Pinito del oro
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Cristina María del Pino Segura, conocida artísticamente como Pinito del Oro (Albadalejo, Ciudad Real, 6 de noviembre de 1931) es una trapecista española
[editar] Biografía
Fue la menor de los 19 hijos que tuvo su madre, artistas todos. Durante su infancia, una noche en la que viajaba la troupe Segura desde Cádiz a la feria de Sevilla, el camión volcó y murió su hermana Esther. Su padre, aunque no creía en el talento de Cristina, se vio en la necesidad de subirla al trapecio para completar la función.
Su madre no llegó a verla. La noche que debutó, cuando la niña Cristina llegó a la casa en Guanarteme (barrio de Las Palmas), le había dado a la madre un acceso de glucosa en la sangre. Murió ella y nació Pinito del Oro. Las dunas de Guanarteme, de arena dorada como el sol, le dieron el nombre.
Durante unas Navidades en Valencia, cuando trabajaba en el circo de los hermanos Díaz, la vio el representante para Europa del circo de los circos, el Ringling Bross, y la quiso contratar. Al ser menor de edad, se casó para viajar a América y enseñó a su marido el oficio de ponerse debajo, o sea, aguantarle la escalera al trapecio. Trabajó durante siete años en el circo Ringling, donde consiguió el Premio Internacional en 1960, el Oscar del Trapecio. Sin red. La contrató Cecil B. de Mille para una película sobre el circo. Cuando regresó a España, fue recibida como una estrella. Cuando se retiró en 1970, Mary Sampere le cortó la coleta en el circo Price de Madrid.
Sufrió tres caídas casi mortales en Huelva, en Suecia y en Laredo. En la primera se rompió el cráneo y permaneció ocho días en coma con sólo 17 años. Se rompió otra vez el cráneo, tres veces las manos, y han tenido que operarle los pies para erguirle los dedos, encorvados de tanto puntear en el trapecio, de 12 a 30 metros sobre el suelo.
Se divorció de su primer marido tras 20 años de matrimonio en los que nacieron 2 hijos. Actualmente vive con su pareja, veinte años menor que ella, en un piso - museo en la Avda. de Escaleritas, en Las Palmas de Gran Canaria.
En numerosas ocasiones se le hace referencia como sinónimo de destreza en las alturas, ("¡Que te vas a caer, a ver si te crees Pinito del Oro!").