mayor del pueblo, y en una discutible decisión, se la mutiló salvajemente, teniendo hoy el aspecto que aquí mostramos. En épocas en que el agua es suficiente, lo que rebosa del depósito de agua del pueblo cae por los caños de la fuente, invitando a probarla ya que, ¡sabe mejor que la de casa! (aunque es la misma).
Es asimismo destacable por su interés, la ermita del Humilladero, la cual data del siglo XVII (según información del actual párroco de San Cristóbal). A finales del siglo XIX y principios del XX, durante los años de la peste que asoló España, fue utilizada como lugar de abandono de los enfermos, por aquel entonces, incurables y contagiosos.