Sur (revista)
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Sur, hace referencia tanto a la revista literaria argentina fundada por Victoria Ocampo en 1931, como a la editorial del mismo nombre que apareció dos años después también fundada por Ocampo.
La Revista Sur
Apareció por primera vez en 1931, de la mano de Victoria Ocampo, quién se encargó de dirigirla durante más de 40 años. El nombre de la revista fue sugerido a Ocampo por José Ortega y Gasset, amigo de la escritora argentina.
Si bien en el N° 1 de Sur, Victoria Ocampo en su “Carta a Waldo Frank” explica que la idea de fundar una Revista se la transmite el propio Waldo, y que el nombre fue finalmente elegido de una lista sugerida, por Ortega y Gasset, textualmente dice: “Entonces llamé por teléfono a Ortega, en España. Esas gentes tienen costumbre de bautizarnos... Así, Ortega no vaciló y, entre los nombres enumerados, sintió enseguida una preferencia: Sur me gritaba desde Madrid”.
Indagando un poco más sobre los orígenes de Sur, encontramos en el N° 303 – 304 – 305 de Noviembre de 1966 a Abril de 1967 ( un solo ejemplar que condensaba los tres números) la historia más detallada contada por su protagonista. Victoria Ocampo, que dice: “Como ya he repetido hasta el cansancio, pesó más que todo en la balanza un acontecimiento fortuito: la llegada del norteamericano Waldo Frank (el autor de España Virgen) a Buenos Aires, en gira de conferencias, y mi encuentro con él y con quien traducía las conferencias del nuevo amigo. El traductor, argentino de 25 años, era autor de un libro de cuentos y redactor de La Nación: Eduardo Mallea. Tanto Frank como su traductor decretaron que una revista tenía que nacer de nuestro encuentro. Se necesitaba. Creían –no me explicaba yo bien la razón de tal creencia- que yo estaba destinada a emprender la tarea. Ya sabemos que a la madre, en todo nacimiento, le toca la parte menos placentera. Agregaré (aunque Ortega aconsejaba que nunca se subrayara lo obvio) que yo era una autodidacta. La educación que se les daba a las mujeres en mi juventud (reinaban en la Argentina los prejuicios victorianos, más los españoles) era sumamente pobre. En las clases altas, eso si, las chicas aprendían idiomas con sus institutrices. Menos mal. Cuando empezó la aventura de Sur yo ya había publicado, tímidamente en La Nación, algunos artículos. Pero estos “ensayos” en nada justificaban que tomara las riendas de una revista. Fue el caso típico de “ por falta de hombres buenos a mi padre lo hicieron alcalde”. '''''La improvisación sudamericana en todo su esplendor. Sin embargo, hombres buenos (adecuados a semejante empresa) los había. Pero tal vez se necesitaba alguna otra condición de que los hombres buenos disponibles carecían, sin dejar de ser buenos”' “ Hojeando un diccionario de la Academia (lectura que tanto me recomendaba Ricardo Baeza, pues soñaba con que yo adquiriera un vocabulario decente y escribiera “judía” en vez de “chaucha”, “americana” en vez de “saco”, “puertecita” en vez de “puertita”, “melocotón” en vez de “durazno”, “albaricoque” en vez de “damasco”, “bolso” en vez de “cartera” ... etc) di por casualidad con el vocablo “mula” y la definición siguiente: “Cuadrúpedo de unos 12 decímetros de altura, hija de asno y de la yegua, o de caballo y asna. Es menos ágil que el caballo y más que el asno, y excede a entrambos en fuerza y sufrimiento” Esta definición me aclaró providencialmente el panorama. No fue preciso que continuará indagando. Doy por sentado que Waldo Frank y Eduardo Mallea, sin comunicármelo, sospecharon que yo pertenecía a la raza subalterna de cuadrúpedos. Por ser bastardos no dejan de ser resistentes y de rendir servicios al hombre. Ciertos generales soñaron, incluso, con tenerlos a su disposición para cruzar abruptas montañas inexploradas y adornadas de precipicios ( aunque se presenta siempre a los generales montados en briosos corceles) “ Esa es, por lo menos, mi interpretación del nacimiento de Sur y de mi participación en él. No puede haber una más certera por aquello de que “ de hombre es errar, y de bestia perseverar en el error”. Si Waldo Frank y Mallea cometieron un error al elegirme, yo lo agravé perseverando. Alguna vislumbre de mi calidad de mula tuvo también el Conde de Keyserling, puesto que en una carta del 25 de febrero de1939 me escribía desde Darmstadt : “Si. Lo recuerdo ahora. Creo que Usted nació de tarde. Un siete de abril. Por mis cálculos es usted de Aries y capricornio. Un tesón de primera”. Esta, por consiguiente, es la historia verídica aunque abreviada de una revista y de una editorial, contada por una mula solitaria. El decir solitaria no implica negación o desconocimiento de la gran ayuda recibida. Y si no temiera ser mal interpretada, afirmaría que mucho les debo a algunos caballos.”
