Universo StarCraft
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El Universo Starcraft es uno de los más trabajados del mundo de los videojuegos. Las razas jugables (Terran, Protoss y Zerg) tienen una larga historia. La trama del juego desarrolla un mundo muy complejo, con personajes secundarios y principales, y seis capítulos incluyendo la expansión del juego, Broodwar.
Tabla de contenidos |
[editar] Historia de StarCraft
[editar] Historia de la raza Protoss
[editar] Los Xel'Naga los primeros Nacidos
Aunque solamente quedan pequeños fragmentos de documentación, los antiguos textos Protoss, hablan de una raza muy avanzada que gobernó en miles de mundos de la galaxia, hace decenas de millones de años. Se rumoreaba que esta enigmática raza, frecuentemente llamada los Xel'Naga, o los "viajeros de la lejanía", habían sembrado y cultivado miles de especies diferentes en los fríos y estériles mundos dentro de su dominio. Las tradiciones Protoss mantienen que los Xel'Naga eran una raza pacífica y benevolente, totalmente dedicada al estudio y la propagación de la evolución sensible dentro del universo. No se sabe nada del origen de los Xel'Naga, salvo que no eran nativos de la galaxia que dominaban. Obsesionados con conseguir la forma de vida perfecta, los Xel'Naga se esforzaron en crear una criatura que estuviera definida por una marcada "pureza de forma". Durante miles años dirigieron los delicados procesos evolutivos de sus especies en ciernes. A pesar de que sus prolongados experimentos produjeron muchas desvi aciones y mutaciones intrigantes, las razas que los Xel'Naga cultivaban nunca satisfacían sus gigantescas esperanzas. Al final desesperados, los Xel'Naga concentraron sus esfuerzos frustrados en el mundo más prometedor de todos los que habían construido. Aiur, un enorme mundo jungla en el extremo de la galaxia, en el que había nacido una raza de seres muy avanzados. Estos seres eran increíblemente adaptables a condiciones naturales y climáticas duras. Su fuerza y su velocidad no tenían igual entre las razas que los Xel'Naga conocían. La raza había desarrollado una sociedad tribal rudimentaria basada en la caza en grupo y reglas de guerreros. No obstante, su aspecto más característico era que se comunicaban unos con otros a través de un modo muy complejo de telepatía instintiva que les permitía trabajar en comunidad con gran eficacia. Los Xel'Naga estaban contentos con los avances de su ultima creación y reconocieron que la nueva raza era el primero de todos sus experimentos en evolucionar más allá de las rest ricciones salvajes de las formas de vida más básicas. Para distinguir su ascensión en el orden galáctico, los Xel'Naga dieron a la nueva raza el nombre de Protoss o "los Primeros Nacidos". Los primeros Protoss vivían en armonía, recluidos en el mundo de Aiur durante cientos de generaciones, sin conocer nunca de la existencia de los criadores Xel'Naga que les observaban desde lejos. Aunque los Protoss eran la especie más avanzada que surgió, los Xel'Naga todavía no estaban satisfechos con sus lentos avances y decidieron que era adecuado llevar la evolución de los Protoss más allá. Los Xel'Naga emplearon otro milenio más guiando sutilmente los pasos de sus hijos, hasta que al final tuvieron éxito llevando a los Protoss a un estado de sensibilidad y conciencia totales. Los Primeros Nacidos gradualmente se convirtieron en seres altamente intelectuales e introspectivos, consiguiendo niveles muy altos, no solo en sus avances culturales, sino también en los avances personales e individuales. Exultantes con su aparente éxito, los Xel'Naga finalmente se dieron a conocer a los Protoss, sin sospechar en el caos que estaba por venir
La Partida y El Eón del Conflicto
La civilización Protoss se extendió por la faz de Aiur en tan solo unos miles de años, terminando con las tribus rivales acatando un gobierno centralizado. En un intento de discernir la extensión de la evolución de su creación, los Xel'Naga habían bajado de los cielos e integrado en la cultura Protoss. La llegada de los Xel'Naga parece que unió más a las tribus desperdigadas, ya que los Protoss, extremadamente contentos, buscaban en sus ancianos creadores nuevas verdades e ideas. Los Xel'Naga se maravillaban por la disposición de los Protoss de sondear los misterios del universo que los rodeaba. Los Protoss abrigaban una sed insaciable de conocimientos que los llevó a desarrollar tendencias radicales y progresivas de estudio científico y metaneural. A medida que crecían su entendimiento y su conciencia personal, los Protoss se hicieron excesivamente orgullosos y empezaron a dar mayor valor a los logros individuales que al avance comunitario. Las tribus con más éxito empezaron a aislarse unas de otras, cada un a buscando definir sus propios roles, no sólo dentro de su sociedad inmediata, sino también en el universo más amplio. A medida que las tribus se separaban más y más, los Xel'Naga se tabaleaban de frustración. Especulaban si no habrían presionado demasiado la evolución de los Protoss y con ello echado a perder la pureza de su creación. Muchos Xel'Naga creían que los Protoss habían perdido uno de sus puntos fuertes, ya que los egos individuales habían superado a la primitiva unión comunitaria. Las Tribus, movidas por búsquedas individualistas, hicieron resurgir sus propios principios y ritos ancestrales para separarse aún más de sus hermanos. Olvidando el tiempo en el que sólo había temor y reverencia ante sus creadores, empezaron a crecer sospechas entre las Tribus sobre el interés de los Xel'Naga en sus asuntos. A medida que pasaban los meses en Aiur, los Protoss empezaron a sentirse más retraídos con sus profesores Xel'Naga, ya que en cada Tribu corrían rumores salvajes e infundados sobre la supuesta traición de sus creadores. Intentando separarse completamente del resto de su raza, las Tribus empezaron a perder la conexión con su unión psíquica primitiva. La ruptura de la empatía inherente de los unos con los otros de los Protoss, fue la causante de la disolución de los últimos restos de unidad y hermandad entre ellos. La separación de la unión psíquica también fue el mayor signo para los Xel'Naga de que los Protoss trágicamente habían perdido el elemento más fundamental de su grandeza. Convenc idos de que habían cometido un grave error presionando su creación "fallida" a demasiada velocidad, los Xel'Naga decidieron abandonar Aiur para siempre. Los recelosos Protoss al oír de la partida de sus creadores, reaccionaron con un ataque precipitado y violento contra las naves-mundo de los Xel'Naga. Cientos de Xel'Naga resultaron Muertos a manos de los furiosos Protoss, los mismos que hace tan sólo unas décadas los habían adorado como dioses. Los Xel'Naga repelieron el temerario ataque de los Protoss y con tristeza lanzaron la mayoría de sus naves enormes al vacío sin caminos más allá de Aiur. Las Tribus Protoss que se habían quedado confusas y abandonadas desde la Partida, se volvieron unas contra otras en desesperación. Lo que siguió ha sido relatado como la guerra más sangrienta y violenta que halla tenido lugar en la historia galáctica: El Eón del Conflicto. Las furiosas batallas libradas durante el Eón del Conflicto duraron innumerables generaciones de Protoss, todas ellas dedicadas a perpetuar la cul pa de su abandono. A pesar de que no quedan muchos documentos de este "período perdido" de la historia Protoss, está claro que los Primeros Nacidos se convirtieron en legiones frenéticas de asesinos despiadados. Movidos durante siglos de odio irreflexivo contra sus hermanos, generaciones enteras de Protoss vivieron y murieron sin incluso conocer los legado de su pasado o la unión psíquica primitiva que sus antepasados una vez compartieron. Según cuenta la leyenda, incluso las mayores masas de tierra de Aiur fueron devastadas en la lucha épica entre las Tribus enloquecidas. Parecía que la totalidad de la, una vez gloriosa, cultura Protoss estaba al borde de la completa desaparición.
