Nargothrond
De Wikipedia, la enciclopedia libre
- Este artículo se refiere a la literatura fantástica escrita por J. R. R. Tolkien.
Nargothrond fue un reino de elfos Noldor fundado por Finrod, el hijo mayor de Finarfin y Eärwen durante la Primera Edad en Beleriand.
Nargothrond fue fundado por Finrod cuando este había recibido mensajes del Vala Ulmo de que debía buscar un lugar para fundar un reino oculto a los ojos de Morgoth, que resistiera hasta el final a sus ataques. Es entonces cuando Finrod emprende la búsqueda de un lugar idóneo para esta misión. Visitando a su tío abuelo, el Rey Thingol en su ciudad de Menegroth, se maravilla ante esta ciudad emplazada en las grutas del Río Esgalduin, construida por elfos sindar y enanos, por lo que le revela a Thingol los deseos de su corazón y así es como el rey de Beleriand le habla de las grutas del río Narog, hace tiempo abandonadas y donde antes habitaban los enanos mezquinos.
Emplazado entonces en las cavernas próximas al río Narog, Nargothrond era una fortaleza de considerables dimensiones construida entre los elfos de la casa de Finrod y los enanos, los cuales le dan al rey elfo el sobrenombre por el que sería recordado en las leyendas, Felagund (Señor de las Cavernas).
Años después, Finrod parte a cumplir el juramento dado a Barahir, de la Casa de Bëor, ayudando al hijo de Barahir, Beren, en la misión que Thingol le había encomendado para poder desposar a su hija, Lúthien Tinúviel. Orodreth, hermano de Finrod, se hace cargo del trono, aunque sin Felagund el pueblo de Nargothrond se esconde y se protege, pues el miedo habita en sus corazones, sobre todo desde que los hermanos Celegorm y Curufin habían amenazado al reino de destruirlo si colaboraban en la misión de rescatar el Silmaril para Beren.
Aparece muchos años después Túrin Turambar, con su espada negra Gurthang, y se hace grande entre los elfos de la fortaleza. La hija del rey, Finduilas, se enamora de él, pero la presencia de Túrin, maldito por Morgoth, sólo causa desgracias a la ciudad: su orgullo lo convence de que Nargothrond debería ser una fortaleza que se enfrente abiertamente al poder de Morgoth, y aunque elfos provenientes de Balar llegan a la ciudad para advertir contra esto, de parte del mismo Ulmo, Túrin impone su punto de vista y Nargothrond construye un puente de entrada al reino que lo revela ante los ojos de sus enemigos, además de darles el libre acceso al reino. Glaurung, padre de los dragones, ataca y arrasa la morada de estos elfos, que son hechos prisioneros o asesinados, y Túrin no puede hacer nada para evitarlo. El dragón toma las cavernas de Nargothrond como morada.
El dragón sólo abandona Nargothrond hasta que va a cazar a Túrin al bosque de Brethil. Es entonces cuando el enano mezquino Mîm las habita, como antaño lo harían sus ancestros, y ningún ser, excepto Húrin padre de Túrin, se atreve a entrar allí, ni siquiera por el tesoro que guardan sus pasillos y sus salas. Húrin asesina a Mîm y se lleva consigo el Nauglamir, el tesoro más preciado de la ciudad, un collar hecho con perlas y que los enanos fabricaron para el rey Felagund.
Nargothrond desaparece del mundo cuando Beleriand, tras la Guerra de la Cólera, se hunde en el mar.