Experimento Miller-Urey
De Wikipedia, la enciclopedia libre
En 1950 Stanley Miller y Harold Urey diseñaron un aparato en el que simularon algunas condiciones de la atmósfera de la Tierra primitiva. Demostraron la hipótesis de que, al colocar una mezcla de vapor de agua, metano, amoníaco, dióxido de carbono, monóxido de carbono, nitrógeno y ácido sulfhídrico, con fuentes de energía similares a las de la Tierra primitiva, se forman compuestos orgánicos.
En el aparato se introdujo la mezcla gaseosa, el agua se mantenía en ebullición y posteriormente se realizaba la condensación; las sustancias se mantenían a través del aparato mientras dos electrodos producían descargas eléctricas continuas en otro recipiente.
Después que la mezcla había circulado a través del aparato, por medio de una llave se extraían muestras para analizarlas. En éstas se encontraron varios aminoácidos, un carbohidrato y algunos otros compuestos orgánicos.
El experimento realizado por Miller y Urey indicó que la síntesis de compuestos orgánicos, como los aminoácidos, fue fácil en la Tierra primitiva. Otros investigadores –siguiendo este procedimiento y variando el tipo y las cantidades de las sustancias que reaccionan- han producido algunos componentes simples de los ácidos nucleicos y hasta ATP.