Khala: El Camino de la Ascensión
Aunque hubo muchos factores diferentes que llevaron al final del Eón del Conflicto, se cita un descubrimiento sin precedentes como la causa de los cambios radicales de la Segunda Edad. Mientras las enemistades morales seguían cobrándose víctimas en otra generación más de guerreros, Protoss un místico excéntrico tuvo una idea fundamental. El Místico, cuyo nombre verdadero ha quedado olvidado en los anales de la historia, al final recibió el nombre de Khas, o "el que trae el orden". Khas, habiendo estudiado las enseñanzas arcaicas prohibidas de los Xel'Naga, desenterró unos antiguos artefactos monolíticos conocidos como Cristales Khaydarin. Los cristales, olvidados por los apresurados Xel'Naga, eran fundamentales para facilitar sus experimentos protogénicos. Khas fue capaz de canalizar las energías primitivas de los Cristales a través de él mismo, permitiéndole el acceso a la unión psíquica primordial de su raza. Por primera vez en miles de años, se tocó la fibra sensible primitiva de los Protoss. Khas, inundad o por las emociones que emanaban de cada uno de los miembros de su raza, supo que los Protoss no habían perdido su unión primitiva, simplemente habían olvidado como sintonizarse con ella. Horrorizado por las emociones bélicas que habían estado destruyendo su raza durante incontables siglos, Khas empezó a buscar una forma de curar los dolores abrazadores de su gente. Reunió a muchos Protoss jóvenes y enseño a la nueva generación de guerreros como tener acceso a su unión psíquica latente. Estos jóvenes, de repente libres para distanciarse del horrendo conflicto que les rodeaba, pudieron ver claramente que la lucha de su raza era un disparate. Creían que los Xel'Naga habían hecho lo correcto abandonándolos y que, debido a que la "esencia" racial había sido corrompida por el surgimiento del ego, eran, sin duda, una creación fallida. No obstante, mantenían que como su fallo inherente no era culpa suya, el conflicto interno de los Protoss y el tumulto racial no tenía base y estaba hueco. Khas desarrolló un sistema racial de progresión psíquica con la esperanza de disciplinar a la nueva generación y evitar que repitieran los trágicos errores de las generaciones pasadas. Siguiendo las teorías de Khas sobre la "corrupción de la esencia" de los Protoss, el Khala o el Camino de Ascensión pidió a los Protoss que olvidaran sus propios caprichos y se esforzaran por reunificar a su raza comunitaria, una vez tan poderosa. La mayor esperanza de Khas era que el Khala instilase un nuevo sentido de esencia y vitalidad en la raza Protoss. Poco a poco, muchos Protoss dejaron sus antiquísimas enemistades y se reunieron a las crecientes legiones de Khalai. Esto marcó el verdadero punto de inflexión del Eón del Conflicto y llevo a la fundación de la Segunda Edad. A medida que las terribles guerras iban disminuyendo y las Tribus otra vez empezaron a curarse y unirse, la premisa del Khala empezó a calar incluso en las raíces más profundas y fundamentales de la nueva sociedad Protoss.
Dae'Uhl: La Administración
El Khala, principalmente significó definir un sistema rígido de comportamiento, así como también produjo el cambio de una sociedad Tribal a un sistema de Castas. Todos los miembros de las Tribus Protoss fueron divididos en tres nuevas castas: los Judicatores, los Khalai y los Templarios. Este cambio funcionó para eliminar los últimos restos de viejas hostilidades entre las Tribus y reforzar la resolución de los Protoss para comenzar de nuevo. La casta de los Judicatores estaba compuesta de ancianos y hombres de estado Protoss cuya principal responsabilidad era gobernar a los Protoss con los dictados de la ley Khala. La Asamblea de Judicatores estaba regida por un pequeño grupo de Ancianos conocido como el Cónclave. La segunda casta, conocida como los Khalai, se componía de la mayoría de la sociedad Protoss. La casta Khalai representaba a los industriales, científicos y trabajadores que continuaban reconstruyendo sus tierras natales después de los duros conflictos del Eón de Conflicto. La tercera casta, llamad a los Templarios, eran los guerreros sagrados y los defensores de Aiur, quienes seguían las disciplinas del Khala para conseguir los elevados poderes psiónicos. Bajo el nuevo liderazgo del Cónclave y sus Administradores Judicatores, y armados con el celoso poder de los Templarios, los Protoss pronto reconstruyeron su diezmado mundo de Aiur, convirtiéndolo en un bullicioso paraíso. Con su creciente prosperidad, que les condujo a redescubrir muchas de las ciencias y estudios que habían perdido, los Protoss a viajar por las estrellas. En el curso de unos pocos cientos de años, los Protoss conquistaron cientos de mundos dentro de su rincón de la galaxia y extendieron los frutos de su gran civilización a muchas de las razas más avanzadas que encontraron. Con todo esto, los Protoss, sin proponérselo, tuvieron éxito al reclamar un octavo de los mundos que antes habían presidido los Xel'Naga. De acuerdo con los estrictos códigos del Khala, los Protoss asumieron la carga del Dae'Uhl o la "Gran Administración". Siguen do las antiguas tradiciones de los Xel'Naga, el Dae'Uhl exigía que los Protoss protegieran y salvaguardaran a las razas inferiores que vivían a su sombra. No obstante, a diferencia de sus predecesores, los Protoss se negaron a manipular o interferir en los procesos evolutivos de las razas inferiores bajo su protección. Siempre atentos contra amenazas xenomórficas, los Protoss observaban de cerca a sus pupilos que no sospechaban nada. Pero, igual que los Xel'Naga muchos milenios antes, los Protoss mantuvieron su presencia oculta a las razas inferiores que tenían a su cuidado. Muchos cientos de especies crecieron y prosperaron en los diferentes mundos de su espacio, si saber nunca que estaban secretamente vigilados desde las alturas.
