Batalla de Sadowa
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Batalla de Sadowa | |
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Parte de: Guerra Austro-prusiana | |
La Batalla de Sadowa por Georg Bleibtreu |
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Fecha: 3 de julio de 1866 | |
Lugar: Sadová, actual República Checa | |
Resultado: Victoria prusiana | |
Beligerantes | |
Reino de Prusia | Imperio Austríaco Reino de Sajonia |
Comandantes | |
Guillermo I Helmuth von Moltke |
Ludwig von Benedek |
Fuerzas en combate | |
140.000 soldados | 90.000 Austrícos 25.000 Sajones |
Bajas | |
10.000 muertos | 25.000 bajas, 20.000 prisioneros |
En la Batalla de Königgrätz (o Hradec Králové) o Batalla de Sadowa (o Sadová) del 3 de julio de 1866 ,se puso de manifiesto la revolución táctica tras la adopción del fusil de retrocarga y de aguja, la potencia de fuego de la infantería acabó con la carga a bayoneta y el choque frontal preconizados en el siglo XVII.
[editar] El conflicto
El ejército imperial austriaco, que contaba con 528.000 efectivos, estaba listo para el combate en 1866.Pero casi una cuarta parte de esos hombres debía quedarse a defender Austría y Hungría. La multiplicidad de frentes propiciada por la hostilidad italiana hizo necesario repartir los diez cuerpos de infantería y las cinco divisiones de caballería en un ejército del Norte, de 238.000 hombres, confiados al general Benedek, y un ejército del sur, formado por 74.000 hombres agrupados en tres cuerpos y dirigido por el archiduque Alberto. Por su parte, Prusia disponía de 320.000 hombres, de los que una décima parte eran cabalería, repartidos en cuatro ejércitos, formando la Guardia un cuerpo de reserva estratégico. Al sumarse las fuezas de Hannover, Hesse y Baviera al ejército imperial, las fuerzas que se encontraron en Bohemia eran simililares.
Sin embargo, la efectividad de las tropas no era comparable. Aunque los austriacos habían modernizado la artillería, su falta de recursos e inmovilismo táctico les hizo desdeñar adoptar ininovaciones ténicas que acabaron siendo decisivas.
[editar] La táctica antes de la batalla
No ocurría lo mismo en prusia. Su Estado Mayor, bajo la dirección del general Helmuth von Moltke y con el apoyo del rey Guillermo I y de Bismarck, había aumentado la eficacia del ejército de forma considerable. La mitad de lo hombres contaban con fusiles de retrocarga de aguja, con una cadencia de tiro muy superior a la de los que utlizaban la otra mitad, que habían de ser cargados aún por la boca del cañón. Este tipo de fusil anticuado era precisamente el que utilizaba la totalidad del ejército austríaco.
Los ejercicios estaban además muy desarrollados en el ejército prusiano, que realizaba maniobras cada año par que los mandos se entrenaran en la utlización de la grandes unidades. El ejército imperial austríaco se contentaba con desfiles y ejercicios de regimiento.
Las opciones tácticas de cada uno de los estados mayores reflejan las consecuencias de esta situación. Los generales austriacos estaban persuadidos de que sólo se lograría la victoria con arriesgados ataques a bayonetas calada. Contra este ataque, la rapidez de tiro de los fusiles de aguja prusianos hacía estragos, y también existía una superioridad evidente de los mandos.
[editar] El triunfo de la disciplina
El emperador entregó el mando al brillante general magiar ludwing von Benedek, que aceptó a regañadientes, consciente tanto de su inexperienca contra los prusianos como en el conocimiento de Bohemia, donde tendría lugar el choque. Bendek de Sadowa y el Elba (a sus espaldas) con la fortaleza de Königgrätz en la otra orilla.
Las fuerzas prusianas se dividieron en dos ejércitos. El segundo, al mando del príncipe Friedrich Karl y con órdenes de atacar el centro, se hallaba aún lejos cuando von Moltke cometió el error de enferentarse a los austríacos. Moltke esperaba encontrarlos (como erea más lógico) al otro lado del Elba, y en cambio se los encontró de frente al hacer avanzar al segundo Ejército. La derecha austríaca estaba formada por los cuerpos dirigidos por los condes austríacos Von Thun y Von Festetics que, lejos de aceptar su inactividad y las órdenes de un húngaro, decidieron avanzar, dejando al descubierto el flanco. En esa zona boscosa fueron diezmados, aunque también lo fue la 7ºdivisión prusiana que les hizo frente, sabedora de que de ceder, caería el centro.
Tomada la posición a tan alto coste, los austriacos debieron retroceder ante la llegada in extremis del Primer Ejército del Príncipe heredero por el flanco austriaco; mientras, el centro fue tomado, perdido y vuelto a tomar por los prusianos.
A Benedeck sólo le queda emplear la caballería para cubrir una retirada a través de los puentes sobre el Elba, habiendo 44.000 hombres.