Cantando bajo la lluvia
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| Título | Cantando bajo la lluvia |
| Ficha técnica | |
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| Dirección | Stanley Donen Gene Kelly |
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| Guión | Betty Comden Adolph Green |
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| Música | Roger Edens Al Hoffman |
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| Fotografía | Harold Rosson |
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| Reparto | Gene Kelly Donald O'Connor Debbie Reynolds Jean Hagen Millard Mitchell Cyd Charisse Rita Moreno |
| Datos y cifras | |
| País(es) | Estados Unidos |
| Año | 1952 |
| Género | Musical |
| Duración | 99 minutos |
| Compañías | |
| Productora | [[Metro-Goldwyn-Mayer]] |
| Distribución | Metro-Goldwyn-Mayer |
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| Ficha en IMDb | |
Cantando bajo la lluvia es probablemente el más mítico de los musicales de Hollywood. Hecho siguiendo los esquemas clásicos de la Metro, tiene su inspiración en toda la serie de Melodías de Broadway que se fueron realizando en Hollywood en los años 30 y 40, coincidiendo con la aparición del cine sonoro.
La película fue un gran éxito. Se estrenó en abril y fue la película más taquillera durante ese mes y la décima de 1952
[editar] Curiosidades
Durante el rodaje de la escena de claqué en la lluvia Gene Kelly estaba enfermo, tenía la friolera de 40º de fiebre. al estar así no podía bailar con la fuerza suficiente para que sus pasos sonasen bien en cámara así que al mismo tiempo que el bailaba lo hacían al lado de la cámara dos bailarinas simultáneamente y también sobre un charco para que diera el pego.
[editar] Argumento
Don Lockwood es una romántica estrella del cine mudo a quien ha costado mucho llegar hasta la cima. Hasta llegar a triunfar en Hollywood ha llevado un largo camino en compañía de su íntimo amigo Cosmo Brown. Ahora forma con Lina Lamont, una bella no tan tonta como parece, pero bastante turbia en sus intenciones, la pareja de moda de los estudios cinematográficos que dirige R.F. Simpson. Tras uno de los estrenos, Don conoce a Kathy Selden, una actriz de teatro aún desconocida, que primero menosprecia el arte del cine y luego sale de una tarta y resulta ser una de las bailarinas del coro que va a la fiesta. Don y Kathy se enamoran. Paralelamente, se ha producido un terremoto en la industria cinematográfica: el cine sonoro llega arrasando. El público quiere más y hay que reconvertir la última película de Lockwood y Lamont en musical, lo que no sería problema... si no resultara que Lina Lamont tiene una voz de rata completamente inservible para el cine.