Los Templarios Tétricos
A pesar de que su nueva civilización ilustrada crecía y prosperaba, el Cónclave Protoss mantenía un oscuro y vergonzoso secreto oculto a las masas. Había unas cuantas Tribus disidentes que se negaban a aceptar el Khala, creyendo que sus identidades individuales desaparecerían para promover aún más la regla de los Judicatores. Las Tribus Rogue no eran hostiles o militantes, pero creían que la agenda comunitaria del Cónclave sería la condena final de su raza. Por tanto, el conocimiento de las Tribus Rogue era mantenido en secreto, ya que el Cónclave creía que su aberrante influencia podría extenderse por toda la sociedad Protoss y destruir todo lo que Khas había conseguido. Convencido de que las Tribus Rogue constituían una amenaza palpable para el nuevo orden, el Cónclave ordenó a las fuerzas de Templarios que erradicaran a los disidentes. Los Templarios, dirigidos por un joven guerrero llamado Adun, no podían resignarse a acabar con sus desobedientes hermanos. En su lugar, el idealístico Adun intentó ocultar las Tribus Rogue de la vista del Cónclave. Adun creía que podría convencer a los Rogues de la verdad del Khala enseñándoles a manipular sus propios poderes psiónicos latentes. A pesar de que sus poderes eran iguales a los de los poderosos Templarios, los Rogues siguieron negándose a someter sus libres y apasionados espíritus al Khala. Sin la disciplina del Camino de Ascensión, los poderes de los Rogues aumentaron vertiginosamente hasta quedar fuera de control y liberaron horribles y devastadoras tormentas a través de los campos de Aiur. El Cónclave, sorprendido porque los Templarios no hubieran destruido a las Tribus Rogue, intento salvar la situación desesperada. Si el Cónclave castigaba a Adun y los Templarios por su insubordinación, sería forzado a reconocer públicamente la existencia de los Rogues. De esta forma, el Cónclave decidió desterrar para siempre de Aiur a las Tribus desobedientes. Los Templarios a las ordenes de Adun tuvieron que jurar silencio mientras los Rogues eran cargados en una antigua, p ero funcional, nave Xel'Naga y lanzados al vacío del espacio. Desde entonces la Tribus Rogues son conocidas como los Templarios Tétricos. Con el tiempo, la leyenda de los Templarios Tétricos se extendió por la faz de Aiur, estimulando las imaginaciones de muchos Protoss jóvenes. Para mostrar su desdeño hacia el Cónclave y sus lacayos Judicatores, los Templarios Tétricos se cortaron ceremoniosamente sus apéndices nerviosos, separándose para siempre de la unión comunitaria básica que comparten todos los Protoss. Por todas partes se rumoreaba que como los Cazadores de Sombras estaban separados de la fibra sensible de su raza, estaban forzados a extraer sus energías psiónicas del oscuro y frío vacío del espacio. Este cuento, sobre todos los demás, funcionó para incriminar a los guerreros vagabundos durante todo el tiempo. Cazados y temidos por sus propios hermanos, los Templarios Tétricos llevaban una existencia solitaria dentro de sus naves estelares. Viajando por todo el frío vacío del espacio, nunca dejaron de amar a Aiur y, de esta forma, trabajaron para salvaguardar su Mundo de cualquier forma que secretamente pudieran.
La Humanidad y la Llegada de los Zerg
Los Protoss fueron testigos silenciosos de la portentosa llegada de la Humanidad a su borde del espacio. Aunque los Protoss no estaban seguros del origen vagabundo de los Terran, sabían que esos volátiles humanos de vida corta serían interesantes de estudiar. Pasaron dos siglos en los que los Protoss observaron a los colonizadores Terran en ciernes, que tuvieron éxito creando colonias rudimentarias en una docena de mundos dentro de los límites de los Protoss. Aunque su tecnología era inferior a la de los Protoss, se adaptaron a los mundos en los que vivían y prosperaban. Los Protoss encontraban a los Terran fascinantes porque luchaban constantemente los unos con los otros, y aun así florecían y progresaban en sus tecnologías e industrias a pasos agigantados. Los Protoss estaban alarmados por la velocidad a la que los Terran acababan con los recursos naturales de sus diferentes mundos. A los ojos de los Protoss parecía que los Terran no tenían respeto por el delicado equilibrio de la naturaleza, mientras que corrían imprudentemente de un mundo al siguiente, dejando, en su partida, nada más que descampados estériles. Ordenados por los estrictos dictadores del Dae'Uhl, los Protoss tenían prohibido interferir directamente en los imprudentes Terran, por mucho que desearan hacerlo. Esta relación inconexa entre las dos razas duró muchos años. Pero en una misión rutinaria de exploración Protoss, se encontraron pruebas que marcaron una cierta perdición para los desventurados Terran. El Alto Templario Tassadar, acompañado por su famosa fuerza expedicionaria Templaria, encontró una cantidad de pequeñas construcciones biológicas flotando cerca de los límites del espacio Protoss. Después de una inspección más de cerca, Tassadar dedujo que los organismos alienígenas indescript ibles, eran en realidad sondas de espacio profundo. Aunque Tassadar no podía averiguar su punto de origen, estaba claro que se estaban dirigiendo al sector Koprulu de las colonias Terran. Tassadar llevó de vuelta las sondas vivientes a Aiur para su inmediato estudio. Los extraños alienígenas no se parecían a nada de lo que habían visto los Protoss hasta entonces. Las respectivas psicologías de las sondas estaban creadas aparentemente para el viaje y reconocimiento a través del espacio profundo. En un intento por discernir su procedencia, los Protoss enfocaron las energías de los Cristales Khaydarin a través de las minúsculas mentes de las sondas. Los Protoss no se lo podían creer cuando descubrieron que las sondas alienígenas respondían rápida y naturalmente a las potentes energías de los Cristales. Su sorpresa se vio aumentada por el hecho de que sólo las criaturas nacidas de la protogenética de los Xel'Naga podían procesar adecuadamente las energías de los grandes Cristales. Más alarmante era la vaga corriente de pensamiento que se repetía una y otra vez en los cerebros minúsculos de las sondas: "Encontrar Humanidad"... "Erradicar"... "Aprender"... "Evolucionar"... Los Protoss especularon que las sondas eran los precursores de una gran y nueva amenaza a su sección de la galaxia. Si las criaturas estaban creadas con tecnologías Xel'Naga, serían muy avanzadas y extremadamente poderosas. Para los Protoss estaba claro que esta nueva Raza constituía un peligro palpable para todos los seres vivientes y que, estuviera donde estuviera, el grueso de la raza, todavía debía estar buscando a los confiados colonizadores Terran. Los Protoss empezaron a enviar exploradores avanzados para buscar en las rutas espaciales circundantes cualquier signo de invasores alienígenas. Tassadar reivindicó que bajo los dictados de Dae'Uhl, era la responsabilidad elegida de los Protoss proteger a las razas bajo su observación. No obstante el Cónclave discutía que si la "inútil" raza de los Terran ya había sido infestada por alguna amenaza nueva, deberían ser quemados y erradicados. Comenzó un gran debate entre los Judicatores y los Templarios sobre como deberían implicarse en el inminente aprieto de los Terran. En lo único en lo que estaban de acuerdo las dos castas era en que las criaturas estaban indudablemente creadas con las ciencias Xel'Naga. Y si era cierto que estaban creadas por los Ancianos, sería mejor que los Protoss estuvieran en guardia. Se acordó enviar a Tassadar y su fuerza expedicionaria a controlar los mundos Terran, intentando discernir la severidad del peligro inminente. Para ello, Tassadar dirigió a su nave de mando, el Gantritho r, y a casi un centenar de otras enormes naves de guerra al sector Terran de Koprulu.
