Santa Liberata
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Hermosa iglesia de estilo barroco, ubicada en el limeño y tradicional distrito del Rimac en la Alameda de los Descalzos. Enero de 1711. Cuenta la tradición que ese año se produjo un robo sacrílego en la iglesia del Sagrario. El copón de oro que contenía las hostias consagradas para las iglesias de Lima había sido sustraído. Por ello, las autoridades eclesiásticas debieron cerrar todos los templos de la capital y suspender la administración de la eucaristía. Lima se quedó sin misas y sin comunión. Al poco tiempo, el sacrílego ladrón fue capturado cuando intentaba venderle las piedras que adornaban el copón a un joyero. Ante la presión de las autoridades, Fernando Hurtado de Chávez confesó que había enterrado la reliquia junto a unos matorrales, cerca de la Alameda de los Descalzos.
Lo sorprendente fue que, a pesar de que el agujero estaba lleno de lodo y agua, las 150 hostias que había en su interior estaban limpias. Dos años después se construyó allí la Iglesia Santa Liberata. El altar mayor se ubica sobre el agujero donde fueron halladas las hostias.