Universalismo constructivo
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Se denomina universalismo constructivo a una corriente estética creada por el artista plástico uruguayo Joaquín Torres García, y desarrollada en el extenso libro del mismo nombre, a lo largo de mil páginas y que fuera publicado en 1944. En ella se destacan los aspectos metafísicos del arte.
Según expresara el maestro, se trataría de expresar con su arte la comunión del hombre con el orden cósmico. Prueba de esto es que una de sus obras preferidas, realizada en esta misma época, es el Monumento Cósmico, que dibuja en la piedra con la simbología del universalismo constructivo, su concepción de la vida a través del arte. Este monumento se encuentra actualmente en los jardines del Museo Nacional de Artes Visuales, en el Parque Rodó, de la ciudad de Montevideo, Uruguay.
Torres García se encontraba abocado a la búsqueda de una forma de expresar en conceptos, en formas simplificadas de la realidad, a esta realidad misma. Buscaba transmitir un mensaje a través de signos que admitieran lecturas libres de subjetividad.
Dicho en sus propias palabras "o bien el nombre escrito de la cosa, o una imagen esquemática lo menos aparentemente real posible: tal como un signo".
Seguramente, este fue el resultado de todas las experiencias anteriores del maestro, reuniendo elementos del neoplasticismo, el cubismo, el surrealismo, el primitivismo, el arte precolombino y de la famosa regla o proporción áurea, rescatada de la cultura árabe. Fue este el resultado de la búsqueda de un lenguaje universal, una unificación de todas las formas de expresión que había percibido y practicado en su peregrinar por Europa y en sus contactos con los otros grandes maestros de la época.