El Principio del Fin
A la llegada al sector Terran, los exploradores de Tassadar encontraron evidencias de que la misteriosa amenaza alienígena había empezado a causar bajas en las colonias Terran. En una inspección más cercana, Tassadar encontró que la colonia limítrofe de Chau Sara estaba infestada por organismos alienígenas. La superficie entera de la colonia estaba cubierta por una sustancia tóxica espesa que erosionaba sin pasar la corteza del planeta. Para empeorar las cosas, los "alienígenas" mismos habían infestado o matado a la mayoría de los colonos humanos. Tassadar, horrorizado por la devastación, solo podía preguntar por qué los Terran no se habían apresurado a ayudar a su mundo asediado. El Cónclave, al oír de la suerte de la colonia ordenó inmediatamente a Tassadar que quemara el planeta entero para acabar con la infestación. Sabiendo que el fuego erradicaría toda la vida del planeta, Tassadar, lleno de tristeza, obedeció a sus maestros. Las pesadas naves de guerra Protoss cargaron sus armas y abrieron fuego sobre la confiada colonia. Esta costosa táctica tuvo éxito, destruyendo la infestación alienígena, pero todavía había algunos mundos cercanos que, sin duda, también estaban infestados. Tassadar fue ordenando quemar esos mundos y cualquier otro emplazamiento Terran que tuviera la mínima posibilidad de infestación. Trasladando su flota a la segunda colonia infestada de Mar Sara, Tassadar empezó a dudar de la moralidad de sus ordenes. Los guerreros Terran, cogidos totalmente por sorpresa, por el ataque inicial de los Protoss sobre Chau Sara, lanzaron una flota de naves estelares para interceptar a la flota de Tassadar. La flota Terran se preparó para defender la colonia de los Protoss justo cuando Tassadar ordenaba a sus naves que se apartaran y retiraran. Tassadar, luchando contra sus dudas interiores, no podía destruir Mar Sara o la flota que había venido a protegerla. Busco una forma de derrotar a los alienígenas sin eliminar arbitrariamente a la humanidad en el proceso. De esta forma, Tassadar se negó a cumplir las ordenes genocidas de sus Maestros. Permaneció con su flota fuera del alcance de los sensores Terran, esperando y observando mientras la presencia alienígena seguía.
HISTORIA DE LA RAZA TERRAN
Introducción
Aunque la tecnología y la cultura mundial habían progresado mucho durante todo el siglo veinte, sus avances no pueden compararse a los desarrollos casi temerarios que le siguieron. Al final del siglo veintiuno, el ser humano había sido testigo de atrevidos caminos. Tecnologías radicalmente nuevas aparecían a increíbles velocidades, ofreciendo el acceso a ordenadores avanzados y bases de datos de información hasta los países más necesitados de la tierra. Tras la caída del Comunismo los Países del Este, en poco tiempo hubo cantidad de armas nucleares disponibles. La estructura de poder internacional, definida originalmente por la adquisición de capital y la superioridad militar, quedó destruida cuando los países del tercer mundo se levantaron para desafiar al poder militar de las superpotencias mundiales. Como las manipulativas ciencias de la cibernética, de la clonación y del encolado genético habían ido apareciendo paulatinamente en el foro público, grupos de militares humanistas y religiosos de línea - dura se enfrentaron a las corporaciones de intereses privados que se beneficiaban de la experimentación genética. Miles de personas habían sido equipadas con implantes cibernéticos y otras muchas empezaban a manifestar ligeras mutaciones físicas, desde elevados sentidos a telepatía avanzada. Estos dramáticos cambios en la reserva genética humana desataron una gran alarma entre las facciones humanistas principales. La tecnología siguió desarrollándose, y los índices de población aumentaron. Al final del siglo veintiuno había seis billones de personas en la Tierra, y en sólo trescientos años, la población había aumentado en veintitrés billones. La contaminación la falta de recursos naturales y combustibles asequibles aún empeoraban más las cosas mientras los líderes mundiales buscaban la forma de detener el crecimiento de la población en sus respectivos países. El sentimiento popular era que el mundo se dirigía a una inevitable catástrofe porque la superpoblación y la alteración genética lo invadían todo. Mientras tanto, a medida que crecían las tensiones internacionales en cuanto al uso y capitalización de las mutaciones genéticas y cibernéticas, muchos sistemas económicos internacionales se replegaron sobre sí mismos y se cerraron. Se produjeron horribles actos de terrorismo entre el sector corporativo y las facciones humanistas, obligando a acciones de fuerza de la policía por todo el mundo. La irresponsable cobertura informativa de los medios de comunicación de estas atroces acciones policiales, extendieron el caos civil ya existente en muchos de los países más grandes. Finalmente la precaria balanza del poder mundial estalló en un pandemónium internacional.
El Nuevo orden
El 22 de noviembre del 2229, fue fundada la Liga de Poderes Unidos o el UPL (United Powers League). El UPL iba a convertirse en la última reencarnación de la humanidad unida, que en su día habían representado las Naciones Unidas. Este Nuevo Orden consiguió regular y controlar casi el 93 por ciento de la población mundial, a excepción de unos cuantos estados aislados de Sudamérica. El UPL fue fundado en base el "socialismo iluminado", pero solía recurrir a duras y fascistas acciones para mantener el orden público. Tras ocho años de control, el UPL decidió poner en marcha una dura agenda que unificaría las diferentes culturas de la humanidad para siempre. Llevó mucho tiempo erradicar los últimos restos de separatismo racial, y las Comisiones Unidas prohibieron muchas de las religiones más antiguas del mundo. El inglés fue declarado el idioma común del planeta, reemplazando éste a muchas viejas lenguas que posteriormente fueron prohibidas en sus países de origen. Aunque las religiones fueron vetadas oficialmente por el UPL, la organización tenía una creencia casi religiosa en la supuesta "divinidad del ser humano". Este dogma trajo consigo la inmediata eliminación de cualquier mutación o prótesis vital para conseguir una reserva de genes humanos de la máxima pureza. Los defensores y eruditos de la línea dura del UPL pensaban que la alteración genética, la cibertecnología y el uso de drogas psicoactivas llevaba a la degeneración de la especie humana. Los líderes del UPL desarrollaron un atrevido plan que aseguraría la supervivencia de una humanidad, limpia de la tentadora corrupción de las tecnologías radicales.
