Flores para Algernon
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Flores para Algernon (Flowers for Algernon en inglés) es un relato de ciencia ficción escrito por Daniel Keyes y publicado por primera vez en abril de 1959 en The Magazine of Fantasy & Science Fiction en forma de novela corta. Es considerado muchas veces por la crítica como uno de los mejores relatos de ciencia ficción de todos los tiempos, sobre todo por su excepcional ternura.
Recibió el premio Hugo en 1959, el premio Nébula en 1966 por su ampliación a novela, y se hicieron versiones cinematográficas en 1968 (Charlie, que le proporcionó el Oscar al actor Cliff Robertson), y una para televisión en 2000.
[editar] Argumento
Charlie Gordon es un chico que sufria de retraso mental con un bajo IQ de 69 a la edad de 37 el es elegido para probar un tratamiento que podría triplicar su inteligencia mediante una operacion. Sus progresos son comparados en paralelo con los de un ratón, Algernon, del cual el protagonista se hace amigo pero sin antes haber tenido algunos conflictos y celos,devido ala inteligencia superior de Algernon . Charlie nos cuenta, a través de sus informes de progresos, no sólo sus avances, sino también sus sentimientos y su propia evolución, pero todo cambia cuando encuentran una “posible solución” que termina empeorando la condición de Charlie.
[editar] Comentarios
Probablemente lo más excepcional del cuento sea la forma de contarlo, extraordinariamente original, y sobrecogedoramente (aunque al mismo tiempo manteniéndose en el terreno de la contención) emotiva. También es muy interesante el hecho de que sea uno de los pocos relatos de ciencia ficción narrados desde el interior del alma de su protagonista. Asimov contaba en una antología de los premios Hugo editada por él que, al entregarle el premio Hugo, en lugar de ponerse a pensar en aquellos relatos de su propia cosecha que lo hubieran merecido más, le preguntó en voz alta delante de la audiencia, en la más completa sinceridad y admiración al escritor, Daniel Keyes, <<¿Cómo lo has hecho?>>. A lo cual el autor agarró de la chaqueta al Buen Doctor y le susurró: <<Oye, Isaac, cuando lo descubras me lo dices, ¿vale? De verdad que me encantaría repetirlo>>.