Color de piel
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El color de la piel en la especie humana puede variar desde un color blanco rosáceo a tonos casi negros. En general, las personas cuyos antepasados vivían en regiones soleadas tienen la piel más oscura que las personas cuyos antepasados vivían en regiones con menos luz solar. Sin embargo, existen personas con antepasados procedentes de ambos tipos de regiones, con lo que su color de piel estará en un término medio. Normalmente, las mujeres tienen un tono de piel ligeramente más claro que los hombres.
El color de piel está determinado por la cantidad y tipo del pigmento melanina en la piel. Existen dos tipos de melanina, la feomelanina (de rojo a amarillo) y la eumelanina (de marrón oscuro a negro). De cuatro a seis genes, que operan bajo dominancia incompleta, determinan el tipo de melanina y las cantidades. Cada uno de los progenitores proporciona una copia de cada gen, que presenta a su vez diversos alelos. Esto supone una gran variedad de tonos de piel.
Una piel oscura protege al individuo del cáncer de piel, es decir, las mutaciones en las células de la piel inducidas por la luz ultravioleta. Las personas de piel clara tienen una probabilidad unas diez veces mayor de morir por cáncer de piel bajo las mismas condiciones de luz solar. Además, la piel oscura previene la destrucción de la vitamina B esencial folato por radiación ultra violeta. El folato es necesario para la síntesis de ADN en la división celular, y niveles demasiado bajos en las mujeres embarazadas están relacionados con defectos y anomalías en el feto.
La ventaja de la piel clara es que deja pasar más luz solar, lo que implica una producción mayor de vitamina D3, necesaria para la absorción del calcio y el crecimiento de los huesos. El tono más claro de piel en las mujeres se puede deber a la preferencia sexual o a las mayores necesidades de calcio de éstas durante el embarazo y la lactancia (y quizá por los dos motivos).
La evolución de los distintos tonos de piel se cree que tuvo lugar como sigue: los antepasados peludos de los humanos, al igual que los grandes monos actuales, tenían una piel clara bajo el pelo. Una vez que perdieron el pelo, desarrollaron una piel oscura, necesaria para evitar los bajos niveles de folato, ya que vivían en África, donde hace mucho sol (El cáncer de piel probablemente tuvo un papel secundario, ya que normalmente mata sólo después de la edad reproductiva, con lo que no ejerce mucha presión evolutiva). Cuando los humanos emigraron a regiones con menos luz solar, en el norte, los bajos niveles de vitamina D3 supusieron un problema que originó la evolución de la piel, que desarrolló tonos más claros.
Las personas de piel oscura que viven en regiones con poca luz solar suelen tener niveles bajos de vitamina D3, razón por la cual se añade vitamina D a la leche en algunos países.
Los inuit son un caso especial: aunque viven en un ambiente con poquísimo sol, han mantenido una piel relativamente oscura. Esto se puede explicar por el hecho de que su dieta tradicionalmente carnívora les proporciona una dosis suficiente de vitamina D.
El albinismo es una condición caracterizada por la ausencia de melanina, que da lugar a piel y pelo blancos, y se debe a una mutación genética
El color de piel ha sido utilizado en ocasiones para definir las razas humanas. Véase racismo.