La gran purificación
Como las sangrientas inquisiciones que devastaron Europa hace cientos de años, el UPL puso en marcha uno de los planes más violentos jamás concebidos por la humanidad: el Proyecto Purificación. Esta cruzada genocida fue la solución final del gobierno a la cuestión de limpiar a la humanidad de sus facetas más degeneradas. Las tropas del UPL recorrieron todos los países de la tierra, derrotando a los disidentes, a los hackers, a los sintéticos a los cibernéticamente mejorados, a los tecno-piratas y a los criminales de todo tipo. Esta clasificación a nivel mundial supuso la eliminación de casi 400.000.000 de personas. Los medios de comunicación en todo el mundo, ahora bajo el estricto control del UPL negaron la horrible violencia perpetrada y mantuvieron a la población de la Tierra ignorante de las atrocidades que se estaban cometiendo. A pesar de sus criminales actos, el UPL cosechó numerosos éxitos en muchas tecnologías básicas. Campos de investigación que habían permanecido dormidos durante décadas fueron reabiertos bajo el control del UPL. Los programas de exploración espacial de mediados del siglo veinte, abandonados por los gobiernos Norteamericano y Ruso debido a la reducción drástica de sus presupuesto y al continuo sabotaje político, se convirtieron el la base de una nueva era de la exploración para la humanidad. La combinación de la hibernación criogénica con la tecnología warp (transporte a través del tiempo) ofreció la posibilidad de viajar entre las estrellas. En sólo cuarenta años, el UPL fundó colonias en la Luna y en muchos otros planetas del sistema Solar Terran. Durante este período, un brillante y joven científico llamado Doran Routhe, decidió consolidar su poder dentro del UPL. No interesado en las vulgaridades del Proyecto Purificación, Routhe estaba obsesionado por fundar colonias en los mundos que se encontraban más allá del Sector Terran. Routhe estaba convencido de que el descubrimiento de nuevos minerales y de fuentes de combustible alternativas lo convertiría en uno de los hombres más influyentes de la tierra. A través de sus conexiones políticas y de su fortuna personal, Routhe consiguió que miles de prisioneros del UPL fueran utilizados como conejos de indias para sus planes secretos. Los prisioneros, destinados a ser ejecutados en masa por edicto del Proyecto Purificación, fueron llevados a los laboratorios privados de Routhe. Routhe, que planeaba el envío de prisioneros como colonos de los mundos remotos, hizo que sus equipos científicos prepararan a unas 56.000 para la hibernación criogénica a largo plazo. Tras catalogar las diversas mutaciones y mejoras cibernéticas de los prisioneros, Routhe introdujo todos los datos en un revolucionario super-ordenador. Este Sistema de Análisis Logístico Telepático Artificial, conocido como ATLAS (Artificial Tele-empathic Logistics Analisys System), procesó toda esta información genética y fue capaz de predecir cuáles de los prisioneros podrían sobrevivir a la dura prueba a la que se deberían enfrentar. Sólo 40.000 de los prisioneros fueron considerados hábiles para sobrevivir a las duras condiciones y esos 40.000 prisioneros fueron cargados en cuatro supertransportes automatizados de espacio profundo, gargantuan. Mientras los prisioneros estaban sie ndo preparados para su "frío sueño" criogénico, las naves fueron cargadas con suficientes suministros, raciones y hardware para ayudarles cuando llegaran a sus destinos previstos. El ordenador Navegación fue programado entonces con las coordenadas del lejano planeta de Gantris VI. Todo parecía esta perfectamente preparado, y ni siquiera Routhe podía imaginarse que los prisioneros no eran lanzados a una muerte casi segura al Cerco de la galaxia.
Los exiliados y el largo sueño
El ATLAS fue instalado en el primero de los supertransportes, el Nagglfar. Los tres transportes - el Argo, el Sarengo, y el Reagan - fueron programados para seguir al Nagglfar cuando éste fuera lanzado al vacío espacio hacia Gantris VI. Previsto originalmente como un viaje de un año este plazo nunca se cumplió. En un momento del viaje, los sistemas de navegación incorporados al ATLAS se apagaron, borrando no sólo las coordenadas de Gantris VI, sino también las de la Tierra. Las cuatro naves, con su indefensa carga éxtasis, viajaron ciegamente por el espacio a velocidades warp (transporte espacio - temporal) durante casi 30 años. Durante este viaje, que las futuras generaciones llamarían "El largo sueño", el ATLAS siguió monitorizando a los humanos en éxtasis criogénica. Evaluando las numerosas mutaciones y mejoras encontradas en la reserva de genes de los prisioneros, ATLAS descubrió en potente agente mutagénico que existía en el DNA de algunos de ellos. Aunque esta mutación aparecía en menos del uno por ciento de los prisioneros conseguían sobrevivir en sus nuevos entornos, muchos de ellos podrían beneficiarse de esta mutación psiónica en sólo unas pocas generaciones. Estos descubrimientos fueron grabados y enviados de vuelta a la tierra, directamente a los registros Doran Routhe. Finalmente, los motores warp (espacio-temporal) de los cuatro supertransportes alcanzaron su fusión crítica y tras veintiocho años de viaje, las enormes naves emergieron al espacio real, junto al cerco de un sistema estelar habitable. A unos 60.000 años luz de la Tierra con sus motores destruidos y sus baterías de soporte vital casi agotadas las naves accionaron sus protocolos de emergencia y se dirigieron a los mundos habitables más próximos de sistema. El Reagan y el Sarengo acabaron en un mundo que sería llamado Umoja. El Sarengo que había sufrido enormes daños durante su descenso atmosférico, se estrelló contra el planeta matando a sus 8.000 pasajeros. El Reagan tubo más suerte, ejecutando un descenso controlado y aterrizando intacto. Tras el aterrizaje de la nave las cámaras del "frío sueño" quedaron desactivadas y los pasajeros que aun vivían empezaron a despertarse lentamente. Los pasajeros intentando recordar donde estaban y cuánto tiempo habían "dormido", descubrieron que por alguna razón el ATLAS había borrado toda la información de su viaje de los bancos de los ordenadores. El Argo aterrizó en el mundo rojo de Moria. Sus pasajeros corrieron el mismo destino que los del Reagan porque toda la información relacionada con su estado actual había sido borrada. Sólo los pasajeros del Nagglfar pudieron acceder a los ordenadores de la nave para conocer su viaje. Tras preguntarle al ATLAS, confirmaron sus sospechas de que no volverían a ver la Tierra porque aunque habían aterrizado en le templado planeta de Tarsonis, el Nagglfar había quedado totalmente destruido. Los exiliados que habían sobrevivido esparcidos ahora por los tres mundos, salvaron lo que pudieron de sus arruinadas naves en un intento por proveerse nuevos entornos.
