Segóbriga
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Segóbriga fue una ciudad de la Roma antigua, situada actualmente en la provincia de Cuenca, municipio de Saelices.
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[editar] Historia de la ciudad de Segóbriga
El desarrollo urbano de la ciudad romana parece comenzar a mediados del siglo I aDC, fecha en que se pone en marcha la emisión de moneda en su ceca y en que se lleva a cabo la construcción de una parte de la muralla, que estará definitivamente en pie en la época augustea.
A lo largo de los siglos I y II continuaron en la ciudad a buen ritmo las nuevas construcciones, con la edificación del teatro, anfiteatro, basílica, pórticos, termas, etc. que dieron a la ciudad un aspecto urbano similar al de cualquiera de los grandes centros de otros territorios. Una gran parte de estas obras fue financiada con aportaciones particulares, destacando por su importancia el teatro, en el que la inscripción del frente de la escena relata la financiación de las obras a cargo de una familia de rango senatorial.
Otro tanto cabe decir de las grandes termas públicas de la parte superior de la ciudad, construidas a finales del siglo I o comienzos del II, en las que una gran inscripción descubierta en las excavaciones contiene parte de una titulatura imperial seguramente relacionada con la edificación del complejo.
De la pujanza de algunas élites segobrigenses da idea el número de inscripciones con mención de donación de obras públicas descubiertas en la ciudad. Al testimonio ya citado del teatro y a la dedicación privada de un recinto de culto para Zeus Theos Megistos, hay que añadir la inscripción que hoy puede verse sobre la puerta de entrada al Museo de las excavaciones, que recuerda las obras financiadas por L. Sempronius Valentinus; otro fragmento de inscripción hallado cerca del teatro menciona el forum de la ciudad, descubierto en las excavaciones y que fue pavimentado a costa del patrimonio de un tal Proculus Spantamicus.
Las vinculaciones de la población de la ciudad con estructuras sociales indígenas afloran por doquier, no sólo en los nombres personales sino en las llamadas "organizaciones suprafamiliares" cuyo ejemplo notorio es el de Q. Valerius Argaelus Duitiq(um) que dedicó el pedestal del praefectus fabrum M' Octauius Nouatus.
Las referencias nominales y de la estructura social al mundo indígena son la evidencia de un sustrato fuertemente arraigado que siguió teniendo una presencia real en la ciudad hasta bien avanzado el Principado. Al servicio de las minas o como libertos domésticos, los indígenas e hijos de indígenas atestiguados en Segóbriga llegaron a tener sus propios cultos.
La progresión social dentro de la ciudad debió ser cómoda para las familias que detentaban el control de las minas y las magistraturas. Baste decir que existen testimonios de cinco carreras senatoriales y de dos ecuestres. Alprimer grupo pertenecen gentes como las que edificaron el teatro, o el tribunus plebis y legatus pro praetor citado en una inscripción. Al rango ecuestre perteneció C. Iulius C.f. Gal. Italus, asentado como comerciante en Narbona.
La presencia de estas gentes en la ciudad es la prueba de que el programa urbanístico y decorativo que arranca antes del cambio de era no es un elemento accidental, y que Segóbriga era a comienzos del Principado un gran centro urbano y comercial. Continuamente las excavaciones ofrecen nuevos testimonios de esa pujanza que se manifiesta bien en los programas escultóricos de los edificios públicos. A la serie de retratos y esculturas ya conocida de antaño hay que sumar ahora un retrato de Agrippina Maior, otro de Vespasiano y algunos nuevos personajes togados. Parte del conjunto escultórico descubierto hasta la fecha puede relacionarse bien con el ámbito del culto imperial; otra parte componía la decoración de la escena del teatro, y aún algunas piezas deben vincularse a ámbitos privados. El trabajo de la piedra con fines decorativos seguiría teniendo relevancia aún en época visigoda. Los ámbitos privados son, hoy por hoy, desconocidos en la ciudad si exceptuamos la probable vivienda del procurador G. Iulius Siluanus situada en la parte alta de la ciudad. A decir verdad, la estructura urbana de Segóbriga conocida hasta la fecha deja poco margen para suponer la presencia de un número elevado de espacios domésticos; que hubo viviendas privadas es probable, pero de ellas faltan aún las principales evidencias. Lo que sí puede decirse a estas alturas de los trabajos en la ciudad es que una gran parte de la población hubo de residir extramuros, en uillae suburbanas o rústicas de las proximidades; incluso debe entenderse que la población directamente relacionada con la explotación del lapis specularis vivía en las proximidades de los centros mineros que rodean Segóbriga y que se encuentran hoy en estudio. La riqueza de Segóbriga y la pujanza de su programa monumental durante el Principado sólo puede entenderse en el marco de una sociedad fuertemente jerarquizada y con graves desequilibrios entre la situación de unos grupos sociales y otros.
