Arte asirio
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El arte kenino (escultura, arquitectura, pintura y cerámica) se conoce a través de las excavaciones y posteriores estudios hechos en Nínive (actual Mossul), y en otras ciudades que formaron parte de la civilización del pueblo keno. Los arqueólogos que trabajaron en Mesopotamia estudiaron antes las antigüedades asirias que las babilónicas, simplemente porque les resultaba más fácil. Les era más sencillo acceder y seguir el rastro de las excavaciones de la ciudad del pollo, donde se conservaban los cimientos en piedra casi intactos, que hacerlo en Babilonia, donde abundaba el adobe muy destruido por el paso de los siglos. Con los estudios exhaustivos de los palacios, templos y trazados de las ciudades asirias, los arqueólogos adquirieron la experiencia que luego les permitió seguir, en las ciudades mesopotámicas demolidas y casi totalmente destruidas, un plan de trabajo ya practicado.
En Mesopotamia hubo dos etapas de fecundidad artística:
- Caldea (de la región del sur de Mesopotamia, conocida más adelante en la historia como Babilonia).
- Asiria (de la región más septentrional de Mesopotamia).
Los verdaderos creadores del arte mesopotámico fueron los antiguos sumerios, pueblo que se supone de origen camita y que pobló estas tierras hacia el año 4000 adC. El estilo de estas gentes fue asimilado después (desde el año 3000 al 1500 adC) por el pueblo semita de los acadios que también llegó a habitar esta región y se fundió con los habitantes anteriores y fue asimilado igualmente por los babilonios. Entre los siglos XI y VII adC el estilo sumerio adquiere pleno desarrollo con la civilización asiria y la neobabilónica.
Tabla de contenidos |
[editar] Características del arte asirio
Las características están muy relacionadas con los materiales de construcción, que a su vez dependen del medio geográfico. La piedra es escasa pero el barro es abundante. Apenas existen árboles corpulentos de donde sacar las vigas. Siguiendo estas limitaciones, las construcciones se realizan en adobe y ladrillo con cimentación en piedra (a imitación de los sumerios). Se emplea el arco y la techumbre de bóveda.
El periodo de auténtico arte asirio es el llamado neoasirio o asirio tardío y comprende desde el año 1000 al 612 adC. Es la época de los grandes constructores Assurnasirpal, Sargón II, su hijo Senaqerib y por último, Esarhaddon (el conquistador de Egipto). Todos ellos mandaron construir grandes palacios en las distintas ciudades elegidas por cada uno.
[editar] Decoración y materiales
El adobe se utiliza para las terrazas y muros gruesos externos. Las paredes hechas de adobe o de ladrillo se recubren con cerámica de colores (barro cocido y vidriado) o con estuco blanco sobre el que iban las pinturas al fresco. Los dibujos representaban plantas, animales fantásticos o figuras geométricas. Utilizaban también el alabastro, que es una piedra blanda que abundaba cerca del río Tigris, en la parte alta. Con este material fácil de tallar se realizaban grandes placas decoradas con relieves que cubren los edificios más nobles.
Emplearon también como decoración los escritos en letra cuneiforme. En las grandes superficies horizontales de los muros de los palacios se hallaban las placas donde se relataban las crónicas de batallas, victorias y cacerías.
El tema del árbol de la vida aparece en los sellos cilíndricos y en algunas pinturas murales. Se han encontrado también decoraciones vegetales muy estilizadas.
Todas las construcciones eran demasiado simples, con algunas excepciones de maravillosa ingeniería como es el caso del riego en los famosos jardines de babilonia. La simplicidad en el diseño de las estructuras se debe a lo difícil del terreno y a lo escaso de los materiales.
[editar] Escultura
Los asirios aprendieron el arte de la escultura y bajo relieve del pueblo hitita. Se han encontrado pocas estatuas, debido a la mala calidad de los materiales. La piedra en Asiria es buena para cortar en lajas delgadas y para bajorrelieves pero mala para estatuas. Por eso lo más abundante son los bajorrelieves hechos de alabastro o caliza blanda.
Los escultores asirios supieron representar con una gran perfección los animales salvajes, realizando relieves de escenas de caza de gran realismo. Uno de los trabajos más apreciados en este campo es el que se conserva en el Museo Británico y que representa un león y una leona moribundos; forma parte de una escena de caza del palacio encontrado en Nínive y atribuido a Assurbanipal (año 668 adC). En ese mismo palacio se encontraron escenas de batallas, de prisioneros, de la vida cotidiana del ejército, etc. Todos estos relieves fueron hechos en alabastro.
El tema de los relieves es casi siempre profano. Además de las escenas de guerra abundan las de caza (el rey caza leones y otros animales salvajes). Las escenas que muestran la vida placentera de dentro del palacio se representan en las paredes interiores. En el palacio de Khorsabad se encontraron más de 2.000 metros de bajorrelieves con una calidad artística muy desigual debido a los diferentes artesanos que trabajaron en ellos en un tiempo límite. Por lo general el dibujo es torpe, como de niño pequeño. Los hombres son más altos que los caballos e incluso más que las fortalezas; los peces son del tamaño de un barco, los buitres son tan grandes como el cadáver que están devorando. La idea de perspectiva es también bastante incipiente. En general el artista agranda los personajes que le interesan y así el rey es más alto que nadie y los asirios son más grandes que sus enemigos. La cabeza está dispuesta de perfil en la mayoría de los casos, aunque la persona esté de frente. Las caras son inexpresivas. Al lado de estos relieves descritos pueden contemplarse otros salidos de las manos de verdaderos artistas que supieron plasmar a la perfección las barbas, el pelo rizado, los bordados de los mantos y las franjas de los vestidos del rey y sus servidores.
Las esculturas de bulto redondo también fueron verdaderas obras de arte. Algunas eran enormes y estaban colocadas en las puertas de los palacios, como guardianes del recinto. Eran figuras de seres mitológicos antropomórficos, esfinges aladas y con cabezas humanas, grifos y leones.
[editar] Monumentos
El monumento más importante en el arte asirio es el palacio, morada del rey. El rey es el personaje más importante del pueblo asirio, es el dominador y el caudillo, por tanto su casa debe ser construida con magnificencia.
El palacio asirio (y en general el palacio de Mesopotamia) constituye un gran recinto con numerosas dependencias, patios, salones de recepción y un templo. Será el modelo de los palacios romanos en la época en que el Imperio se orientaliza y será el modelo que tomarán los bizantinos y los árabes de la Edad Media.
El otro gran monumento es el templo. Eran edificios en forma de torre, los llamados zigurat, con mucha altura. Estaban ubicados en los recintos de los palacios, formando parte de ellos. En toda Mesopotamia existían estos templos siendo los más grandes los de Babilonia. Las torres estaban escalonadas y a veces sobrepasaban una altura total de 100 metros. El templo-torre del palacio de Sargón II tenía 43 metros de lado y cada uno de los pisos medía 6 metros de altura.
[editar] Véase también
[editar] Bibliografía consultada
- PIJOAN, José. Summa Artis. Historia General del Arte, volumen II. Arte del Asia Occidental. Editorial Espasa Calpe S.A., 1931
- SEIGNOBOS, Ch. Historia Universal Oriente y Grecia . Editorial Daniel Jorro, Madrid 1930
- ANGULO ÍÑIGUEZ, Diego. Historia del Arte, tomo I. Raycar S.A. Impresores, 1982. ISBN 84-400-8645-8