La confederación y el nuevo mundo
Los habitantes de cada planeta trabajaron duramente para sobrevivir en lo que ellos llamarían el "Nuevo Mundo". Ignorantes de que sus otros compañeros también habían conseguido prosperar en otros mundos del sistema, los nómades Terran crecieron con los escasos recursos que pudieron encontrar. Tras perder los medios para comunicarse a través de distancias interplanetarias cuando sus naves fueron desmontadas en busca de materiales esenciales, los Terran vivieron aislados durante décadas. En un espacio de tiempo relativamente corto, los tres grupos de Terran fundaron colonias hermanas en sus respectivos mundos, y aunque tendrían que pasar 60 años más antes de que las tres colonias pudieran volver a reunirse por viajes espaciales, cada una de ella creció y formo prosperas comunidades autónomas. Tarsonis, la colonia más grande y tecnológicamente avanzada, pronto desarrollo motores sub-warp (espacio-temporal) de segunda generación. Esto permitió a sus naves explorar los innumerables y asolados planetas del sistema solar que les rodeaba, y finalmente acabaron encontrando a los otros supervivientes del Largo Sueño. Una vez reunidas, las tres colonias se beneficiaron del comercio mutuo y de los tratados comerciales. Aunque Tarsonis siguió insistiendo en que Umoja y Moria se unieran y formaran un solo gobierno, las dos colonias se negaron firmemente. Y las flotas de Tarsonis siguieron explorando el espacio Terran, que acabo siendo llamado el sector Koprulu. Tras encontrar otras prosperas colonias en otros siete mundos del sistema la fuerza militar de Tarsonis creció rápida e imparablemente. Un nuevo gobierno, llamado la Confederación Terran, fue fundado por las colonias Tarsonian. La colonia Morian, que disponía de las mayores operaciones mineras del sector, empezó a temer que este nuevo poder de la Confederación intentara ocuparla y regular sus lucrativas operaciones. Y fue así como se formó la asociación Kel-Morian, un sospechoso aliado de la corporación dispuesto a ofrecer apoyo militar a cualquier Gremio Minero que fuera oprimido por la política de la Confederación. Pero finalmente surgieron tensiones entre la Confederación y la Asociación que llevaron al estallido de la Guerra de los Gremios Terran. La Guerra de los Gremios duró casi cuatro años hasta que la Confederación pacto la paz con la Asociación. Aunque la Asociación siguió manteniendo su autonomía, casi todos su Gremios Mineros fueron anexionados como partes de la Confederación. La colonia Umojan, tras ver los enormes abusos de que era capaz la confederación fundó el protectorado de Umojan; una milicia nacionalizada cuyo objetivo sería liberar a la colonia de la tiranía de la Confederación. En un análisis final, la Guerra de los Gremios consolidó la dominante posición de la Confederación dentro de la estructura de poder Terran. El poder de la Confederación siguió creciendo con el paso de los años, mientras los "Prospectores" se anexionaban un mundo tras otro en su atrevida expansión. Poco a poco empezaron a aparecer grupos de piratas y organizaciones radicales de milicias, mientras las agencias de aplicación de la ley seguían abusando de los ciudadanos. Una de las mayores revueltas contra la política de la Confederación fue la Rebelión Korhal.
La Rebelión de Korhal
Korhal era uno de los mundos principales de la Confederación, poblado originalmente por colonos Tarsonian. Korhal, un mundo de abundancia y de ilustración, contribuyo en gran medida a los avances militares y tecnológicos de la Confederación. Aunque la Confederación de beneficio de la continua productividad de Korhal, los ciudadanos de la colonia rechazaban su obligada afiliación a los normalmente corruptos Senadores de la Confederación. En un intento por mantener su independencia los ciudadanos de Korhal instigaron numerosas revueltas contra la milicia confederada local. Los confederados respondieron apropiadamente y declararon la ley marcial en toda la colonia. Esto solo consiguió agitar aún más a la población, escalando el conflicto a nivel de caos civil. La Confederación pensó que si su colonia más preciada y mimada conseguía revelarse contra ellos, entonces todas sus colonias también se revelarían. Así que decidió que la crisis de Korhal debía terminar como fuera. Korhal sería un ejemplo para todas las ot ras colonias de la confederación de su poder absoluto sobre ellas. El dinámico Senador Korhalian, Angus Mengsk, fue el encargado de formalizar los sentimientos de sus ciudadanos y compañeros ante la Confederación. Su grito de libertad resonó con fuerza entre su gente cuando Mengsk declaró la guerra contra la Confederación. Levando a los Korhalians a un frenesí paranoico, el senador consiguió capturar todos los puestos de la Confederación en Korhal. Tras sus declaraciones de que la Confederación no tenía ningún poder sobre el mundo de Korhal, Mengsk consiguió ganarse el respeto y la admiración de muchas otras colonias también en lucha. La Confederación, en un intento por contener la situación, reunió a sus fuerzas estacionadas en Korhal y sacó a su flota de los cielos. Mengsk y los otros líderes de la revuelta creyendo que habían ganado su independencia, celebraron su victoria contra la Confederación. Los confederados conscientes de que la pérdida de Korhal podría instigar a las otras colonias a rebelarse, decidieron retomar el planeta a través de medios más sutiles. Los Confederados enviaron a tres de sus más temibles asesinos, conocidos solamente como Fantasmas, para que eliminaran a Mengsk y a sus seguidores en Korhal. El cuerpo decapitado del Senador, junto con los de su mujer e hija, aparecieron a la mañana siguiente en la balconada privada de su torre-fortaleza. La cabeza de Mengsk jamás fue encontrada. Aunque el asesinato influyó enormemente en el debilitamiento de la revuelta de Korhal, también avivo el fuego que acabaría fraguando al mayor enemigo al que se enfrentaría la Confederación. A Arcturus Mengsk, un reconocido Prospector de la Confederación y un hombre de negocios, no le sentaron muy bien las noticias de la muerte de su familia. Como Prospector de la Confederación durante años, Arcturus sabía que esta era capaz de todo con tal de conseguir sus objetivos. Aunque no solía interesarse por la política del Sector, se asustó y en cierta forma se sintió avergonzado por las acciones de su padre en Korhal. Sin embargo, él nunca pensó que su familia sería asesinada solo para demostrar algo. Sus muertes rasgaron algo en el interior del joven Arcturus, que lo llevó a rechazar su prometedor futuro y a seguir el solitario camino de la venganza. Reuniendo a los distintos grupos de militantes que habían seguido a su padre contra la Confederación, Arcturus consiguió un ejército bastante grande, aunque algo mísero. Los seguidores de Mengsk atacaron valientemente varias bases e instalaciones, que le costaron a la Confederación billones de créditos en hombres, maquinas y equipo. Tras los rumores de una alianza secreta entre el grupo de Mengsk y el protectorado de Umojan el gobierno Confederado decidió acabar de una vez y por todas con este problema, y desde la lejana capital Confederada de Tarsonis, fue disparada una salva de mil misiles nucleares de clase Apocalipsis contra el planeta Korhal. Durante este salvaje ataque murieron unos 4.000.000 de personas, y en un instante, la prospera colonia de Korhal quedo convertida en una esfera super-caliente de cristal oscurecido de se agitados fantasmas. La noticia del holocausto sorprendió a Mengsk en una base secreta situada dentro de las fronteras del Protectorado de Umojan. Tras perderlo todo, salvo la venganza, Arcturus y aquellos que estaban reunidos con él en ese triste día, juraron solemnemente destruir a la Confederación como fuera. Tras tomar el nombre de los Hijos de Korhal, Arcturus y su grupo de voluntarios renegados pronto se hicieron famosos como los fugitivos más buscados del Sector. Luchando silenciosa y rápidamente, los Hijos de Korhal consiguieron innumerables victorias sobre la Confederación. Pero por cada victoria ganada en nombre de la justicia, Arcturus era invariablemente presentado como un loco y un terrorista por todos los medios de comunicación controlados por la Confederación, y la mayoría de las colonias se negaron a alojar u ofrecer sus servicios a nadie relacionado con ese grupo ilegal. Sin embargo, a pesar de las casi insuperables barreras y de la escandalosa opinión publica recibida, Mengsk jamás se rindió en su lucha contra los Confederados. Los Hijos de Korhal siguieron desconcertando a las agencias de aplicación de la ley en su continua misión de liberar el Sector.
