Sofía Dorotea de Brünswick-Luneburgo
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Sofía Dorotea de Brünswick-Luneburgo, también conocida como Sofía de Celle, nació en Celle, Hannover, el 15 de septiembre de 1666, siendo la única hija -ilegítima- del duque Jorge II Guillermo de Brünswick-Lüneburgo, y de Leonor Desmier d'Olbreuse.
En 1674, su madre es creada Frau de Harburg y condesa de Wilhelmsburg, pasando ella a tomar el nombre de Sofía Dorotea de Harburg, condesa de Wilhelmsburg.
Jorge Guillermo estaba indeciso en cuanto a casarse, y permaneció soltero hasta 1676, cuando decide cumplir la palabra que le había dado a Leonor y se casa con ella. Esto preocupó a sus parientes, que ya contemplaban unificar los territorios de Luneburgo. Siendo Sofía su única hija, ella podría heredar los territorios paternos, más aún cuando, en 1680, fue formalmente reconocida por su padre y toma el nombre de Sofía Dorotea de Brünswick-Luneburgo, siendo elevada al rango de princesa.
La controversia termina cuando Sofía se casó, el 21 de noviembre de 1682, en la ciudad de Celle, con su primo Jorge Luis de Brünswick-Luneburgo, hijo mayor y heredero del hermano menor de su padre, Ernesto Augusto. De esta manera, Luneburgo permanecería en manos de la familia sin ningún tipo de complicaciones.
Sin embargo, el matrimonio fue terriblemente desdichado. La familia inmediata de Jorge Luis, especialmente su madre, la electora Sofía, odiaba y despreciaba a Sofía Dorotea, porque su madre era una mujer común y había sido la amante de su padre antes de casarse con él. Estos sentimientos pronto fueron compartidos por el propio Jorge Luis. Fue en medio de estas circunstancias que conoce al joven conde sueco Felipe Christoph de Königsmarck, cuyo nombre quedó inseparablemente unido al suyo. Fue Konigsmarck quien la ayudó en sus dos intentos de fuga de Hannover, no pudiendo comprobarse hasta la actualidad si en realidad fueron o no amantes.
En 1694, el conde desapareció -al parecer, asesinado por órdenes de Jorge Luis-; el matrimonio de Sofía y Jorge es disuelto, no bajo el cargo de adulterio -de los cuales Jorge si era culpable-, sino bajo la acusación de que Sofía había "abandonado" a su marido.
Con el consentimiento del propio padre de Sofía, Jorge Luis la encarcela en el castillo de Ahlden, separándola de sus hijos, a los cuales no volvería a ver nunca más; además, le fue prohibido volverse a casar y comunicarse con sus padres. Pero a pesar de todo esto, le fue permitido tener servidumbre y una pensión, y también podía pasear en su carruaje fuera del castillo, pero con extremada vigilancia. Jorge Luis le confiere el título de princesa de Ahlden.
Murió en Ahlden, tras 32 años de prisión, el 23 de noviembre de 1726, a los 60 años de edad.