El príncipe Baltasar Carlos a caballo
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Información | ||||
Pintor | Diego Velázquez | |||
Año | 1635 | |||
Estilo artístico | Barroco | |||
Técnica pictórica | Óleo sobre lienzo | |||
Longitud | 209 cm | |||
Anchura | 173 cm | |||
Localización | Museo del Prado | |||
Ciudad | Madrid | |||
País | España | |||
Categorías | ||||
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El retrato de El príncipe Baltasar Carlos a caballo fue pintado por Diego Velázquez en 1635 y se conserva en el Museo del Prado.
Velázquez había recibido el encargo de pintar una serie de retratos ecuestres que se destinarían al Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro de Madrid. Allí se colgaron las obras con los retratos a caballo de Felipe IV y su esposa Isabel de Borbón. El hueco que quedaba entre medias de estas dos pinturas era la sobrepuerta del salón, para la cual pintó Velázquez el retrato del príncipe Baltasar Carlos, de un tamaño menor que los otros dos de sus padres.
De todos aquellos cuadros, las obras más afortunadas en cuanto a ejecución fueron la de Felipe IV a caballo (1635) y la del príncipe Baltasar Carlos.
Tabla de contenidos |
[editar] Descripción del cuadro
Esta pintura ofrece una brillantez de color muy superior a lo realizado por Velázquez hasta el momento. El príncipe aparenta en este retrato unos 5 ó 6 años. Está erguido sobre su silla, al estilo de la monta española, en una actitud de nobleza; en la mano derecha lleva la bengala propia de general que se le concede por su rango de príncipe real. Viste un jubón tejido de oro, un coleto, un calzón verde oscuro y adornado con oro, botas de ante, valona de encaje y sombrero negro con una pluma. De la figura del niño lo más destacable es la cabeza, un trabajo extraordinario que indica la madurez en el oficio. Los críticos sostienen que esta cabeza es una de las cumbres de la pintura de todos los tiempos. El tono de la cara es pálido, el cabello es de un rubio que contrasta con el negro mate del chambergo.
El caballo tiene un gran y desmesurado vientre si se le observa a poca distancia, pero hay que tener en cuenta que está pintado con la deformación de perspectiva adecuada al lugar donde iba a ir emplazado, en alto, sobre una puerta. Está presentado en corveta de 3/4, de manera que el espectador pueda ver sin dificultad la cabeza del pequeño jinete. Tiene una larga cola y crines que agita el viento.
El paisaje del fondo es clásico en Velázquez, sobre todo el cielo, que se ha dado en llamar cielo velazqueño. El pintor conocía bien esos parajes del Pardo y de la sierra de Madrid. En este caso, el caballo está situado en una altura para dar pie así a la perspectiva del paisaje. La montaña nevada que se ve al fondo a la derecha es el pico de La Maliciosa, en Guadarrama.
[editar] Términos
- Jubón: era una vestidura ajustada que cubría el cuerpo desde los hombros hasta la cintura.
- Coleto: de influencia italiana, esta prenda estaba hecha de piel (generalmente piel de ante). Podía tener mangas o no. Cubría el cuerpo hasta la cintura.
- Ante: así se llama a la piel de ciertos animales que se adobaba y curtía como la piel del ante o alce.
- Valona: palabra que viene de la germana walah; así llamaban los germanos a sus vecinos romanizados. En el caso de una vestimenta se refiere al cuello grande y vuelto sobre la espalda, los hombros y el pecho, fabricado en encaje, que se utilizó mucho durante los siglos XVI y XVII.
- Corveta: se dice así a un movimiento especial en la doma del caballo, en que se le hace andar con los brazos en el aire.
- Chambergo: esta palabra viene del nombre propio Schönberg, nombre del mariscal francés (1601-1656) que estuvo en la Guerra de Cataluña (rebelión contra el poder real de Felipe IV) y que introdujo en esta región la moda en el uniforme. Por extensión, se llama chambergo a ciertas prendas del uniforme creado en Madrid para la guardia del regimiento de Carlos II durante su minoría de edad, así como al propio regimiento. Y también se llamó chambergo al sombrero que se usaba de copa acampanada, ala ancha levantada por un lado y recogida con una presilla, que a veces se adornaba con una pluma o con algunas cintas, que es el que usa el príncipe en el cuadro.
[editar] Véase también
[editar] Bibliografía
- Historia general del arte, Tomo XIII, colección Summa Artis, La pintura española del siglo XVII. Autor, José Camón Aznar. Espasa Calpe S.A., Madrid 1977.
- La pintura en el Barroco José Luis Morales y Marín. Espasa Calpe S.A., Madrid, 1998. ISBN 84-239-8627-6
- Museo del Prado. Pintura española de los siglos XVI y XVII, Enrique Lafuente Ferrari. Aguilar S.A., Madrid 1964.
[editar] Enlaces externos
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