La guerra
Los diversos poderes de la colonia y las milicias de piratas siguieron luchando contra las fuerzas Confederadas. Aunque muchos de estos grupos solían discutir entre ellos, en general, la presencia Terran dentro del Sector Koprulu seguía reforzándose y expandiéndose. Pero estas insignificantes peleas acabaron pronto al verse inmersa las colonias Terran en una lucha de épicas proporciones. Sin previo aviso, una flota de cincuenta naves de guerra alienígenas descendió de los cielos sobre la colonia remota Confederada Chau Sara. Las enormes naves abrieron fuego contra las ignorantes colonias y no cesaron hasta aniquilar todos los emplazamientos habitados del planeta. Este ataque sin precedentes tomó a las fuerzas Confederadas por sorpresa, llevando a las asustadas flotas Terran a huir a la desbandada. Aunque los Terran del Sector jamás se habían encontrado con especies alienígenas de ningún tipo, corrieron para defenderse de sus nuevos y misteriosos enemigos. La Confederación lanzó un torpe contraataque contra la flota alienígena en su viaje hacia el segundo planeta Terran de Mar Sara. La flota alienígena, identificándose como los Protoss, retiró misteriosamente sus fuerzas y dejo la colonia. Al poco tiempo una segunda y aterradora presencia alienígena fue descubierta a las afueras de Mar Sara. Estos nuevos invasores, que parecían insectos, eran muy diferentes a los Protoss que habían atacado la colonia hacía poco tiempo. Ninguna agencia Terran podría soportar la molesta presencia no de una, sino de dos razas alienígenas extrañas dentro de sus colonias. Asolados por un terror paranoide colectivo y sobrecargados por sus propias luchas internas, las indefensas facciones Terran tan solo podían ver como una marea siempre en aumento de invasores alienígenas se habría camino hasta el corazón mismo del Sector Terran, asolado por la guerra.
[editar] Trama del juego
[editar] Capítulo I
Mar Sara se encuentra en crisis, luego del ataque alienígena no identificado a varias plataformas espaciales de órbita en Mar Sara, la Confederación designó a un nuevo Magistrado (El jugador), el cual tuvo que llevar a un grupo de Terrans a las tierras áridas, con ayuda de James Raynor, comandante local, Raynor desobedeció órdenes cuando se enteró del avance alienígena conocido como Zerg, el General Duke solo le pidió a Raynor esperar su llegada, este sin embargo quemó un centro de comando Terran infestado, Duke ya había llegado y puso a Raynor y a sus compañeros bajo arresto; Mengsk logró evacuar un grupo de colonos Terran justo cuando un enjambre Zerg se preparaba para quemar su ciudad, para luego abandonar el planeta junto con los confederado, luego de varias batallas contra los Protoss, los Zerg y los Confederados, Mengsk acaba con coronarse emperador del Dominio Terran mientras que Raynor huía con un grupo de soldados de Tarsonis.
[editar] Capítulo II
La Supermente tiene un nuevo Cerebrado a su servicio (Jugador), el cual debe proteger la nueva cría de la Supermente, una crisálida, con la ayuda de los Cerebrados Zasz y Daggoth, luego de escapar de Mar Sara lograron llegar a Char, el planeta volcánico de los Zerg, donde se enfrentaron a un grupo de Terrans del Dominio, cuando la Crisálida maduró y se abrió, Sarah Kerrigan infestada comenzó a destruir las colonias de Protoss y Terran en Char, lo que llevó al Alto Templario Tassadar a retirar fuerzas de Char, la Supermente logró llegar hasta Aiur donde arrasó con el Templo Protoss y demás zonas de importancia mientras Kerrigan se quedaba en Char exterminando los restos de invasores.
[editar] Capítulo III
Los Protoss ya han sufrido mucho con la caída de Aiur en manos de los Zerg, el nuevo Ejecutor (Jugador) acaba de reforzar el puesto estelar de la provincia de Antioch cuidado por el petror Fénix por órdenes del Judicator Aldaris, tres horas después Tassadar logró matar a un Cerebrado que logró reencarnarse, por lo que Aldaris lo consideró "traidor" y continuó con la defensa de Aiur, Fénix fue asesinado por un hidralisco Zerg y Aldaris ordenó al Ejecutor la captura de Tassadar, el cual tenía como compañero a James Raynor, Terran que luchó contra los Zerg junto a los Protoss, Tassadar rescató a los Templarios Tétricos de una base Terran infestada y juntos mataron a Cerebrados hasta que no pudieron reencarnarse, finalmente destruyeron el Cónclave con ayuda de Fénix en forma de dragón Protoss y con la ayuda de Raynor atacaron la Supermente, sin embargo, la nave de Tassadar, Gantrithor, sufrió considerables daños y Tassadar se estrelló ocntra la Supermente muriendo con ella, sin embargo, la muerte de la Supermente logró darle ayuda a los Protoss de Aiur para huir hacia el mundo remoto de Shakuras (Episodio IV) Fénix mata a los zerg
[editar] Capítulo V
El Admiral DuGalle y el Vice Admiral Stuvok formadores del DUT (Directorio de la Union Terrestre)llegan desde la tierra para conquistar los Dominios terran y someter a los Zerg. El DUT consigue destruir el Imperio de Mengsk y lo consiguen, dejando a Mengsk sin nada. En su primera misión estos conozen a Samir Duran que también lucha contra Mengsk. Samir Duran consigue hacer que Dugalle destruya el Disrruptor Psionico, este aparato tiene el poder de controlar a los Zergs. El Vice Admiral Stuvok se da cuenta de la traición de Samir Duran, pero este termina eliminado por su mejor amigo, el Admiral DuGalle.
