Masinisa
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Masinisa (h. 238 adC - h. 148 adC). Primer rey de Numidia, rigió sobre su propia tribu, los Maesilos, y la de los Masessilos, originalmente liderados por el pro-cartaginés Sifax. Comenzó como líder tribal de los bereberes, sucediendo a su padre Gaia. Aliado de Cartago, junto al general Asdrúbal Giscón derrota al númida Sifax. Contaba tan sólo con 17 años (213 adC ó 212 adC). Luchó como aliado de Cartago en Hispania, dirigiendo a sus jinetes númidas y finalmente liderando una exitosa campaña de guerrilla contra los romanos.
Tras regresar a su reino, sostuvo varias guerras civiles contra los régulos Sifax, Lacumazes y Mazetulo. Derrotado por Sifax, fue perseguido por el general de éste, Búcar, pero reunió un nuevo ejército. En una nueva batalla, el hijo de Sifax, Vermina, decidió la batalla a favor de su padre. Exiliado por un tiempo, alrededor del 206 adC comenzó a cooperar con los romanos (según parece conocía personalmente a Lelio, comandante de caballería de Escipión), luchando a su lado en la batalla de Zama (cercana a la ciudad actual de Maktar, Túnez). Durante la batalla, mientras la infantería cartaginesa se enfrentaba con relativo éxito a las legiones romanas bajo el mando de Escipión El Africano, la caballería de Masinisa había abandonado la batalla en persecución de la cartaginesa. Tras su regreso, los romanos consiguieron derrotar a los veteranos y levas dirigidas por Aníbal.
Roma respaldó su recién fundado reino de Numidia, al oeste de Cartago. Esto convenía a los intereses latinos, dado que sus nuevos vecinos traerían más problemas a Cartago. Bajo el mando de Masinissa muchas de las tribus seminómadas se convirtieron en campesinos y granjeros. Sin embargo, aún había pocas áreas urbanizadas.
A lo largo de su vida, Masinisa extendió el reino, colaborando con Roma. Hacia el final de su vida, provocó a Cartago para que le declarase la guerra. De acuerdo a Livio, los númidas comenzaron a saquear alrededor de 70 ciudades en las fronteras sur y oeste de Cartago. Airados por esta conducta, los cartagineses declararon la guerra a Masinisa, desafiando el tratado firmado tras la Segunda Guerra Púnica que prohibía a Cartago declarar la guerra a una tercera nación. El resultado fue tercera y última guerra púnica. Antiguos textos indican que Masinissa vivió durante más de 90 años, y aparentemente seguía dirigiendo personalmente a sus ejércitos cuando murió.
Tras su muerte, Numidia fue dividida en varios pequeños reinos al cargo de sus hijos.