Consolamentum
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El Consolamentum, una costumbre herética para sus críticos, era el único sacramento que administraban los cátaros, una especie de bautismo. Al contrario que en el cristianismo oficial, para este bautismo no se necesitaba agua. Se requerían únicamente algunas palabras y el evangelio de San Juan. Esto se debe a que los cátaros eran seguidores de una Iglesia alternativa, humilde, gnóstica y sin jerarquía, que según ellos fue iniciada por San Juan y María Magdalena. No participaban en los sacramentos católicos oficiales, ya que detestaban a la Iglesia oficial de Pedro, que vivía en la opulencia y la corrupción bajo el mando papal. Según los cátaros, el consolamentum era el bautismo del Espíritu Santo. Este ritual fue tomando diversas formas, al ser practicado por grupos que derivaron directamente de los primeros cristianos, los cuales no obedecían a ninguna jerarquía ni autoridad religiosa central.
Pese a que el consolamentum era un único sacramento, era administrado en dos circunstancias diferentes. La primera era sólo para los creyentes más fieles y abnegados. Se administraba a iniciados ascetas de ambos sexos que habían llegado a la edad adulta, los cuales, una vez bautizados, se convertían en "Parfait" (Perfectos). Los Parfait debían ser vegetarianos, célibes y dedicar sus vidas a viajar y enseñar las doctrinas cátaras. Los Parfait eran los líderes de la comunidad cátara. El sacramento actual de la Orden Sacerdotal parece proceder de una practica similar, llevada a cabo por los primeros cristianos.
La gran mayoría de la población no recibía el consolamentum hasta la hora de su muerte. Una vez que se les daba este sacramento a los moribundos, se les asignaban las mismas tareas que a los Parfait, si bien es obvio que no se esperaba de ellos que fueran a viajar o predicar anunciando su doctrina desde su lecho de muerte. Una vez más, el sacramento oficial de la Extrema Unción parece haber derivado de algo parecido al consolamentum. Esto permitía a muchos creyentes ser perdonados de sus pecados y placeres mundanales durante su vida terrenal y recibir la absolución poco antes de pasar al más allá.
En algunos casos, durante los últimos años de los cátaros (antes de que fueran oficialmente exterminados por la Iglesia Católica), el enfermo que estaba a punto de morir iniciaba un ayuno total tras recibir el consolamentum. Esta práctica se conocía como "endura", y era una forma ritual de suicidio para asegurarse un rápido tránsito a la nueva vida y la reunificación con el Dios bueno.