En el primer ejemplar se anunciaba a SUR como Revista Trimestral, dirigida por Victoria Ocampo, con Dirección y Administración en Rufino de Elizalde 2847 Buenos Aires, su Consejo Extranjero (sic) estaba compuesto por: Ernest Ansermet, Drieu La Rochelle, Leo Ferrero, Waldo Frank, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Jules Supervielle; José Ortega y Gasset, su Consejo de Redacción por Jorge Luis Borges, Eduardo J. Bullrich, Oliverio Girondo, Alfredo González Garaño, Eduardo Mallea, María Rosa Oliver, Guillermo de la Torre, ( en ese orden) las condiciones de venta y suscripción se indicaban como a $ 2.- el número suelto, $ 7,50 la Suscripción Anual, que se elevaba a $ 8,50 para los países del convenio postal hispanoamericano y $10.- para otros países.
El primer número de la revista salió en el verano de 1931 y su último número se publico en 1992. En ese periodo se publicaron 371 ejemplares. Vale la pena mencionar que en los ultimos veintiséis años de existencia la aparición de cada número fue cada vez más espaciada que los anteriores. De tal entre 1931 y 1966 se editaron 305 números de la revista, y en los siguientes 26 años se editaron solo 67 números.
Aunque publicaba autores tanto de derecha como de izquierda, la revista tuvo en su momento un claro perfil antinazi y antifranquista, y celebró el triunfo aliado en la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, tomó un claro perfil antiperonista, y festejó la caída del gobierno de Juan Domingo Perón a manos de la Revolución Libertadora en 1955. Por último, surgieron diferencias que derivaron en el alejamiento de José Bianco como secretario de redacción por su participación como jurado en el Premio Casa de las Américas.
La revista tuvo entre sus colaboradores a figuras de la talla de Jorge Luis Borges, José Ortega y Gasset, Alfonso Reyes, Adolfo Bioy Casares, Pedro Henríquez Ureña, Octavio Paz, Jules Supervielle, Silvina Ocampo, Ramón Gómez de la Serna, Eduardo Mallea, H.A. Murena y tantos otros importantes escritores que a lo largo de más de 60 años publicaron en sus páginas.
[editar] La editorial Sur
Fundada en 1933 también por Victoria Ocampo. En la editorial fueron publicados autores como Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, José Bianco, Vladimir Nabokov, Federico García Lorca, Albert Camus, Adolfo Bioy Casares, entre otros.
[editar] Enlaces externos
- [1] (La revista en la biblioteca Virtual Miguel de Cervantes)
Una de las ediciones importantes de Sur es "Árbol de Diana" de Alejandra Pizarnik, libro que fue publicado en 1962 por esta Editorial. Siempre ha sido interés de coleccionistas contar con un ejemplar de estas obras que con el tiempo se vuelven importantes.Sería bueno crear un enlace que lleve a una foto de ese ejemplar el cual deseo ver y poseer.