Kensei: Sacred Fist
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Kensei: Sacred Fist es un juego de lucha 3D programado por la compañía japonesa Konami para la consola PlayStation de Sony.
Debido al enorme éxito que tenían en esa época los juegos de lucha 3D como Tekken 3, Soul Edge o Bloody Roar 2, la compañía Konami se sumó a este fenómeno y programó este Kensei: Sacred Fist.
A diferencia de otros juegos como el mencionado Tekken, en Kensei realmente las luchas eran en auténticas 3D. Es decir, podíamos movernos libremente por la zona de lucha (pero sin llegar a los fondos del escenario). También los escenarios estaban construidos en 3D, pudiendo ver rotaciones en los edificios, paredes, coches y demás elementos del decorado. No eran interactivos, pero resultaban muy atractivos.
Los luchadores también estaban muy bien modelados. Eran de un tamaño considerable (más grandes que los de Tekken 3) y muchos poseían un look muy parecido al de luchadores de otros juegos de lucha, o incluso de algunos actores de cine. La lista de estilos de lucha también era extensa, y teníamos kárate, jeet kune do, kung fu, ninjitsu, wrestling, judo, ect. Teníamos un total de 22 luchadores a escoger (12 de ellos ocultos en principio).
La música fue compuesta por el célebre Akira Yamaoka, compositor oficial de la saga Silent Hill (y también de la película basada en el citado juego), y realizó un trabajo impecable, como es habitual en este músico japonés. Canciones que abarcaban estilos como rock, heavy metal, baladas, incluso algunas con toques de terror como la saga Silent Hill, canciones donde predominaba la guitarra eléctrica por encima de todo.
Pero sin duda todo este cúmulo de virtudes se venía abajo por culpa de los movimientos de los luchadores (fueron creados sin captura de movimientos de artistas marciales reales) y una jugabilidad muy poco pulida (siempre había un pequeño retardo desde que pulsábamos el botón hasta que el luchador golpeaba). Además, el número de habilidades por luchador era bastante bajo en comparación con otros juegos como, por ejemplo, Tekken, y la historia o argumento del juego era prácticamente inexistente.
