Orden (filosofía)
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[editar] ORDEN
Como se señala en la introducción general, orden es lo que se opone al caos.
La anarquía hace referencia a un orden social lo que implica ya una jerarquía de órdenes.
Es importante por ello no confundir el orden-desorden, con orden-caos.
El concepto de orden-caos es un concepto primario en la reflexión filosófica.
Para el griego clásico era evidente que la Naturaleza es un orden. Los presocráticos pensaron que todo sucede conforme a una ley natural o Leyes de la Naturaleza, entendiendo la Naturaleza de diversas maneras:
a) Un todo ordenado, como un Único Ser Viviente (hilozoísmo) dotado por tanto de una finalidad, pues todo sucede y ha de suceder conforme a la Ley Natural o Leyes de la Naturaleza, es decir todo tiene una razón de ser, el orden es racional.
b) La Naturaleza, como movimiento, es el resultado de una síntesis entre el Ser, los [átomos]], iguales e inmutables, y el No-ser, el vacío. El movimiento, la Naturaleza, es el resultado de la unión y separación de los átomos, atomismo. El alma y el mismo conocimiento no es más que un movimiento de átomos.
c) Como una preconfiguración racional inmutable y eterna, matemática, según los números (pitagorismo) que dan forma a una materia amorfa. Las cosas se explican y se comprenden según el orden de los números.
Platón realiza una gran síntesis considerando estos factores:
- Una materia (caos) eterna, átomos que se mueven en el vacío sin sentido alguno.
- Un orden formal, eterno, inmutable, matemático, que está fuera de este mundo; un universo de formas: las ideas
- Un Superhéroe, Demiurgo, Semidios, que tomando como modelo el mundo de las ideas, da forma a la materia, constituyéndose así el mundo material en el que vivimos.
Aristóteles introduce en el concepto de orden un nuevo factor: la medida, que supone la relación de unas partes con otras, concepto que ha pasado a la tradición escolástica que establece el concepto de orden bajo las propiedades de jerarquía y finalidad. El orden es así entendido como la subordinación de las partes entre sí respecto a la unidad de un todo.
Esto es así en la creencia de que el orden es un orden de las cosas, orden del ser, porque una Inteligencia, Dios, ha creado el mundo conforme a sus Ideas, su Plan Providencial, que actúa en el mundo según una finalidad.
La Filosofía de la Edad Moderna plantea un cambio fundamental: El orden primariamente es un orden del conocer. Pero el orden del conocer es el mismo que el orden del ser pues Dios no puede crearnos de forma que vivamos esencialmente engañados.
Cuando el pensamiento filosófico prescinde de la creencia en Dios, la cuestión se plantea con toda crudeza: el orden ¿es un producto de una conciencia que conoce, o es una propiedad de las cosas que están ordenadas, es decir, sometidas a un fin?.
La importancia de esta cuestión afecta al tema de la verdad, la teoría del conocimiento y, sobre todo es básico para explicar la concepción del mundo y el sentido de la vida.
Las Ciencias Naturales rechazan como concepto explicativo la finalidad como causa real. La finalidad sólo es aplicable a las Ciencias Humanas, allí donde hay inteligencia y capacidad de proyecto de acción.
La finalidad sólo es admisible como actuación de una causa inteligente que selecciona las partes según criterio y clasifica según medida en orden a la acción que persigue un fin.
Filosóficamente la distinción entre el orden del conocer y el orden del ser deviene en la cuestión Metafísica del Orden Total y su relación con el orden de la Naturaleza conocido por las Ciencias Naturales.
El orden que vemos en la Naturaleza, por tanto, es una cuestión de interpretación del conocimiento que investigan las Ciencias Naturales.
Kant vino a establecer la imposibilidad del conocimiento metafísico, de un conocimiento que fuera más allá de los límites de la experiencia, más allá del Mundo. Dios como objeto de pensamiento sólo es admisible en el campo de las creencias, no de la afirmación de un conocimiento verdadero.
En el campo de la Ciencia, la imposibilidad del conocimiento de El Orden Total, teorema de Gödel, nos muestra que no es posible el conocimiento de un Sistema Completo. La última referencia, o criterio, siempre tendrá que ser un postulado, como una teoría que diseña un marco conceptual, o una creencia.
La cuestión filosófica del orden de lo real hay que considerarla como cuestión que atañe al campo de las creencias.
El problema filosófico en estos momentos consiste en fundamentar la creencia en un orden de lo Real a partir del orden del conocer, pues de otra forma estaríamos cuestionando permanentemente el sentido mismo de la verdad del conocimiento y de la ciencia.
De no ser así, no tendríamos más remedio que conformarnos con un pensamiento débil cuyo sentido de verdad no es más que un referente cultural y social.