Batalla de Adua
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Batalla de Adua | |
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Parte de: Primera Guerra Italo-Abisinia | |
Fecha: 1 de marzo de 1896 | |
Lugar: Cercanías de Adua, Etiopía | |
Resultado: Victoria etíope | |
Beligerantes | |
Imperio Etíope | Reino de Italia |
Comandantes | |
Menelik II Ras Makonnen Ras Mikael Tekle Haymanot |
Oreste Baratieri Matteo Albertone Vittorio Dabormida Giuseppe Ellena |
Fuerzas en combate | |
Unos 120.000 hombres entre infantería y caballería número indeterminado de cañones |
14.527 italianos y eritreos (askaris) 56 cañones |
Bajas | |
10.000 muertos | 5.900 muertos |
La batalla de Adua (también conocida como Adwa) tuvo lugar el 1 de marzo de 1896 entre Abisinia (hoy más conocida como Etiopía) e Italia cerca de la ciudad abisinia del mismo nombre. Fue la batalla culminante de la Primera Guerra Italo-Abisinia.
Tabla de contenidos |
[editar] Trasfondo histórico
África había sido dividida entre las potencias europeas en el siglo XIX, con las únicas excepciones de la república de Liberia y el Imperio de Abisinia. Italia, que acababa de incorporarse a la carrera colonial, poseía colonias en Eritrea y Somalia, y deseaba aumentar su presencia en el Cuerno de África conquistando Abisinia y uniendo así sus dos territorios costeros por tierra. Firmó entonces el tratado de Uccialli con el emperador abisinio Menelik II, quien desconocía que la versión en italiano del tratado convertía su país en protectorado italiano. Cuándo lo supo, rompió el tratado, obligando entonces a Italia a invadir Abisinia si quería cumplir sus propósitos.
Se inició así una invasión italiana en toda regla, compuesta de alrededor de 20.000 hombres. El general italiano Oreste Baratieri, propuso hacer el primer movimiento la noche del 29 de febrero de 1896, esperando sorprender a los abisinios mientras dormían.
[editar] Prolegómenos de la batalla
El ejército italiano estaba compuesto de cuatro brigadas que sumaban aproximadamente 20.000 hombres, con cincuenta y seis piezas de artillería. Una de ellas era una brigada de askaris (infantería nativa reclutada en Eritrea, con oficialidad italiana) bajo el mando del general Matteo Albertone. Las tres brigadas restantes eran unidades italianas bajo los generales Vittorio Dabormida, Giuseppe Ellena y el propio Baratieri. Las cuatro brigadas italianas avanzaron por separado hacia ciudad de Adua por diversos pasos de montaña. El trayecto las separó mucho, de forma que al amanecer del 1 de marzo se encontraban separadas por varios kilómetros de terreno difícil.
Menelik II y su ejército (que sobrepasaba ampliamente en número a los italianos, calculándose sus efectivos en alrededor de 120.000 hombres) se habían levantado temprano para asistir a los servicios religiosos. Al conocer la noticia del avance italiano, el emperador reunió los ejércitos separados de sus nobles (Ras Makonnen, Ras Mikael, y el Negus Tekle Haymanot de Gojjam) y avanzó hacia los italianos.
[editar] La batalla
La brigada de askaris del general Albertone fue la primera en sufrir el embite abisinio, cerca de una colina llamada Enda Chidane Meret. Los askaris resistieron bien a embestida abisinia, en parte gracias al apoyo de la artillería italiana, pero se enfrentaban a un ejército mucho mayor. El combate duraba ya tres horas, hasta que Menelik II decidió enviar su reserva de 25.000 soldados de Soa, que aplastó a la brigada de Albertone.
La brigada italiana de Dabormida se había trasladado hasta el lugar del combate en ayuda de Albertone, pero no pudo alcanzarlo a tiempo. Lejos del resto del ejército italiano, se vio obligado a combatir a los abisinios. Sin embargo, el factor numérico, el valor y la ferocidad de los guerreros de Soa condujeron a la muerte del general italiano y la destrucción de gran parte de una nueva brigada. Tras este nuevo triunfo, las tropas de Menelik II atacaron a las dos brigadas restantes y las aplastaron nuevamente en el monte Belah. Al mediodía, los supervivientes del ejército italiano se retiraban de una batalla ya perdida.
[editar] Resultado
Los italianos contabilizaron 5.900 bajas, mentras que los abisinios perdieron en torno a 10.000 hombres. Los prisioneros italianos fueron tan bien tratados como fue posible, pero los 800 askaris que capturaron fueron considerados traidores, y su castigo fue la amputación de sus manos derechas y sus pies izquierdos.
Como resultado directo de la batalla, Italia firmó el tratado de Addis Abeba, reconociendo a Abisinia como un estado independiente. La responsabilidad del fracaso cayó en Baratieri, a quién relevaron de su cargo, acusado de deserción. La humillación de Italia fue sentida durante casi cuarenta años, hasta 1935, cuándo la Segunda Guerra Italo-Abisinia dio a la Italia de Mussolini el dominio de Abisinia.