Hombre de Tautavel
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La expresión hombre de Tautavel designa un conjunto de fósiles de homínidos que datan de cerca de 450.000 años aP, encontrados en Caune de l'Arago, Tautavel, Pirineos Orientales, por el equipo de Enrique de Lumley.
[editar] Interpretación filogenética
Estos restos son objeto de interpretaciones filogenéticas diferentes según los autores:
- para algunos, entre ellos el equipo de descubridores, corresponden a una forma europea de Homo erectus para la cual se propuso inicialmente el nombre de Homo erectus tautavelensis. En este caso, serían anteriores al Homo neanderthalensis sobre el suelo europeo, pero no necesariamente sus antepasados.
- para otros, se trataría de pre-neandertales, antepasados directos del hombre de Neandertal. Se consideran en tal caso como representantes de la especie Homo heidelbergensis.
[editar] Principales fósiles
El hombre de Tautavel está representado por más de 80 fragmentos fósiles. El más famoso es un cráneo incompleto descubierto en varias etapas: la cara y el frontal (Arago XXI; véase ilustración) se encontraron el 22 de julio de 1971, y el parietal derecho (Arago XLVII) se encontró ocho años más tarde. Se trata de los restos de un individuo masculino, viejo de una veintena de años, que medía alrededor de 1,65 m de estatura y tenía un peso de 45 a 55 kg. Su frente era plana y huidiza y sus soportales sourcilières prominentes (torus encimaorbital). Las superficies de inserción muscular indican una musculatura desarrollada. La caja craneal tiene un volumen de 1150 cm3.
Entre los restos descubiertos, se destacan además dos mandíbulas, una de una mujer de unos cincuentena de años (Arago II) y otra de un joven adulto masculino de 20 a 25 años (Arago XIII).
[editar] Forma de vida
La industria lítica asociada al Hombre de Tautavel se interpreta a veces como un Tayaciense antiguo, o a veces como un Achelense. Algunos bifaces están presentes, pero son raros habida cuenta de la dificultad de realizarse sobre los materiales locales.
Parece que el Hombre de Tautavel no controlaba aún el fuego: raras osamentas quemadas que certifican la utilización del fuego en Caune de l'Arago, hacen su aparición en los depósitos posteriores, cuya edad se incluye entre los 400 y 100 mil años AP, y los testigos de combustión no se generalizan sino a partir de 100.000 años AP.
El hábitat reveló restos de rinoceronte y caballos. Es muy posible que comía también pequeños animales. Algunos investigadores emitieron la hipótesis que era caníbal y más seguramente carroñero, más que cazador. Si era cazador, su territorio se extendía seguramente sobre un radio de 30 km (como dan prueba también algunas rocas importadas para fabricar sus herramientas).
