Vellosidades coriónicas
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La prueba de las vellosidades coriónicas suele realizarse entre la semana 10 y la 12 del embarazo si en la familia se registran casos de desórdenes genéticos, como la talasemia, la hemofilia y la fibrosis quística, o si ya se ha tenido un hijo con dichas afecciones.
Se tarda entre 10 y 20 minutos en realizarla. Se toma una pequeña muestra del corion (el tejido externo que rodea el feto y la placenta) y se analiza. Valiéndose de ultrasonido para guiar la sonda, se inserta un tubo delgado y hueco en la vagina o en la pared abdominal, hasta el útero, y se extraen varias células coriónicas, idénticas a las del feto. El análisis de estas células proporciona una "ventana" para ver el feto.
En alguna ocasión se puede perforar la bolsa amniótica y producir infección y hemorragia. Aun así, parece que el riesgo de aborto sólo aumenta en un 1%.
Esta prueba se realiza antes que la amniocentesis y se obtienen los resultados en unos 10 días. Por tanto, permite que la mujer aborte pronto, en lugar de tener que esperar entre 15 y 18 semanas para la amniocentesis.