Órgano análogo
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En biología, hablamos de órganos análogos al referirnos a estructuras de distintas especies que desempeñan una función parecida. Por ejemplo, el ojo de los cefalópodos tiene estructura y función similar al de los mamíferos, pero el antecedente común de moluscos y mamíferos no poseía nada parecido. Ambos desarrollaron sus ojos después de separarse y la evolución, por convergencia, les ha conducido al mismo sitio ya que la agudeza de la visión supone una clara ventaja.
Los órganos análogos tienen distinto origen embrionario. En el ejemplo anterior, los ojos de los mamíferos se forma a partir del mielencéfalo mientras que en los cefalópodos surge a partir de pliegues de su ectodermo.
A la hora de clasificar el origen de los organismos, debemos distinguir bien entre lo que son órganos análogos, como los citados, y homólogos. Los ojos de los homínidos son homólogos a los de los chimpancés lo que nos permite saber que el antepasado común a ambos poseía ya ojos como los conocemos.