[editar] Planetas y localizaciones
Aiur: Patria de los Protoss, residencia del Cónclave Protoss durante miles de años, hasta que fue conquistado por la Supermente.
Tarsonis:Mundo principal de la confederación Terran, centro de su gobierno e industria, fuertemente defendido por naves de guerra y estaciones orbitales así como escuadrones como el Escuadrón Omega o su cañón de Iones, principal defensa base contra grandes flotas hostiles. Inicialmente fue una de las mayores y más florecientes colonias fundadas por los Exiliados terrestres y después de la formación de la Confederación uno de los planetas más poderosos del sector. Su distancia exacta a la tierra son 624.563 años luz, aproximadamente unos 30 en un portal espacio-temporal, dependiendo de la potencia y capacidad de los motores de crear la curvatura espacial. Se hará Celebre en las guerras Zerg al convertirse en la tumba de la Confederación tras recibir un ataque masivo de los alienígenas Xenomórficos denominados Zerg, tras un ataque del grupo hijos de Korhal.
Sakhuras: Refugio de los Templarios Tétricos y segundo hogar de los Protoss, se caracteriza por su color de cielo de madrugada todo el día, aparte, hay estructuras enterradas y algunas aún funcionan, no tiene como Khoral pozos de alquitrán, sino agua, existe un poderoso templo Xel'Naga en su superficie.
Char: Mundo hogar de los Zerg, es un planeta volcánico que está infestado totalmente de Zerg, en su superficie hay cráteres, ríos de lava y magma, volcanes, estructuras Zerg como Cerebrados y restos de estructuras Protoss y Terran, han habido grandes batallas allí y existen varias bases Terran intactas pero infestadas de Zerg, en la versión BroodWar aparece la nueva Supermente en la superficie de Char tras fuertes líneas defensivas Zerg.
[editar] Personajes y héroes
Tassadar es un personaje ficticio del videojuego Starcraft. Pertenece a la raza Protoss, y es un Alto Templario. En la batalla conduce el Transporte Gantrithor.
Tiene 356 años y es uno de los ejecutores protoss de mayor nivel enviado a una misión expidicionaria por el Conclave. Esta misión consiste en tratar de frenar la expansión de los aliens zerg del sector Terran. Al encontrar colonias como Mara Sara totalmente en el caos, con una gran parte de su superficie cubierta por biomateria zerg, las órdenes de Aldaris son precisas: ordena a Tassadar incendiar todo mundo Terran que haya sido infestado por los zerg, y así lo hace Tassadar en dos ocasiones sin encontar resistencia de los sorprendidos confederados Terran, que ven comos sus colonias son calcinadas. Pero Tassadar, al recibir por tercera vez la orden de incendiar un planeta desobedece al conclave, y evita un seguro enfrentamiento con los confederados.
Durante la invasión zerg a Aiur Aldaris, lleno de ira hacia Tassadar, porque consideraba que este le había dado la espalda a Aiur en "sus momentos más oscuros", manda una pequeña expedición a arrestar a este, lo encuentra en una plataforma espacial junto a Jim Raynor un terran que posteriormente sería un gran aliado de los protoss, Tassadar le dice a Aldaris que no pelea en Aiur porque busca a sus antiguos hermanos los Dark Templar y a su líder Zeratul, puesto que ellos son los únicos capaces de de asesinar alos cerebrados zerg sin que estos reencarnen, Aldaris después de discutir y al escuhar esto ultimo decide no arrestarlo, por lo que Tassadar se infiltra con un comando protoss en una base subterránea terran infestada por los zerg donde zeratul y sus hermanos los tétricos templarios están cautivos, después de muchos problemas logra liverarlos y regresar a Aiur con los nuevos aliados, el héroe Fénix un templario muy importante que siempre había apoyado los planes de Tassadar se alía a este con sus tempalrios, al saber que Aldaris se ha lanzado contra los recién llegados impulsado por su odio hacia los templarios tétricos y su fe ciega al Khalas, a pesar del ataque zerg a Aiur las dos facciones protoss se enfrentan, en la batalla las fuerzas de Tassadar, Fénix y Zeratul van ganando a las del Conclave, pero el mismo Tassadar se entrega a Aldaris con tal de evitar mas derramamiento de sangre. Jim Raynor y sus compañeros protoss escapan de la custodia y tras una batalla lográn liberar a Tassadar de su Celda de Suspensión, luego el grupo logra convencer a Aldaris de la necesidad de los tempalrios tétricos al estos elminar a varios cerebrados zerg. Poco a poco la alfin unida fuerza protoss comienza a obtener importantes victorias hasta poner en jaque a la misma Supermente el líder supremo de los zerg, en el asalto final las tropas protoss al mando de Tassadar y Zeratul junto a las terran dirigidas por Raynor logran penetrar las defensas del enjambre zerg y matar a la Supermente, pero esta comienza a reencarnar y entonces Tassadar comprende que ni siquiera la energía de los tétricos templarios puede matar a la bestia y decide que la única forma es colicionar su enorme nave de guerra el Gantrithor contra la Supermente y así toda la energía de esta sería suficiente para acabar con el líder zerg, de esta forma Tassadar se sacrifica por su gente. En una de las últimas campañas Raynor, Mengest, Zeratul y otros al ver la crítica situación en que se encuentran después de la formidable derrota sufrida a manos del enjambre dirigido por Kerrigan Infestada, que entre otros resultados destruyo al resto del DUT. Los ya casi perdidos aliados Terran/Protoss logran viajar al pasado en el momento que Kerrigan se enfrentaba a Tassadar en la plataforma espacial y la salvan del ataque de los zerg y también regresan con Tassadar, por lo tanto la línea del tiempo cambia y Kerrigan, nunca fue infestada y por ende el DUT nunca sería destruido y al sacar a Tassadar por el portal del tiempo nunca este se sacrificaría contra la supermente.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Tassadar"
[editar] Tecnología y armamento
Universo StarCraft: |
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Confederación Terran | Kel-Morian Combine | Protectorado de Umoja | Hijos de Korhal | Dominio Terran | Directorio de la Unión Terrestre | Prole Zerg | Templarios Tétricos | Milicias Piratas | Jinetes de Raynor | |
Razas: |
Terran | Zerg | Protoss | Xel'naga | Híbridos |