Nombres como Calybe, Atthis, Epafroditus, Achoristus, Menecrates, etc., son evidencia del gran número de inmigrantes, fundamentalmente esclavos, que fueron llegando a la ciudad durante los dos primeros siglos de nuestra era.
Son muchos los testimonios que podrían integrar esta lista, pero como ejemplo de ellos podemos citar el caso de Barbara, esclava de la ciudad, cuya estela funeraria figura entre los hallazgos.
El trabajo dependiente está documentado no sólo por referencias directas en las inscripciones funerarias sino por las actividades profesionales que algunos siervos llegaron a realizar; uno de ellos se proclama artifex en la construcción y colocación de un mosaico y otro dice ser offector, es decir, tintorero. Las evidencias de esclavos en la ciudad no son sólo epigráficas; al servicio de las minas en Segóbriga existirían talleres y dependencias artesanales para la fabricación de cestos de esparto para el traslado del mineral, herramientas de hierro, ropa y vestido para los trabajadores, etc.
Las minas provocarían un cierto movimiento demográfico en el municipio, protagonizado por hombres libres en busca de fortuna pero también por mercaderes de esclavos; la riqueza favoreció, sin duda, la extensión de las actividades artesanales en la ciudad, principalmente de los trabajos metalúrgicos, de los que quedan muchas evidencias.
Una de las actividades artesanales más importantes de Segóbriga fue el trabajo de la piedra. El impulso de las construcciones monumentales debió requerir un gran número de canteros especializados en la elaboración de las ricas molduras y decoraciones que coronan los edificios desde comienzos del siglo I. En la periferia inmediata de la ciudad se encuentran algunas canteras y entre ellas destaca la situada frente al lucus Dianae con inscripciones rupestres, que suministró una gran parte del material empleado en las edificaciones y que debió ser uno de los centros de trabajo de esclavos.
La influencia de Segóbriga debió ser muy importante en el territorio circundante. Como centro administrativo de un gran espacio agrícola y minero, en su teatro se sentarían gentes procedentes de las localidades de los alrededores junto a los propios habitantes de la ciudad; los funcionarios imperiales llegados a Segóbriga desde Tarraco, la capital provincial, o Roma, compartirían tardes de espectáculos en el anfiteatro con los segobrigenses y sus vecinos; el aire cosmopolita de la ciudad se respira en los hallazgos realizados hasta la fecha y no es difícil imaginar cómo era la vida cotidiana de sus habitantes.
© Texto: J.M. Abascal - M. Almagro Gorbea
[editar] Monumentos de Segóbriga
[editar] Teatro
El Teatro de Segobriga es uno de los edificios singulares de la ciudad y de la Meseta. Presenta un hemiciclo o cavea casi semicircular y una escena monumental recta, hoy destruida casi hasta sus cimientos, pero que estuvo lujosamente adornada con columnas de fustes estriados y de tipo salomónico y con basas y capiteles ricamente decorados. Entre las columnas se colocó una serie de estatuas representando togados y musas.
Fue construido sobre la ladera norte del cerro, apoyado directamente en la roca y fuera de la muralla de la ciudad. Estas condiciones permitieron su mejor conservación y que haya llegado con su graderío casi íntegro hasta nosotros. El edificio tenía capacidad para algo más de 2.000 personas; se comenzó a construirse a fines de la época augustea, aunque las obras se debieron prolongar hasta finales del reinado de Vespasiano, en el último cuatro del siglo I de nuestra Era.
[editar] Anfiteatro
El anfiteatro de Segobriga es el único de los conservados en el interior de Hispania y el elemento emblemático de la ciudad durante siglos. Construido sobre la ladera del cerro, y también fuera de la muralla, la edificación se hizo al mismo tiempo que la del teatro.
Ofrece una planta elíptica, con un eje mayor de 74 m orientado de Este a Oeste, donde se abrían sus dos puertas principales. Ocupa una superficie total de 3836 m² a unas 5.500 personas.
[editar] Foro
Por el camino que discurre hacia el cerro entre el Teatro y el Anfiteatro, es decir, por la antigua entrada principal de la ciudad paralela a la muralla, se entra en el conjunto urbano por la llamada Puerta Norte. El visitante se encuentra en este punto con el foro y sus edificios laterales, parcialmente excavados y visitables.
El foro conserva su plaza central enlosada, a la que se accedía por una gran escalinata, y en el centro queda aún una gran inscripción grabada en el suelo que recuerda a Proculus Spantamicus, un rico personaje que pagó en época romana estas obras.
[editar] Basílica y Aula Dinástica
En el lado norte del foro se encuentra la basílica, de la que sólo queda su criptopórtico o zona subterránea y que constaba de dos naves separadas por una columnata central cuyos fustes estaban decorados con figuras geométricas de color rojo.
Junto a este edificio existe otro más pequeño, decorado hoy con la copia de una escultura togada, que se ha identificado con una sala de culto a la familia de los emperadores julio-claudios.
[editar] Termas del Teatro
Por el lado norte de la basílica discurre una calle en pendiente a uno de cuyos lados se encuentran las llamadas "Termas del Teatro", excavadas y restauradas para permitir su visita.
En ellas llaman la atención los nichos de sus paredes, que no son sino los espacios destinados a guardar la ropa durante la estancia en las termas.
[editar] Templo de Culto Imperial
Frente a la basílica, al otro extremo del foro, se encuentra el templo de culto imperial, recientemente excavado, que constaba de tres naves separadas por columnas, y que tenía en su cabecera una exedra pavimentada en mosaico; a esta zona absidiada se accedía por unas escaleras hoy reconstruidas.
De este lugar procede una rica serie de capiteles que pertenecieron al edificio original, y que fueron reempleados en construcciones posteriores en época tardorromana y visigoda.
[editar] Termas Monumentales
En la parte superior del cerro, dominando toda la zona urbana, se encuentran las Termas monumentales. Fueron construidas en época flavia, y a ellas se accedía por una calle escalonada hoy restaurada en su estado original. Este edificio disponía de un gran patio columnado descubierto, apto para la conversación y los ejercicios gimnásticos, y desde él se accedía a las salas frías, templadas o calientes que caracterizan este tipo de construcciones. En la sala fría (frigidarium) se conserva una piscina que ha llegado hasta nosotros casi en su estado original.
[editar] Otros monumentos destacables
Necrópolis y Basílica Visigoda En Segóbriga, como en todas las ciudades romanas, las necrópolis se situaban extramuros, normalmente junto a las vías que salían de la ciudad. La más monumental estaba al noroeste, junto al arroyo de Yuncal, donde se conservan algunos restos de mausoleos, hoy apenas visibles.
Más importante es la necrópolis nordeste, que se extiende desde el Centro de Interpretación hasta el antiguo Museo. Sus recintos funerarios son de origen romano, pero algunas de las sepulturas hoy visibles son visigodas.
Un mártir en ella enterrado debió dar origen a la Basílica Visigoda, de tres naves con cripta bajo el ábside y varias tumbas de obispos, una de las cuales se ha reconstruido. Acueducto Entre el Teatro y la calle paralela a la Muralla se levantaron unas Termas en época de Augusto, con acceso desde el Teatro por una puerta de la Muralla. Era un complejo inspirado en gimnasios griegos, para formar a la juventud y atraerla al Culto Imperial. Conservan la sala para cambiarse de ropa con sus taquillas, una sauna seca circular con una pila para refrescarse con agua fría y una sauna con piscina al norte, con el horno en su parte inferior. Junto a la puerta de la Muralla estaban las letrinas, cuyo canalillo desaguaba al exterior. Hacia el este, un corredor oblicuo conducía al Gimnasio con su piscina.
[editar] Enlaces externos
- Segóbriga. Parque Arqueológico de Castilla-La Mancha
- Programa del XXIV Festival juvenil de teatro grecolatino de Segóbriga/Tarancón
[editar] Enlaces internos
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